El DT de Atenas habló tras su debut al frente del Griego. Analizó la victoria sobre Boca y lo que deben mejorar.
Un cigarrillo en la mano. El afecto de la familia. El post debut lo encontró a Gustavo Miravet como protagonista de esa imagen. El primero, para descargar tensiones. Lo segundo, como sostén principal. El Zurdo vivió su noche de estreno como DT de Atenas con mucha intensidad, en el triunfo del Verde 79-76 sobre Boca, en la noche del lunes.
No hay mejor manera que comenzar un proceso con el pie derecho. Y así lo hizo Miravet que, en diálogo con Día a Día contó: “Quedé sorprendido positivamente con el primer cuarto. Pudimos hacer sostenidamente durante 12 minutos lo que, con muy pocos entrenamientos que tenemos, queremos hacer como equipo. Después, Boca empezó a hacer su trabajo. Venía con un nivel de confianza muy alto porque le había ganado al último campeón en su cancha y por 20. Eso no lo hace cualquiera. Pero lo pudimos cerrar”.
A la hora de explicar las claves, el Zurdo destacó: “Intentar hacer en la mayor cantidad de tiempo posible nuestro plan de juego. Después, el respeto táctico. Tuvimos una ofensiva, a pesar que a la vista se notaban los errores, que era meter la bola en el juego interno porque teníamos ventaja. Los cuatro internos tomaron los tiros que deseábamos. Y, en la parte final, se defendió muy bien a Sosa, que venía siendo desequilibrante”.
Desde 2010 a esta parte, Miravet sonaba en la danza de nombres como posible técnico de Atenas, el club en el que creció. Después de tantas veces que quedó en el camino, esperaba mucha esta posibilidad: “Lo disfruté muchísimo. A los días de partido los disfruto. Pero entrar al Poli y ver a amigos, conocidos y el apoyo de todos... Era un deseo generalizado que le vaya bien a Atenas, que a mí me vaya bien y eso me llegó y me gratificó mucho. A pesar de la tensión y los nervios, lo disfruté”.
Pero ya está. El desafío es volver competitivo y con aspiraciones a este Atenas. En pos de alcanzar ese objetivo, el DT remarcó: “Tenemos que generar el hábito de construir una identidad. Dimos muestras de eso. Por ejemplo, que el juego interno tenga una rotación permanente y que se repartan los minutos. Cuando entren, que aporten en ofensiva como defensiva. Tenemos que estirar más la defensa y hacer algunas defensas más de riesgo. Otro tema a desarrollar es jugar más de contraataque. El equipo hacía un esfuerzo defensivo alto pero, después, no tenía hábito o resto para poder jugar un contraataque. Es todo trabajo, todo entrenamiento. Veremos si en 20 días estamos algo mejor que hoy”.
Fuente: Día a Día
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