El “Huevo” Sánchez recuperó la sonrisa, tras la victoria frente a Obras, en la que su equipo defendió como a él le gusta y sumó dos puntos vitales en la lucha por lograr la clasificación a los playoffs.
El entrenador bahiense destacó inicialmente la jerarquía del rival. “Hay que disfrutar y valorizar el triunfo con Obras, porque además de tener un equipo importante, tiene un entrenador muy táctico, que sabe jugar este tipo de partidos contra un equipo que está en crisis como el nuestro”, expresó convencido.
“Cuando defendimos inteligente y resolvimos bien las trampas defensivas, recuperamos muchos balones y parecía como un trámite el partido en algunos momentos. Y estábamos jugando con un equipo que venía a buscar la clasificación. En momentos de crisis, a mí me interesa que si faltan 2 minutos y ganamos por 20, si podemos sacar 30, hay que sacar 30. No podemos regalar nada, porque si a vos te tienen que pisar la cabeza, te la van a pisar”, agregó con el entusiasmo que lo caracteriza.
Luego, se mostró optimista de cara al futuro. “Tenemos la obligación de crear un estilo de juego, después va a venir el comentario: ‘Quimsa te raspa, es durísimo’. Tenemos que ser un equipo cada vez más agresivo, más intenso, de no regalar nada, de poner bien claras las reglas de defensa”, expresó.
La competencia ingresará en un paréntesis por la participación del seleccionado argentino en los Juegos Odesur, lo cual le permitirá al “Huevo” seguir moldeando al equipo. “Nadie va a tener descanso. Yo no me voy a Mar del Plata. Y a partir del martes a la mañana vamos a estar trabajando. Va a ser todo musculación y todo parte atlética con el balón. Lástima que justo los americanos (Darren Phillip y Xavier Silas) van a estar ausentes, porque se van al Juego de las Estrellas. Vamos a venir temprano al club y a hacer lo de siempre”, comentó.
Consultado por el ingreso de Funes en lugar de Vega en la formación inicial, explicó: “Le quería dar la oportunidad a Fernando. Y a Sebastián me parece que el banco también le va a hacer bien. Tengo que sacarle algunos hábitos de exceso de dribbling, que use esa penetración que tiene que es fulminante, con menos pique y con más piernas. Y tengo que ir probando, que el equipo sea intenso y que todos sepan que en el juego soy imprevisible. Yo no tengo
sentimientos”.
Por último, se refirió al festejo eufórico que realizó tras un doble increíble de Gabriel Deck en el último cuarto. “Me gusta, porque yo lo quiero hacer que sea santiagueño para dormir la siesta, pero para jugar al básquet que se mate y que corra, como ustedes antes jugaban al básquet. Viste esa cara de sueño que tiene, se la quiero transformar”, expresó.
Fuente: El Liberal
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