Derrotó a Quimsa por 97 a 85. Después del juego que cedió ante Atenas, el equipo marplatense salió decidido a no dar ventajas. Así cuajó un buen partido y encarriló un triunfo cómodo.
Enojado no tiene contra. Peñarol salió a jugar con una contracción defensiva muy distinta a la del último viernes. Esa fue la llave que abrió la puerta a un cómodo triunfo sobre Quimsa, por 97 a 85, en partido de la decimosexta fecha de la Liga Nacional de básquetbol. Pero anoche tan importante como la defensa fueron el juego de pases y la superación de los relevos.
Quimsa pagó los platos que rompió Atenas el último viernes. Porque se encontró con un Peñarol enojado, reconcentrado, que salió enfocado en no dar ventajas de tipo alguno.
El equipo de Rivero, esta vez, defendió con la agresividad que puede. No hubo concesiones para jugador alguno de los visitantes. Del otro lado, sin brillanteces, pero ejecutando con lógica, paulatinamente adquirió ventajas. Primero, con la intención manifiesta de habilitar a Leiva. Promediando el cuarto inicial, ya se imponía 11 a 0.
Quimsa amagó una reacción cuando Peñarol dejó de buscar al pivote y apostó, sin eficacia, al tiro de tres puntos. Ahí Treise clavó dos "bombas" y la diferencia se redujo a tres (11-8). Pero enseguida el equipo local ajustó las clavijas sobre Treise y metió un par de ataques rápidos para volver a distanciarse y llegar 20 a 12 arriba al primer descanso.
El dominio se acentuó en el segundo parcial. Y con un inestimable aporte de la rotación, una de las cuentas pendientes de las últimas presentaciones. Weigand, con rebotes y 8 puntos, brilló con luz propia. Pero Sosa clavó dos triples, Gaby Fernández otro y aportó defensa y hasta el pibe Santiago Giorgetti reemplazó medio cuarto a Campazzo sin errores. Cuando encontró la medida del lanzamiento externo, Peñarol consiguió una máxima luz de 17 puntos (43-26) a segundos del final primer tiempo.
El conjunto "milrayitas" remató la faena en el tercer parcial. Paradójicamente, no defendió como en la primera parte. En los terceros diez minutos, Quimsa anotó más que en los dos primeros parciales juntos. Pero fue tan bueno lo que los locales produjeron en ataque que jamás estuvieron presionados.
Literalmente, fue un concierto de pases y buenos tiros. Anotó de cerca, de lejos, en velocidad y también tomándose su tiempo. Campazzo jugó al director de orquesta e hizo lucir a todos. Al final del parcial, Peñarol había conseguido 35 puntos y cinco de sus jugadores ya estaban con anotaciones de dos dígitos. Y la diferencia era de 22 puntos: 78 a 56.
Ahí se terminó el partido. Peñarol, regulando, no corrió riesgos en el cuarto final. El colchón ya era tentador para dormirse una "siestita", que no hizo mella en el resultado.
Síntesis:
Peñarol (97): F.Campazzo 11, A.Boccia 13, F.Giorgetti 17, L.Gutiérrez 12 y M.Leiva 18 (FI); A.Weigand 14, I.Sosa 9, G.Fernández 3 y S.Giorgetti 0. DT: Fernando Rivero.
Quimsa (85): J.Treise 13, J.Green 8, S.Vega 11, D.Tintorelli 5 y D.Phillip 21 (FI); F.Funes 4, G.Deck 13 y C.Schoppler 10. DT: Fabio Demti.
Estadio: Polideportivo ?Islas Malvinas?.
Arbitros: Roberto Smith-Oscar Britez.
Progresión: 20-12, 43-27 y 78-56.
Sin Bulfoni
Javier Bulfoni, quien ayer acordó los últimos detalles para incorporarse a Peñarol, no pudo debutar anoche ante Quimsa porque todavía no fue habilitado por la Asociación de Clubes. El santafesino integrará la delegación que viajará a Córdoba y Santiago del Estero y debutaría el jueves ante los cordobeses en el encuentro correspondiente a la decimoséptima fecha que será televisado a todo el país desde las 22.
Fuente: La Capital
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