Un espectacular último cuarto de Brasil no ha sido suficiente para derrotar a Eslovenia, superior en el global y cada día que pasa el campeonato más equipo. Los 20 puntos y 6 triples de Lakovic, decisivos, especialmente al final.El partido ante Estados Unidos parecía mostrar a una Brasil que apuntaba algo más alto. Pero Eslovenia la aletargó durante los tres primeros cuartos, y con solo 10 minutos competitivos no se ganan partidos. Y menos a una Eslovenia cada día más seria, más compacta y regular que se gana con merecimiento el segundo puesto del grupo.
Brezec y su sustituto Vidmar empezaron el encuentro golpeando fuertemente la pintura brasileña. Ante sus 12 puntos combinados, Magnano dio entrada a Varejao, que todavía no había debutado en el Mundial a causa de problemas físicos.
Eslovenia empezó a conseguir ventajas serias en el segundo cuarto, con un 18-26 que obligaba a Magnano a recorrer al tiempo muerto. Su equipo sufría de precipitación en ataque, pérdidas estúpidas y problemas en la determinación de sus prioridades ofensivas. Mientras tanto, Eslovenia sabía aprovechar las continuas ventajas que Brezec estaba logrando en la pintura. El pívot NBA había tenido que volver a la pista tras una dura falta a Vidmar, que se marchaba dolorido en un hombro, aunque quedó en anécdota. Hasta el 18-34 se escapaban los eslovenos, con 14 de Brezec (terminó en 16). La historia se explicaba con pívots, pues los puntos seguidos de Splitter (19, al final) empezaba a dar la cara por los sudamericanos. Jaka Lakovic no estaba demasiado conforme con la reacción brasileña, que cortó por lo sano con dos triples, para irse al descanso con 30-44 y bronca de Magnano.
Sin problemas para correr y aprovecharse de las numerosas imprecisiones brasileñas, Eslovenia no tendría problema para mantener una ventaja que se había establecido alrededor de los 10 puntos. La mejor imagen de los europeos y la peor cara sudamericana era la combinación perfecta para la ampliación de la ventaja. Cada ataque brasileño era un dolor y cada ataque esloveno un sabor. Hasta un momento, el que necesitó la dinamita brasileña para estallar. Dos triples seguidos de Marcelinho Machado animaron el partido. Las tornas se habían dado la vuelta y agudizado: Eslovenia era incapaz de retener el balón en sus manos y a Brasil le salía todo. Empezando a sumar: dos contraataques fáciles, otro triple de Machado, canasta de Splitter... Parcial de 15-0 que atenazaba a Eslovenia, hasta que Lakovic (20 tantos, 6 triples) rompió la maldición como mejor sabe hacerlo. Y por partida doble: dos triples para 68-76.
El control del rebote defensivo y la calma ofensiva acabaron dando la victoria a Eslovenia, junto con la aparición providencial de Lakovic. Brasil se aplicó solamente 10 minutos, insuficiente para tumbar a una Eslovenia rompepronósticos.
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Fuente: acb.com
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