Ese es el objetivo de Gimnasia Indalo, según su entrenador, Gonzalo García, de cara a la temporada de Liga Nacional que arranca mañana. "Ponerse la meta de un puesto habiendo 20 equipos es un poco vender humo", explicó el DT.
A pocos días de comenzar su tercera temporada consecutiva como entrenador de Gimnasia Indalo, Gonzalo García se prestó a una charla a fondo con el sitio web del club en la que analizó la exitosa temporada que pasó, lo que viene en este nuevo año y la actualidad institucional del Verde.
-¿En la balanza qué pesa más el orgullo por la temporada que hicieron o el dolor por haber estado tan cerca de un séptimo juego?
-Fue una temporada totalmente exitosa en la que se superaron todos los objetivos que teníamos en mente. Cuando uno comienza una temporada se propone que el equipo juegue bien, sea competitivo y pueda ganar muchos partidos como primera medida, después que sea un buen grupo de trabajo y haya buenos hábitos. Y todo eso se cumplió. Sin embargo una vez que se llegó a la final nos olvidamos de todos esos objetivos y tratamos de meter el último que lamentablemente no se pudo dar. Igual creo que Quimsa fue el dominador pleno de toda la Liga y lo hizo pesar.
-¿Cómo fue ese vestuario tras el sexto juego?
-Nosotros nunca dramatizamos nada. Ningún jugador ni integrante del cuerpo técnico se rasgó las vestiduras por haber perdido la final. Cuando uno supera los objetivos tiene una tranquilidad interna de que el trabajo está cumplido. Después del minuto final donde se perdió el partido sin dudas que uno está amargado como cuando perdés cualquier partido de la fase regular, pero en definitiva no hay ningún reproche para nadie.
-¿Tras los dos primeros juegos en los que a Gimnasia le costó mucho competir, tuviste miedo de una barrida?
-No, porque nosotros de local siempre estuvimos fuertes y duros, también iba a nacer el espíritu competitivo del equipo que lo tuvo durante todo el año y era evidente que también iba a aparecer en las finales. Creo que Quimsa en los primeros dos juegos tuvo una superioridad que no era real a la paridad que había entre los dos equipos y yo sabía que el equipo en algún momento tenía que reaccionar.
-¿Apostaste a negarle el juego externo a Quimsa dejando que Battle juegue 1 contra 1 siempre sin ayudas. Quimsa no pudo hacer su juego pero Battle por mérito propio aprovechó bien la ventaja. ¿En el análisis en frío que hiciste de la serie que conclusión sacaste de esta estrategia?
-El plan fue perfecto. Ahora no tengo los números, pero le hemos bajado el score a Quimsa. (Ndr: hasta las finales traía una media de 83,5 puntos por partido y en las finales bajó a a 76,1). Nosotros si dejábamos que Battle reparta juego y que cada uno de los integrantes de Quimsa tenga una producción ofensiva media/alta era imposible ganarles. Nosotros apostamos a que un jugador lleve las riendas del equipo y que los demás no tengan tanta participación.
-¿La respuesta del equipo ante la lesión de Clancy fue un clic en el que se dieron cuenta que el equipo estaba para llegar lejos?
-No, nosotros solamente sabíamos que no teníamos que lamentarnos tanto por la falta de Sam y que su falta había que suplirla con otras cuestiones como hacernos más defensivos y tener la cabeza más fría para manejar los momentos. Se pasó airosa la situación, pero no creamos nada especial por su falta. Igual fue cuando faltó Schattmann o cualquier otro integrante del equipo. Como siempre fuimos sólidos, ante la falta de cualquier jugador el equipo siempre iba salir airoso.
-¿Y hubo un momento en el que se dieron cuenta que estaban para llegar a las finales?
-No, pero sí teníamos la ilusión. Sabíamos que podíamos competir de igual a igual con cualquier equipo. Veíamos las llaves cómo venían y eras complicadas, el primer cruce era Boca que venía de un año muy irregular pero con muy buenos jugadores y experiencia, después la llave con Peñarol, luego en teoría íbamos a tener a Obras que también hubiese sido muy complicado como lo fue Quilmes por más que hayamos ganado 3-0. Creo que lo fuimos construyendo de a poco con objetivos cortos.
-¿Y para esta nueva temporada qué objetivos se plantearon?
-Por lo pronto tratar de que las nuevas incorporaciones se acoplen al juego del equipo. Intentar de ser sólidos como lo fuimos en gran parte de la temporada y eso a la larga va a llevar a los resultados. Ponerse la meta de un puesto habiendo 20 equipos es un poco vender humo. La ilusión siempre es tratar de ganar la mayor cantidad de partidos posibles y ser un equipo que esté entre los protagonistas.
-¿Sabes que para el ambiente del básquet que Gimnasia inicia con un mote de candidato? ¿Aceptan el mote?
-Sí, la verdad que siempre me ha tenido sin cuidado lo que piensen los demás. Yo veo al equipo todos los días y sé si crece o si no está en forma. Más que uno propio nadie sabe si el equipo está bien o mal, veremos con el correr de la Liga cómo se adaptan los nuevos y cómo estamos plantados para los nuevos equipos.
-¿Qué Liga esperas tras este mercado? ¿Pensás que puede haber mucha diferencia entre el grupo de arriba y el de abajo?
