Luego de dos años de jugar en torneos menores, el histórico pivote Gabriel Fernández volvió a la Liga y supo ser vital para que Peñarol se alzara con un nuevo título. Entre emociones y festejos afirmó que “fue una temporada durísima, no fue fácil mantener el nivel a los 37 años”.
Gabriel Fernández supo cumplir con creces el objetivo que se había planteado a principio de temporada en Peñarol. Y el reconocimiento llegó anoche con el tan ansiado título de Liga Nacional obtenido, uno más para sus exitosas vitrinas.
Ya en los festejos del campeonato, con la emoción a flor de piel, el pivote integrante de la Generación Dorada afirmó que “estoy muy contento. Fue una temporada durísima, pasaron muchísimas cosas. Después de dos años estar jugando a un nivel más bajo y entrenando en los días libres para seguir manteniéndome -incluso me encontré con Luis Scola y me pasó una dieta que me vino muy bien- estoy muy feliz de poder haber ayudado a este equipo para obtener el título”.
Además, hizo memoria y destacó que “pude volver a hacer un rol que tuve durante 11 años en la selección, entrar del banco a revolucionar. Durante la temporada mi trabajo fue más defensivo y luego pude hacerlo más ofensivo. Así que estoy contento porque no es fácil a los 37 años mantener el nivel y volver a estar a la altura de los demás. He jugado contra jugadores importantes y me sentí muy bien. Fue un sacrificio enorme, pero estoy muy feliz”.
Para finalizar con su relato, Fernández adelantó cuestiones de su futuro inmediato. Al respecto, dijo que “seguramente si juego, jugaré sólo una temporada más, sobre todo por el tema de mi familia y de mi hijo que tiene que estar en Buenos Aires. Gracias a Dios hoy en día él está muy bien, muy controlado. Realmente estoy muy contento, quiero disfrutar este momento y después veré que será de mi futuro”.
Fuente: Prensa LNB
Comentarios