Vuelo alto para llegar a otra final


Peñarol derrotó a Regatas por 96 a 89. El equipo marplatense dio una exhibición en el primer tiempo para prácticamente liquidar la historia. Hoy define el Torneo Súper 8 ante Quimsa a partir de las 20.

Con veinte minutos iniciales fenomenales, que le permitieron lograr una diferencia casi indescontable, Peñarol venció a Regatas Corrientes por 96 a 89 y clasificó a su quinta final de un Super 8. Esta noche, a las 20, ante Quimsa de Santiago del Estero intentará calzarse la corona por cuarta vez en este certamen reservado para los ocho mejores de la primera fase de la Liga Nacional de Básquetbol.

Le hubiera hecho partido a cualquier equipo de fuste de la EuroChallenge. El primer tiempo que jugó Peñarol anoche fue sencillamente descomunal. Enorme. De lo mejor de los últimos años y eso que hubo en ellos varias noches rutilantes.

Guiado por un Campazzo genial, Peñarol fue una máquina de defender y atacar. Se enfocó en reducir a la mínima expresión posible a todos los compañeros de Paolo Quinteros. En empequeñecer a los más previsibles y lo logró a la perfección. El formidable tirador entrerriano, mientras estuvo en cancha, hizo lo suyo. Pero no tuvo el más mínimo apoyo en el conjunto.

Esos apoyos en Peñarol sobraron. Todas las variantes funcionaron. El balón interior a Leiva. La media distancia de Boccia o Johnson. Las penetraciones de Campazzo. El contraataque. Y, fundamentalmente, el tiro a distancia. Que llegó siempre como broche de oro para una sucesión de pases rápidos y precisos.

Fue una lección de básquetbol. Que en vivo presenciaron muy pocos. Pero fueron miles quienes desde el sillón de sus hogares se llenaron la panza con un juego excelso.

Regatas aguantó el rato que jugó Quinteros. Y cuando Peñarol comenzó a calibrar la mira para su tiro abierto se derrumbó. El primer cuarto, después de un par de bombas de Leo Gutiérrez, se cerró con un 32-16 lapidario.

Como si fuera poco, metió un parcial de 8-1 en el minuto y medio inicial del segundo cuarto. Salió Campazzo a descansar y Peñarol salió igual. Ibarra condujo bien. Sosa ingresó intratable con sus tiros de tres puntos (3/4 triples), Weigand y Fernández en la misma sintonía. La diferencia trepó a los treinta puntos (55-25) a falta de tres minutos y Peñarol se fue al descanso 61-34 al frente y con un 66% de cancha.

Claro que mantener semejante ritmo no es posible. En el regreso, Regatas salió con todo y tuvo cinco minutos iniciales esplendorosos. Plantó su defensa por primera vez en el partido y metió un parcial de 17-3 en ese lapso.

Entonces Boccia metió dos tiros de tres puntos y frenó la reacción en seco. El resto lo hizo Peñarol con una sostenida mejoría defensiva. No logró recuperar la brillantez de otrora, pero limitó a los correntinos a sólo seis puntos en el tramo final del tercer parcial para irse 76-57 arriba al último descanso.

En la recta final Peñarol se dedicó a cuidar la ventaja. Una ráfaga triplera pergeñada entre Quinteros, Gerlero y Javier Martínez le permitieron a Regatas quebrar la barrera de los diez puntos de diferencia. Pero entonces ya faltaban poco menos de tres minutos. Y con pasarle la pelota a Campazzo, la gran figura del partido, fue suficiente.

Síntesis:

Peñarol 96: F.Campazzo 21, K.Johnson 4, A.Boccia 26, L.Gutiérrez 11 y M.Leiva 6 (FI); G.Fernández 5, A.Weigand 5, I.Sosa 14 y M.Ibarra 4. DT: Fernando Rivero.

Regatas (C) 89: P.Hopson 6, P.Quinteros 23, M.Gerlero 14, R.Sánchez 1 y F.Martina 5 (x) (FI); N.Romano 4, J.Martínez 23, P.Calderón 4, M.Bortolín 6 y N.Brussino 3. DT: Nicolás Casalánguida.

Estadio: Polideportivo Gustavo Torito Rodríguez.
Arbitros: Alejandro Chiti-Fernando Sampietro-Diego Rougier.
Progresión: 32-16, 61-34 y 76-57.

Fuente: La Capital

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