No hace todavía una semana de su llegada y ya le dio una alegría a los hinchas de Quilmes. El viernes debutó con una buena actuación frente a Juventud Sionista. Y el domingo ya contribuyó con buenos pasajes como organizador y además definió el juego con cuatro puntos y un rebote clave en los últimos treinta segundos.
Participación decisiva que hasta celebró con grito y salto incluído después del doble que hizo pasar al frente a poco del final. "No lo hago más. No soy de festejar así, pero como veníamos muy parejos, como el final estaba incierto y hacía tanta falta ganar quizás me salió de ese modo, como si fuera un desahogo", se sinceró, casi arrepentido, ante LA CAPITAL.
Aunque llegó al plantel "cervecero" apenas el miércoles pasado, el ex base de Obras es consciente de que Quilmes tiene por delante una dura lucha para escaparle a los últimos cuatro puestos. "Es evidente que está brava la situación. Como cuesta tanto ganar, eso condiciona para jugar. Por eso fue muy importante ganarle a Unión, para tomar impulso y empezar a acostumbrarse al triunfo. Obviamente ni bien llegué me di cuenta de lo que hay en juego. Pero al grupo lo veo mentalizado y capacitado para salir adelante", explicó.
En relación al recibimiento que tuvo en el equipo y al rol que le entregó De la Fuente para este fin de semana, el cordobés sostuvo: "Apenas llegué me hicieron sentir uno más, cómodo, y estoy muy agradecido. Y en lo deportivo Esteban (De la Fuente) me da mucha libertad para jugar. Si bien me pide algunas cosas específicas, me deja mucho margen para tomar iniciativa y eso te da confianza para jugar" .
El juego con Unión, que cortó una racha de siete derrotas consecutivas, tuvo un final angustioso y aunque priorizó el valor del triunfo, Titarelli también resaltó otros aspectos: "En el tercer cuarto pudimos jugar muy bien por momentos e hicimos el quiebre en el partido. Pero lamentablemente en el último hubo falta de juego y tuvimos que aguantarlo con mucha actitud y con arrestos individualidades".
"Es difícil mantener una regularidad. El viernes habíamos hecho un gran primer tiempo y después nos caímos. El domingo pasó algo parecido. Hay que tratar de que los momentos malos sean lo más cortos posibles en los próximos partidos", completó.
El nuevo base de Quilmes analizó la posición del equipo en la tabla y las chances de escaparle al descenso. "Hay que ir día a día. Preocuparnos por ganar nosotros y después ver qué pasa con los demás. Ya lo dije el otro día. Está complicado clasificar entre los doce, por lo tanto hay que pensar en terminar bien la fase regular. Y si hay que jugar por la permanencia, llegar de la mejor manera al cruce. Igual, quedan doce partidos y puede pasar cualquier cosa", aventuró.
La semana culminará con una nueva edición del superclásico con Peñarol, equipo para el que ya jugó dos temporadas. "Acá se vive muchísimo este partido, como en ningún otro lado. Estuve dos años en Peñarol y me trataron con mucho cariño. Pero ahora estoy acá y voy a hacer lo imposible para que Quilmes pueda ganar. Ojalá nos salgan bien las cosas para darle una alegría a la gente y seguir sumando", concluyó.
Fuente: Diario La Capital
Participación decisiva que hasta celebró con grito y salto incluído después del doble que hizo pasar al frente a poco del final. "No lo hago más. No soy de festejar así, pero como veníamos muy parejos, como el final estaba incierto y hacía tanta falta ganar quizás me salió de ese modo, como si fuera un desahogo", se sinceró, casi arrepentido, ante LA CAPITAL.
Aunque llegó al plantel "cervecero" apenas el miércoles pasado, el ex base de Obras es consciente de que Quilmes tiene por delante una dura lucha para escaparle a los últimos cuatro puestos. "Es evidente que está brava la situación. Como cuesta tanto ganar, eso condiciona para jugar. Por eso fue muy importante ganarle a Unión, para tomar impulso y empezar a acostumbrarse al triunfo. Obviamente ni bien llegué me di cuenta de lo que hay en juego. Pero al grupo lo veo mentalizado y capacitado para salir adelante", explicó.
En relación al recibimiento que tuvo en el equipo y al rol que le entregó De la Fuente para este fin de semana, el cordobés sostuvo: "Apenas llegué me hicieron sentir uno más, cómodo, y estoy muy agradecido. Y en lo deportivo Esteban (De la Fuente) me da mucha libertad para jugar. Si bien me pide algunas cosas específicas, me deja mucho margen para tomar iniciativa y eso te da confianza para jugar" .
El juego con Unión, que cortó una racha de siete derrotas consecutivas, tuvo un final angustioso y aunque priorizó el valor del triunfo, Titarelli también resaltó otros aspectos: "En el tercer cuarto pudimos jugar muy bien por momentos e hicimos el quiebre en el partido. Pero lamentablemente en el último hubo falta de juego y tuvimos que aguantarlo con mucha actitud y con arrestos individualidades".
"Es difícil mantener una regularidad. El viernes habíamos hecho un gran primer tiempo y después nos caímos. El domingo pasó algo parecido. Hay que tratar de que los momentos malos sean lo más cortos posibles en los próximos partidos", completó.
El nuevo base de Quilmes analizó la posición del equipo en la tabla y las chances de escaparle al descenso. "Hay que ir día a día. Preocuparnos por ganar nosotros y después ver qué pasa con los demás. Ya lo dije el otro día. Está complicado clasificar entre los doce, por lo tanto hay que pensar en terminar bien la fase regular. Y si hay que jugar por la permanencia, llegar de la mejor manera al cruce. Igual, quedan doce partidos y puede pasar cualquier cosa", aventuró.
La semana culminará con una nueva edición del superclásico con Peñarol, equipo para el que ya jugó dos temporadas. "Acá se vive muchísimo este partido, como en ningún otro lado. Estuve dos años en Peñarol y me trataron con mucho cariño. Pero ahora estoy acá y voy a hacer lo imposible para que Quilmes pueda ganar. Ojalá nos salgan bien las cosas para darle una alegría a la gente y seguir sumando", concluyó.
Fuente: Diario La Capital
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