Emilio Domínguez es uno de los tantos jugadores que después de mucho tiempo en el Torneo Nacional de Ascenso saltó a la Liga Nacional y tendrá su chance en el campeonato más importante del país.
A los 26 años, el pivote nacido en Santa Elena afrontará una temporada con muchas expectativas, siendo uno de los nuevos elementos del elenco de Sionista que jugará la próxima edición de la máxima divisional del básquet argentino.
El Centro Juventud está dando sus primeros pasos en este nuevo proceso. Y así como el flamante plantel empieza a tomar forma, Domínguez también experimenta sus primeros días como jugador del conjunto paranaense. La Liga Nacional lo espera. Un lindo desafío para mostrar su crecimiento.
-Sionista dio marcha a un nuevo proceso y sos una de las caras nuevas. ¿Cuánta expectativas, no?
-Si, muchas. En mi caso estoy muy contento y con muchas ganas de hacer un buen trabajo. Estoy entusiasmado porque en lo personal es un paso grande el que estoy dando. Hace mucho tiempo que tenía ganas de estar en un equipo de Liga Nacional. Trabajé fuerte para lograr este deseo. Ahora me llegó gracias a la chance que me da Sionista. Estoy muy confiado de poder estar a la altura de las circunstancias.
-¿Te esperabas este llamado de Sionista?
-No y si. No esperaba que Sionista me llame y sea uno de los primeros jugadores en arreglar. Sí lo esperaba porque hace mucho que me esfuerzo para que se de esta posibilidad. Ahora llegó, gracias a Dios. El año pasado estuve cerca de acordar con un club y jugar la Liga Nacional, pero al final esa chance se pinchó. Ahora se pudo llegar a un acuerdo y se concretó.
-¿De los clubes de la elite Sionista fue el único que te llamó?
-Te soy honesto, no pregunté demasiado. Apenas me dijeron que estaba la chance de Sionista le dimos para adelante. Es una institución muy prestigiosa, que trabaja muy bien y es muy respetada. Llegar a esta entidad me cierra en todo sentido. No solo es jugar Liga Nacional y en una institución seria, sino además es estar cerca de mi familia y de mi novia. Además, es volver a Paraná, donde tengo muchos amigos después de mi paso por Echagüe.
-¿Y en qué momento te encuentra esta chance de sumarte a Sionista?
-Me encuentra en un muy buen momento, con muchísimas ganas de trabajar fuerte, de seguir creciendo como jugador y muy bien preparado para este desafío.
-Tu participación y protagonismo en la Liga B y en TNA te hizo crecer mucho como jugador.
-Claro que sí, por eso te decía que esta posibilidad me llega en un lindo momento, más y mejor preparado. Jugar en las categorías de ascenso me hizo crecer mucho como jugador, desarrollarme, tomar experiencia y ser protagonista de categorías importantes. A mi nadie me regaló nada. Si hoy tengo esta chance es porque me la gané con esfuerzo y sacrificio.
-¿Hablaste con Sebastián Svetliza, charlaron sobre tu función dentro del equipo?
-La charla con Sebastián fue más bien grupal. Fue una charla introductoria. Supongo que más adelante habrá charlas individuales. Ahí sí seguramente conoceremos más detalles de nuestra participación.
-¿Y qué rol crees que vas a cumplir dentro del equipo?
-Supongo que mi función será la que venía cumpliendo anteriormente en mis otros equipos. Desde ya que no voy a tener el mismo protagonismo que antes. Es una cuestión lógica. En el TNA había jugadas que se buscaba un pase interior para que yo defina. Acá me voy a tener que adaptar a una función más de rol.
-Este es un grupo nuevo, salvo algunos jugadores. Y como todo proceso habrá que
adaptarse y conocerse más entre los protagonistas. En tu caso, ¿jugaste con algunos de tus compañeros?
-Los conozco a casi todos. Con el Cabro (Daniel Hure) fuimos reclutados juntos en La Unión de Colón. Permanentemente recordamos anécdotas. Y con Facundo (Giorgi) nos conocemos cuando nos veíamos en Sunchales. Yo era jugador de Libertad y el de Unión. Nos veíamos seguidos. Pero con todos hay muy buena onda.
Su trayectoria
Comenzó a jugar al básquet en Urquiza de Santa Elena. A los 14 años fue reclutado por La Unión de Colón, entidad donde estuvo hasta los 18 años. Posteriormente emigró a Italia, donde estuvo un año y medio en la Divisional C2.
Tras esa experiencia regresó en a la Argentina para sumarse a Libertad de Sunchales, donde debutó en la Liga Nacional A. De ahí llegó como fichaje de Echagüe de Paraná, donde permaneció dos temporadas (una en el TNA en la Liga B).
Del AEC se mudó a Tomas de Rocamora de Concepción del Uruguay. Allí jugó tres temporadas (una en la Liga B y dos en el TNA). Por último, aceptó la propuesta para jugar en La Unión de Colón, previo paso a llegar a Sionista.
Fuente: El Diario
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