La velocidad con la cual Luis Cequeira manejó el contraataque, acompañado por una mediacancha "picante" que compartió con Luca Vildoza y Walter Baxley, resultó determinante en el vuelo ofensivo de Quilmes, para complementar el muy buen trabajo defensivo en la victoria del domingo sobre Ciclista por la Liga Nacional de básquetbol.
El base sostuvo, en diálogo con LA CAPITAL, que el "tricolor" sigue profundizando su identidad como equipo. Y también fue crítico, al menos por ahora, con el nuevo sistema de disputa.
-¿Había que ganar sí o sí después del récord negativo en la gira?
-Después de una gira en la que tal vez no obtuvimos los resultados que esperábamos, teníamos que estar firmes desde el inicio para no dejar agrandar al rival y seguir buscando nuestra identidad como equipo. Defender duro y ofensivamente, que se empiece a abrir el aro. Después del último partido, fue clave poder encontrar la cancha abierta para pasar los 80 puntos.
-¿La clave estuvo en el cierre del segundo cuarto?
-Sí, en algún momento los íbamos a quebrar. Lo mismo pasó allá. Ellos arrancaron muy bien y a medida que pasaba el tiempo, íbamos jugando mejor y sacando ventajas del orden de los 15 o 20 puntos. Hoy -por el domingo- fue igual. Cerramos bien, 12 puntos arriba el primer tiempo, entramos más duros en el tercer cuarto y nos fuimos 20 puntos arriba, lo que nos permitió estar tranquilos y manejar el juego hasta el final.
-¿Lo que más preocupaba era el aspecto ofensivo, ya que venían de anotar sólo 50 puntos?
-Son partidos. Nuestra planilla fue muy mala, erramos demasiado. Defensivamente estábamos bárbaro, y Argentino sumó 10/12 puntos en los últimos 2 minutos, cuando el partido ya estaba liquidado. Y así y todo nos metieron 73. Pasa que cuando defendés y defendés, y adelante no acertás, te empezás a frustrar. Con 50 puntos está claro que no le podemos ganar a nadie, y por eso este partido era un desafío para todos individual y grupalmente en cada posición. Veníamos de un partido con horribles porcentajes y por suerte esta vez lo revertimos.
-¿Está faltando encontrar un tiro abierto más confiable?
-Sí, pero sabemos que no es nuestro fuerte. Somos más de ir para adentro y de correr la cancha. Pero se puede corregir. Para eso cada uno tiene que entrenar y trabajar. En lo que a mí respecta, después de los picks tengo que tratar de encontrar esos tiros que a veces quedan. Es todo un conjunto de cosas, porque a medida que juguemos más cómodos, los tiros a pie firme aparecerán más fácil. Por momentos los tuvimos, y eso es positivo, aunque los porcentajes no hayan sido buenos.
-¿Cómo terminaron en lo físico teniendo en cuenta que se distribuyeron los minutos entre menos jugadores?
-Había que jugar. Es cuestión de adaptarnos a la Liga. Es así. Nos está pasando a todos. Nosotros veníamos de jugar tres días antes con Argentino con 40 grados adentro de la cancha. Son cosas que te van desgastando pero hay que mantenerse fuerte de la cabeza, alimentarse bien, descansar bien. Para eso está la supervisión del cuerpo técnico y nosotros tenemos que ser obedientes a lo que ellos nos digan. Cuando arranca el partido, la gente no sabe si estás cansado o no. Tenés que entrar, jugar y ganar. Y nosotros, como equipo, para ganarnos ese respeto como grupo, tenemos que dejar todo. como lo estamos haciendo.
-En ese sentido, en una evaluación primaria de este nuevo sistema de juego, ¿es mejor o peor que antes?
-Sí tengo que dar una respuesta ahora, me parece peor. Porque jugás cuatro partidos seguidos en pocos días y con viajes incluidos. Y después parás una semana entera y volvés a jugar seguido. No tiene lógica. Pero como dije antes, hay que adaptarse. Una vez que nos acostumbremos se verá cómo lo afrontamos. Tengo entendido que los chicos de Peñarol también sufrieron su salida de cuatro partidos como visitante. Esa gira nos toca a nosotros dentro de una semana. Lo que más molesta es que las condiciones climáticas no juegan a favor. En Junín, con 40 grados de temperatura ambiente, no se podía estar adentro de la cancha. Y los partidos se juegan igual. A veces es inhumano. Son cosas que hay que corregir. Esperamos que la Liga siga creciendo. Nosotros, como protagonistas principales, porque somos los que entramos a la cancha, tenemos que seguir dando el máximo por respeto a la institución y a la gente. Y los clubes tendrán que hacer su parte también para que las condiciones de los estadios estén acordes para poder brindar un buen espectáculo.
-¿Qué fue más difícil? ¿Adaptarse a jugar sin Marín y sin Romero o la obligación de tener que ganar frente a un rival inferior?
-Diría que la obligación de ganar, aunque también sentimos las ausencias de dos titulares. Ellos presentaron un plantel bajo, entonces nos permitieron entrar con la doble base y jugar todo el partido así. No tuvimos mayores problemas. Ahora viene Comodoro, que tiene un alero alto como Federico Aguerre y seguramente nos hará entrar diferente. Ojalá podamos tenerlos a ambos para la próxima semana, aunque lo principal es que se recuperen bien.
Fuente: La Capital
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