El plantel profesional de Gimnasia Indalo tuvo anoche su merecida despedida ante unas 300 personas que se acercaron al Socios Fundadores para brindarles un cálido aplauso de reconocimiento por la temporada realizada en la Liga Nacional de Básquetbol. Los jugadores les dedicaron unas palabras y después hubo lugar para las fotos y los autógrafos.
La tristeza por la final perdida ya quedó atrás y abre lugar al reconocimiento por la enorme campaña de Gimnasia Indalo en la temporada 2014-2015. No hubo demasiado tiempo para los lamentos luego de una Liga larga, en la que los jugadores llevan once meses de trabajo consecutivo y ya ansían las vacaciones que serán cortas este año antes de pensar en la 2015-2016.
Pero antes de marchar a sus hogares, los jugadores decidieron quedarse y despedirse de su gente. Unos y otros lo merecen. Con la convocatoria de la despedida, unas 300 personas se acercaron al estadio para aplaudir a los héroes de la temporada, no sin antes depositar en los carros los alimentos no perecederos. Una vez más, la familia comodorense dio el ejemplo.
Hubo sólo dos faltas justificadas: Gonzalo García, asistente técnico de Sergio Hernández en la selección argentina y Federico Aguerre, quien justamente viajó de urgencia convocado por el combinado nacional para suplantar a Pablo Espinoza en los Juegos Panamericanos. Ambos viajaron temprano rumbo a Toronto. Además el juvenil Julián Roumec también viajó a Mar del Plata.
Después de sacarse fotos con todos los presentes, a medida que iban llegando, los jugadores se concentraron en la zona de vestuarios a la espera de ser nombrados por Marcelo Schesterfeld, locutor de la despedida para ingresar de a uno y recibir el cálido aplauso de los presentes.
Con luces apagadas para comenzar la noche, se proyectaron dos excelentes videos para resumir la gran temporada y luego empezó la presentación. El primero en salir fue la gran estrella de la temporada, la mejor mascota de La Liga: Charito. Después fue reconocido todo el cuerpo técnico y sus utileros que dieron el puntapié inicial para subir al escenario. Y para finalizar, por supuesto, los jugadores: desde los juveniles hasta la ovación para Samuel Clancy, último en salir y con cánticos en el medio para que todos continúen la temporada que viene en Gimnasia Indalo. De eso ya se está encargando la dirigencia "mens sana".
Acto seguido hubo lugar para las palabras de cada uno hacia público, liderados por el capitán Diego Cavaco, agradeciendo el apoyo durante toda la temporada. "Thiaguito", el pequeño coloradito que no se pierde ningún partido, fue el elegido por los jugadores para sacar los numeritos que se les había entregado a cada uno de los presentes para sortear remeras y camisetas.
Para finalizar, la gente no desaprovechó la oportunidad de sacarse fotos y pedir autógrafos a cada uno de los jugadores. La identificación de este equipo con la gente fue creciendo durante toda la temporada, en base a los resultados deportivos, sí, pero mucho más con las actividades sociales desarrolladas por el club y la mística de un grupo unido y comprometido que dejó huella en los hinchas como hace mucho no se lograba con un plantel. Fue una despedida merecida, pero no un final. Se cierra el primer capítulo de una historia que ya tiene nuevos desafíos por cumplir en la próxima temporada y que, por supuesto, tiene el apoyo de su gente asegurado.
Fuente: El Patagónico
Comentarios