Herrmann: "A Magnano no lo puedo ver ni en figuritas"

Walter Herrmann, alero del seleccionado argentino de básquetbol campeón olímpico en Atenas 2004, reveló recién este sábado la mala relación que mantiene con el DT de aquel conjunto, Rubén Magnano, de quien dijo que no lo puede "ver ni en figuritas".

El jugador santafesino contó diez años después un detalle que, a su juicio, le impidió actuar en la final ante Italia (84-69). "Me dijo (Magnano) antes de que empiece el partido que no iba a jugar porque según (Enrique) Tolcachier (ayudante de campo) no había hecho bien la entrada en calor", relató el oriundo de Venado Tuerto en una nota que le concedió al programa "Basquet Time Out", que se emite por la señal de cable Direct TV Sports.

"Eso me lo dijeron antes del partido y en el primer tiempo que ni entré me dije: será verdad?", confesó Herrmann.

El santafesino continuó: "Imaginate que tan mal podés hacer la entrada en calor antes de una final olímpica como para no jugar".

Herrmann destacó cómo se dio su rodaje en ese equipo que alcanzó la medalla de oro: "Yo no tuve mucha participación en el torneo", consideró.

Entrenamiento

"Hacía pesas solo. Luego me iba a la pileta y si había alguna práctica de lanzamiento iba. Sino, me iba a la pileta y compartía con la gente de la Villa. Como sabía que no tenía minutos yo entrenaba fuerte para la siguiente temporada en Unicaja", prosiguió.

De repente, Herrmann vio acción en el encuentro de cuartos de final ante Grecia, que se saldó con una apretada victoria 69-64.
"Cuando entré en el tercer cuarto quería demostrar que estaba para jugar en la Selección. Me quería comer a todos crudos. Me chocaba con todo el mundo, defendía duro, agarraba los rebotes", contó.

"Cuando vi el partido en los resúmenes no es que haya jugado re bien, pero entré yo y se revolucionó todo. Cuando terminó me sentía Michael Jordan", ejemplificó.

"A los dos días jugamos (semifinal) con EE.UU. (89-81) y dije: 'No voy a romper la cábala'", precisó. "Voy a la pileta, a hacer pesas. Jugamos a la noche y metí 11 puntos. Un partidazo, jugué un fenómeno", recordó.

"Me descargué en el vestuario y le dije de todo a él y a Tolcachier. Festejé muchísimo porque no se sale campeón olímpico todos los días, pero me sentí muy herido", expresó.

"Esto no lo conté antes, pero bueno después de diez años lo cuento para que haya un porqué. Para que se entienda por qué dije que con Magnano no jugaría nunca más", descerrajó.

Fuente: Telam

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