El jugador nacido en Chivilcoy se ha transformado desde hace tiempo en la rueda de auxilio de Osvaldo Ardúh y siempre ha respondido con altura, como en el último juego, que ante la ausencia de Scott Cutley debió hacer las veces de “4”, posición que no le es natural, y terminó siendo con mucho sacrificio, entrega y buen básquetbol, la figura del albirrojo en el triunfo ante Tomás de Rocamora, el 11 seguido del elenco de alta Córdoba en la temporada.
“Estamos muy contentos y conformes. Esto es lo que buscábamos desde el inicio de la temporada. Logramos consolidarnos, armarnos como grupo y equipo y eso es lo que hoy nos está llevando a conseguir los resultados”, le dijo el alero a PODIO mientras disfrutaba de las horas de descansos previas al viaje de hoy rumbo al último tramo de 2014.
“Es cierto que llegamos a once victorias, que si bien es mucho, no dice nada. Esto es larguísimo y no hay que confiarse. Vamos bien, pero cada vez se va a poner más duro y hay que mantener los pies sobre la tierra. Hay que tener como ejemplo lo que pasó con San Martín de Corrientes dos temporadas atrás, que perdió apenas tres juegos en toda la temporada y después no consiguió nada”, agregó.
-¿Hay secreto para este buen momento?
-No, ninguno. Hemos ensamblado de manera perfecta las piezas. Siempre supimos que tenemos con qué, pero a esto había que armarlo y hace mucho hincapié en conseguir ser un equipo, y es en eso en que tiene méritos el “Turco” (Osvaldo Ardúh) y el cuerpo técnico. Nos mostraron el camino y nos hicieron ver las virtudes que tenemos para explotar.
En medio de eso, la tarea desde inicio de temporada fue redoblar esfuerzos...
Tal cual. Aquí no hay egoísmos ni figuras, todos pensamos en el equipo. Tapamos huecos casi todo el tiempo por las bajas y la ficha que nos falta. Así y todo logramos tener un rendimiento alto desde lo colectivo y eso ha quedado demostrado.
-Ante la adversidad, también demostraron tener carácter.
-Es fundamental. En los anteriores diez partidos siempre estuvimos arriba en el marcador, sin grandes complicaciones; pero frente a Tomás de Rocamora en un momento la pasamos mal y pudimos darlo vuelta con personalidad. Jugamos nuestro básquetbol, esperamos el momento y dimos el zarpazo cuando debíamos.
-¿Cuál es la meta para cerrar el año?
-Viajamos para afrontar los últimos despartidos como hicimos con todos los anteriores, sabiendo que el desgaste es mucho y que debemos pararnos de igual a igual fuera de casa para seguir por el camino en el que estamos.
Fuente: La Mañana
Comentarios