El Bataraz se levantó de la caída en el primer juego de las semifinales y este domingo derrotó 85-71 a Atenas de local en Olavarría. Ahora la llave está 1 a 1.
Por el segundo punto de una de las semifinales de la Conferencia Sur de la Liga Argentina, Estudiantes le ganó 85 a 71 a Atenas de Carmen de Patagones e igualó la serie, este domingo en el Maxi Gimnasio del Parque Guerrero. En el Bata se desatacaron Santiago Arese, fue el goleador con 18, Andrés Lugli, con 8 rebotes e Ignacio Galardo con 16 puntos y 4 rebotes.
En el primer juego fue el Griego quien impuso condiciones, pero este domingo fue Estudiantes quien, pese a perder el primer cuarto, se adueñó del control del partido. Se vio a un equipo con una entrega total en defensa y con una lectura correcta en ataque, aceleró cuando el juego lo pidió y fue paciente cuando debió serlo.
El primer cuarto fue parejo y se lo termina llevando (18-20) Atenas gracias a un triple de Pau cuando el reloj indicaba que quedaban 7” para el final del capítulo. En ese pasaje se pudo ver a un Estudiantes dispuesto a atacar la pintura y a no dejar que Gamazo y Nwogbo hagan daño en el juego interior.
En la continuidad, Estudiantes construyó gran parte del triunfo. Con dos triples consecutivos el Bata se puso al frente por cuatro (28-24) y a partir de allí metió un parcial de 15-7 para irse al descanso largo ganado 43-31. En ese parcial Arese anotó 11 de los 18 con los que terminó el juego.
Al tercer cuarto lo abrió Brocal con un triple y Lavotaronuovo respondió también desde el perímetro. Luego de acciones vino un parcial de 18-9 para el Bata, que le permitió sacar 21 de ventaja e ingresar al capítulo final con tranquilidad.
Estudiantes no sacó el pie del acelerador y mantuvo la intensidad durante la primera mitad del último cuarto. En ese pasaje se vio una sólida actuación de Galardo, quien anotó siete de los once puntos que sumó el Bataraz. A falta de 5’, los dirigidos por el Lobito Fernández ganaban por 22 por lo que se permitieron ahorrar energía y si bien parecieron algunos puntos de Santana y Pippi en el visitante solo hubo que esperar que el reloj marcara el final de una historia que ya estaba definida.
Fuente: Prensa Estudiantes
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