-Al haber tantos partidos es difícil que haya muchas sorpresas. Con tantos partidos los mejores van a estar arriba y los peores abajo. Lo que veo es que se han armado equipos muy fuertes, mejores que la temporada pasada, han venido jugadores de afuera y creo que está Liga va estar más competitiva que la anterior.
-¿Por características Luchino es el jugador más parecido a Scala?
-No es Luchino por Scala. Santiago decidió emigrar y tuve que encontrar un suplente de De los Santos que lo pueda hacer de buena manera con un estilo diferente al de Nicolás. Y de los jugadores que estaban libres en el mercado me fijé en Luchino porque siempre fue un jugador que me gustó y cuando estuvo en la Liga Nacional lo hizo muy bien.
-Sandes es un jugador que parece hecho para jugar en un equipo tuyo, pero su incorporación no deja de sorprender ya que se pensaba que se buscaba un 5 más clásico. ¿Cómo lo ves para este desafío de jugar mayormente como única referencia del juego interior en ofensiva?
-Es un error encasillarlo en un puesto a Matías. Es un jugador que puede jugar de 3, 4, 5 y hasta de 1, es un jugador polifuncional. Yo hablé con él y le propuse que pueda jugar mucho de espalda al cesto, cosa que lo hizo mucho y muy bien en Boca. Es un base jugando de pivot en la pintura y creo que eso es algo que adolecimos mucho porque Clancy no es un jugador que haga ese trabajo. Creo que va ser una ficha muy importante para nosotros, a lo mejor da una ventaja en su físico pero la suple con calidad.
-¿Mainoldi reúne todo lo que venís buscando en un 4 desde la temporada pasada?
-Mainoldi es el clásico 4 que a mí me gusta, que abre la cancha con un tiro criminal de tres puntos y un entendimiento del juego excelente. Es un jugador que ha desarrollado su carrera en grandes equipos de Europa y la verdad que sí, es una ficha que siempre quise tener. Esperemos que esté cómodo en el club y se pueda desarrollar de gran manera.
-En tus dos temporadas en Comodoro has sido un entrenador más afecto a una rotación corta. ¿Es algo que se dio o es una elección tuya?
-Mitad y mitad, se dio por distintas situaciones. En algunos casos por lesiones, otros no haber encontrado jugadores que puedan alargar el equipo porque no se adaptaron al estilo de juego o de trabajo del entrenador. La verdad que a mí me gusta dirigir jugadores buenos, con cabeza, con ambición, trabajadores y si no encajan en ese proyecto que yo tengo no me interesa tener jugadores por tener. La idea este año es ser un poco más largo ya que tenemos competencia internacional y son más partidos que las ligas pasadas.
-¿A Giarraffa cómo lo ves? Un jugador que no estaba dentro de tu habitual rotación pero que siempre que le tocó jugar cumplió.
-Es un jugador que a mi entender todavía está verde. Tiene cualidades ofensivas, pero le cuesta bastante en defensa, cuestión que tiene que mejorar y mucho para poder competir en la elite de nuestro básquet. Con el tiempo de trabajo seguramente va poder convertirse en un jugador profesional.
-¿En lo personal, con qué expectativas llegaste a Comodoro? ¿Pensabas que era un lugar especial para trabajar tranquilo tras una seguidilla de malas experiencias en LNB?
-Yo ya tengo más de 20 años de carrera y en 20 años hay buenas y malas. Hace tres temporadas estaba dirigiendo en Flamengo en Río de Janeiro, después pasé a Formosa y no me fue bien, en Obras las cosas no estaban bien para hacer una buena campaña. En Comodoro sabía que iba a un club con mucha historia y gente que le gusta mucho el básquet, no me hice muchas expectativas de comienzo ya que quería ver cómo estaban las cosas acá y ver cómo me sentía yo lejos de mi casa. La verdad me sentí muy cómodo y pude trabajar muy bien.
-¿Qué sabías y qué cuerpo técnico y equipo de trabajo te encontraste en Comodoro?
-Al único que conocía era a Claudio Álvarez por compartir en la Selección, mientras que de Villagrán me había hablado muy bien Casalánguida. Encontré buenos profesionales, con dedicación y estoy muy contento con el cuerpo técnico que tengo. Además el staff estable me parece bueno, de calidad y lo que más me gusta es que están comprometidos con el trabajo diario.
-¿Qué club esperabas encontrar en Gimnasia y qué terminaste encontrando? ¿Te sorprendió institucionalmente?
-Encontré un club que intenta hacer las cosas bien, con gente joven en la conducción, con buena cabeza y ambiciones, que trata de mantener un proyecto serio que creo que lo es. A mi entender es una de las mejores organizaciones de la Liga y espero que se pueda mantener en el tiempo. La verdad en lo que es logística para el equipo me parece de alta calidad. Sorprenderme no, porque al haber gente con buena cabeza sin dudas siembre van a encontrarse cosas positivas.
-¿Cuándo llamas a un jugador es más fácil convencerlo de venir con este orden institucional?
-No sólo es una cuestión de dinero. Yo creo que los jugadores también se fijan en el proyecto deportivo, si hay uno serio a los jugadores lo puede seducir más que un buen contrato que pueden conseguir en cualquier lugar. Creo que en eso Gimnasia dio un paso adelante.
Informe: Prensa Gimnasia Indalo.
Foto: LNB.com.ar
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