El Atlético Echagüe Club venció 76 a 73, en tiempo suplementario, a Monte Hermoso Basket, y así empardó la serie (2-2) de octavos de final del Torneo Nacional de Ascenso. El Negro paranaense estuvo cerca de despedirse de la temporada, pero en momentos calientes sacó a relucir su temple y alcanzó una victoria por demás importante. Así el AEC se quedó con un gran triunfo, máxime si se tiene en cuenta que llegó a estar 12 puntos abajo, igualmente despertó a tiempo para así lograr empardar la llave. El equipo que dirige técnicamente Sebastián Uranga tuvo en Darnell Dodson y Pablo Fernández a sus máximos encestadores, ambos con 17 unidades, bien escoltados por Omar Cantón, con 16 tantos. Por otra parte, el quinto y decisivo encuentro se disputará este lunes, a las 21.30, en el estadio Luis Butta. Defender para empezar a construir. Así arrancó Echagüe, quien luego de comenzar abajo, puso un parcial de 7-0 para comandarse. Pero sin tiempo que perder, el local clavó dos bombas con Carnovale y Castets, para equiparar las acciones. Luego de algunos minutos el dueño de casa pasó nuevamente a comandar. Si bien no predominó en la pintura, los posteos de Lewis y Cabello le sirvieron para anotar. En ataque le costó ser eficaz al equipo paranaense (4/7 en dobles y 3/9 en triples) y así, sin mucho Monte Hermoso cerró el primer chico arriba (20-17).
En el arranque del segundo chico el AEC pudo reacomodar las cosas. Apostando a la defensa en zona, pudo neutralizar a su rival, forzando tiros que no tuvieron rédito en el aro del Negro (0/3). Claro que lo bueno fue la eficacia que consiguió el visitante en ataque, siendo determinante en la pintura y en el tiro externo (2/2). Así los de Uranga volvieron a sonreír con un parcial de 5-0 (24-22 arriba).
Promediando el segundo cuarto Echagüe se equivocó en el camino. Cajal no fue preciso en sus decisiones, Monte Hermoso pobló su pintura y la visita perdió en tres ataques seguidos (0/3), lo que le permitió a Carnovale desde los 6.75 poner al frente al Rojo (27-24).
Sobre el cierre de la primera mitad Cabello y Lewis predominaron en dos ataques para el local, y Monte Hermoso estiró ventajas (33-29) a falta de 33 segundos. Echagüe tratando de achicar buscó la zona pintada con Cantón, pero el rosarino no estuvo fino y sumado a la férrea marca que le impusieron, no pudo con los internos del local (0/2 en dobles y 0/3 en triples).
Sobre la chicharra final el americano Lewis se posteó, giro y cerró la primera mitad ante la algarabía del público local (35/29), señala El Diario.
En el arranque del complemento las cosas se movieron rápidamente. Tras una pérdida de Dodson en la primera ofensiva (13 en el equipo), Castets se plantó para estirar diferencias (38-29). Pero Echagüe volvió a la carga en su defensa y Elías Saad y Dodson acortaron distancias (38-32). Aunque aquello parcial fue solo una ilusión, y Monte Hermoso aprovechó la endeble resistencia defensiva de la visita para tomar una luz de ventaja (44-34).
El juego se volvió luchado y friccionado, siendo Monte Hermoso quien sacó provecho por las desatenciones de Echagüe, quien durmió una siesta en el promedio del tercer parcial. Es que los rebotes fueron propiedad del Rojo (cautro en total) y la noche se hizo cada vez más negra (46-36), volviendo a la máxima de ventaja para el dueño de casa. Y para males, tratando de descontar Echagüe apostó a los tiros externos, pero la puntería no estuvo del lado del AEC (5/18).
Uranga rotó el equipo, cambió la pintura, pero Centeno y Franco no fueron soluciones para los inspirados Cabello y Mansilla. Claro que para la suerte del Negro no fueron muy efectivos los locales a la línea (2/6), para no sacar mayor ventaja. Así el dueño de casa se fue al último descanso con una distancia tranquilizadora, no solo en lo numérico, sino también por la contención sobre su adversario (55-45).
El inicio del último chico no tuvo mayores cambios. Si bien se pudo contener al ataque local, no se siguió siendo efectivo en ofensiva (13/46), ni en la pintura ni por parte de los perimetrales (5-22), para que a falta de poco más de cinco minutos, el tiempo y los nervios se apoderen de las ideas de Echagüe. Esto claro siempre fue aliado del dueño de casa, quien mantuvo su ventaja de 10 puntos (57-47).
Pero siempre hay una luz de ilusión. A poco más de cuatro minutos, aparecieron dos bombas de Fernández y Cantón para meter un parcial de 8-1 y soñar (58-56). La defensa siguió siendo férrea para anular el ataque local y en ofensiva se fue efectivo (3/3), para pasar al frente nuevamente en el marcador (62-61), a falta de 2’ 27’’.
Y si algo le faltaba a este emotivo encuentro, fue una falta técnica inexistente a Cajal y un doble sobre la chicharra para igualar el tanteador el local y llevarlo a suplementario en 66.
El juego siguió siendo friccionado y el AEC aprovechó su momento defensivo, cuestión que le costó y mucho vulnerar al ataque local. A poco más de un minuto apareció una bomba de Fernández (2/5) para callar el estadio (74-70) y soñar. El golpe a golpe en la línea más efectivo para la visita que celebró ante todos (incluyendo los jueces), para trasladar la serie a Paraná.
Fuente: Análisis Digital
Foto Gentileza: El Diario
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