Sergio Hernández dialogó con El Atlántico y analizó las características del rival de Peñarol, en la serie de semifinales que arrancará este miércoles. “Es muy táctico defensivamente”, explicó. Galería de imágenes de la práctica Milrayitas.Peñarol está nuevamente ante una instancia decisiva. Debió sudar y mucho para dejar atrás a Lanús a pesar del incuestionable 3 a 0 con el que cerró la llave. En las semifinales, a partir de mañana, deberá medirse contra Boca, en un enfrentamiento que es casi un clásico de los últimos años.
En diálogo con El Atlántico, el entrenador del elenco marplatense y, a su vez de la Selección Argentina, Sergio Hernández, explicó que los “Xeneizes” tienen características similares a las del adversario que el “Milrayitas” acaba de eliminar. “No es un equipo que anote tan fluidamente, es parecido a Lanús sobre todo defensivamente”, señaló “Oveja” quien, a pesar del gran momento que atraviesa su equipo, respeta el juego del rival. “Muchos pensaron que Boca se iba a caer durante el año pero se mantuvo siempre arriba y estuvo a punto de meterse entre los cuatro primeros”, recordó Hernández.
-¿Pensabas que el rival iba a ser Libertad en las semifinales?
-Siempre tuve en mi cabeza la serie con Lanús. Seguíamos la otra serie y cuando nos enteramos que Boca había ganado de visitante pensamos que podía darse para que ganen ellos. De todas maneras, Boca ya había dejado de ser sorpresa. Muchos pensaron que se iba a caer durante el año pero se mantuvo siempre arriba y estuvo a punto de meterse entre los cuatro primeros. Es uno de los equipos que más ha ganado de visitante, por lo que indudablemente tiene mucha personalidad. Hace un par de días que ya estamos pensando en ellos.
-La serie ante Lanús fue defensiva y Peñarol la ganó por la jerarquía de sus jugadores. ¿Cómo imaginas que puede darse ante Boca?
-Boca también ha ido ganando partidos a través de la defensa. Fijate que la serie ante Libertad la resolvió con defensa. No es un equipo que anote tan fluidamente, es parecido a Lanús sobre todo defensivamente, porque les cuesta equipararnos hombre a hombre y debe recurrir a defensas combinadas, zonales. No tira tanta presión como Lanús, porque tiene jugadores más veteranos y más lentos. Pero es un equipo similar, muy táctico defensivamente. Nosotros les ganamos en tres de las cuatro veces que nos enfrentamos, pero en algunos partidos que les ganamos nos complicaron con defensas alternativas y en el que nos ganaron ellos definitivamente les dio resultado una defensa zonal demasiado cerrada, en una noche que erramos más de veinte tiros de tres puntos.
-Leiva está atravesando un gran nivel y Boca no tiene demasiado personal interior. ¿Profundizar en esa debilidad del rival puede ser una de las claves?
-También parecía que Libertad con (Gregory) Lewis, (Rubén) Wolkowyski y (Tyler) Field, tenía un juego interior mucho más fuerte que el de Boca y finalmente terminó siendo al revés, fue mucho más fuerte el de Libertad. Pero veremos cómo están, hay que respetar porque acá no juegan los apellidos. Uno por ahí no tenía en cuenta a (Fernando) Martina y está siendo figura, (Mariano) Fierro de “4” lo está haciendo muy bien y todos sabemos lo que es Míkulas. De todas maneras, el juego interior de Peñarol ha sido de lo más fuerte de la competencia y esperemos que lo siga siendo. Por eso digo que a ellos les cuesta equipararnos defensivamente y pueden disimular algunas carencias con el tema de las defensas zonales. Obviamente habrá que hacerles pagar por otro lado.
-En lo personal, estás continuamente afrontando instancias decisivas, tanto en Peñarol como en la Selección Argentina. ¿Cómo se afronta ese desgaste?
-Ahora estoy “rodando”, eso se nota cuando parás o en el momento en que llega el descanso. Es como cuando corrés una maratón, estás cansado pero no te das cuenta. Cuando terminás, a los dos minutos decís: “¿Cómo pude estar corriendo todos estos kilómetros con lo cansado que estoy?”. Estoy feliz por estar nuevamente en semifinales, desde el 2000 que, dirigiendo en la Argentina, siempre estuve en una semifinal o en una final y eso es un orgullo y una responsabilidad. Hay muchos entrenadores buenos que no tienen la posibilidad de jugar estas instancias, a lo mejor por años o nunca. Y a mí la vida me da demasiada cantidad de semifinales, porque hay que contar los otros torneos también. Entonces, por respeto quienes luchan todos los días por lograr cosas importantes y no lo consiguen por una causa u otra, dejo la vida cada vez que me toca participar. No subestimo ninguna fase de ningún torneo.
-¿Tenés pensado qué va a ser de tu vida como entrenador después del Mundial de Turquía?
- No, ni idea. Lo voy pensando día a día, pero no tengo absolutamente nada decidido (se ríe). No sé que será de mi vida.
Fuente: Diario El Atlántico
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