Dentro de este presente de Atenas hay muchos momentos diferentes. Cada uno con una arista importante. En este resurgir del Verde hay un hombre clave: Pete Mickeal.
El escolta foráneo le dio al equipo y al entrenador Gustavo Miravet la posibilidad de tener ese alero determinante que genere preocupación y “facture” en el cristal rival. Claro que para su llegada se debió romper el chanchito. ¿Y ahora?
Y ahora... es el propio Mickeal el que debe decidir si continuar o no en el equipo. Llegó con contrato garantido hasta fin de año, es decir hasta el próximo partido con Instituto.
A partir de ahí los dirigentes y el agente del jugador deberán renegociar su continuidad.
En principio se ponía la verde hasta esperar posibilidades del básquetbol centroamericano, pero quizás la puerta esté entornada como para permitirle seguir. Eso, para Atenas, sería el regalo de Navidad.
Fuente: La Mañana
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