Arrigoni asumió oficialmente como entrenador de Atenas. Apuesta a la inteligencia y fundamentalmente a la memoria. “Hay que hacerse cargo. De todo eso se aprende”, dijo.
El reloj marcaba las 19.09 y en el Polideportivo Carlos Cerutti comenzaba una nueva Era. La tercera en poco menos de cuatro meses. Marcelo Arrigoni tenía la pilcha de entrenador principal puesta y le daba proa a la posibilidad profesional más importante de su carrera. Primero, con un extenso diálogo junto al plantel (incluso Matías Lescano) en el círculo central del rectángulo de juego, mismo escenario que sirvió para que el presidente Verde, Luis Schenone, lo presentara oficialmente frente al equipo. No estuvo presente Felipe Lábaque.
“Es una tremenda responsabilidad, pero tengo muchísima fe en que las cosas nos van a salir bien. Tenemos que tratar entre todos de poner las cosas en claro y recapacitar sobre la situación por la que atravesamos”, le dijo la “Pepa” a PODIO.
“Los cordobeses, los basquetboleros y los que conocemos la historia de Atenas estamos viviendo un momento muy doloroso. No queda otra que arremangarnos y revertirlo, ya que esa será la única forma de recuperar la sonrisa y sentirnos bien”, afirmó.
¿En medio de esta vorágine por dónde se empieza?
Por las pequeñas cosas. Siempre digo que como se entrena, se juega. No hay misterios y hay que partir desde esa base. Sabemos que estamos en pleno campeonato, que quedan 13 fechas y que uno no puede hacer cosas que le hubiera gustado por cuestión de tiempo. Aparte, hay hábitos que serán difíciles de corregir, pero habrá que intentarlo.
¿Hay mucho por cambiar?
No hay que modificar mucho, pero sí tratar de extender la mayor cantidad de tiempo el buen rendimiento. Hay que jugar de banca, como les dije a los jugadores. Cuando enfrentemos a equipos que están como nosotros o abajo nuestro en la tabla de posiciones, hay que ganarles, no hay otra.
¿Y cómo se logra eso en este momento?
Es un trabajo diario. No debemos forzar situaciones, saber a dónde tiene que ir la pelota y entender el rol de cada uno. Cuando vamos de punto es otra cosa, porque si vas sabiendo que el partido es de los perdibles, la situación varía. Jugás más tranquilo y las cosas así muchas veces salen mejor.
Hablas de rol, algo que por las variantes que sufrió el equipo parecen estar algo confundidos...
Es determinante ese tema. Tengo un equipo muy inteligente, y si tienen buena voluntad se van a dar cuenta de lo importante que puede ser cada uno a la hora de aportar lo suyo. Acá hay jugadores profesionales con muchos años de carrera, chicos con experiencia... No pasa por uno u otro jugador, aquí es el grupo el que debe encontrar el rumbo y decir: “Bueno, basta loco. Le demos para delante hasta el final”.
¿Lo pasado pisado?
No, lo pasado no es pisado. Aquí es justamente importante tener memoria y hacerse cargo de lo malo y también lo bueno. Hay que recordarlo muy bien. De todo eso se aprende.
Arrigoni pretende devolverle la sonrisa a Felipe Lábaque
Las declaraciones vertidas por Felipe Lábaque a PODIO, en las que puso en duda su continuidad en Atenas una vez que culmine la temporada (aunque anoche comenzó a recobrar fuerzas), fueron ayer un tema ineludible. Y uno de los que se refirió a la cuestión fue justamente el nuevo entrenador Verde, Marcelo Arrigoni.
“Hay que intentar motivar a los dirigentes, principalmente a Felipe Lábaque, a quien lo vi muy desmotivado. Personalmente es lo que más me preocupa, y se lo voy a decir a los muchachos, ocasión en la que también sabré cuál es la opinión de ellos”, explicó la “Pepa”.
Mientras que luego, agregó: “Al dirigente exitoso, con nueve títulos ganados, verlo con lágrimas en los ojos es duro. Asumo una responsabilidad muy grande de revertir esto, porque no puede ser que él quiera separarse de la cuestión por el momento que está viviendo el equipo”.
Fuente: La Mañana
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