Derrotó 82 a 77 a Libertad para meterse en semifinales del Torneo Súper 8. El equipo marplatense no jugó bien. Pero su poder de fuego de tres puntos lo mantuvo adelante casi siempre y remató el cotejo con inteligencia en los tres minutos finales. Hoy, a las 21, ante Regatas.
Peñarol derrotó anoche a Libertad de Sunchales por 82 a 77 en el cotejo que cerró la segunda jornada del Torneo Súper 8 de básquetbol. Así se metió en una semifinal que parece una final. Esta noche enfrentará desde las 21 a Regatas Corrientes en esa instancia. Antes, a las 18.30, será el turno de Atenas y Quimsa.
En Mendoza se vio al viejo Peñarol. A aquel equipo que intentaba más de tres puntos que de dos. La antigua fórmula sirvió para sacar adelante un partido duro, deslucido en varios pasajes. Aunque le quitó al elenco "milrayitas" la consistencia de los últimos partidos.
El tiro de tres puntos fue el argumento predilecto para establecer ventajas y luego para ponerlas a salvo. Arrancó 8 a 2 con sendos "bombazos" de Leo Gutiérrez (ni rastros de su lesión del domingo) y Campazzo y con una defensa con pocas concesiones.
Libertad enseguida se acomodó, protegiendo bien su canasto. Leiva no gravitó como últimamente. Pero entre los tiros abiertos y algunas corridas de Boccia el equipo marplatense se las ingenió para mantener su posición de dominio.
En el segundo cuarto las faltas antideportivas y algunas pelotas perdidas le impidieron despegar a Peñarol. Sin embargo, Libertad no aprovechó la confusión peñarolense para tomar el control del partido. A lo sumo, llegó a ponerse a dos puntos. Pero en la parte final del parcial la defensa "milrayitas" nubló la ofensiva de los de Fernando Duró. Peñarol sí aprovechó y despegó a 41-33, la máxima del primer tiempo, recortada en la jugada final por un tiro de tres puntos de Fernández Chávez.
Los vaivenes del partido se acentuaron en el segundo tiempo. Libertad equiparó enseguida. Pero Peñarol le metió un parcial de 12-0 (doble y falta de Leiva, dos triples de Gutiérrez, otro de Campazzo) y se escapó a 53-41. Enseguida, la luz se hizo de trece puntos: 57-44.
Fue Pablo Barrios, a pura bomba. el que sacó la cara por Libertad en el final del parcial para recortar la ventaja. Y llegó a situarse a nada más que cinco puntos en el propio tercer cuarto, cerrado con acierto por Matías Ibarra con un doble de costa a costa para ingresar 64 a 56 al cuarto final.
El celo con el que los árbitros penaron las faltas ofensivas puso en problemas de personales a los dos equipos. Peñarol sufrió menos la erosión, pero le costó en el comienzo del cuarto final tener sentados un rato a Leiva y Campazzo. Y los extrañó.
Con nueve puntos consecutivos de Diego García, cuando restaba un poco más de tres minutos, el conjunto santafesino pudo equiparar en 72. Entonces apareció Campazzo. Y aunque en un contraataque perdió un doble insólito por querer volcar el balón en lugar de asegurar con una bandeja, el resto lo hizo todo bien. Asistencia para Boccia, asistencia para que Weigand clave un triple de frente, un par de robos oportunos y dos tiros libres para llevar el marcador a un 82-77 irremontable para Libertad. Una tapa de Leiva sobre un intento de tres de Fernández Chávez termine de asegurar un triunfo que mucho le costó a Peñarol. Pero que lo metió en una semifinal con olor a final.
Síntesis:
Peñarol (82): F. Campazzo 9, K. Johnson 4, A. Boccia 12 (x), L. Gutiérrez 17 y M. Leiva 8 (FI). I. Sosa 5, G. Fernández 8, A. Weigand 12, M. Ibarra 7. DT: Fernando Rivero.
Libertad (77): D. Ciorciari 10 (x), D. García 19, J. Fernández Chávez 11, A. Alloatti 8 y H. Rollins 5 (x) (FI). P. Barrios 15 (x), J. Slider 5, D. Lo Grippo 3, J. Vildoza 0, B. Zanotti 1. DT: Fernando Duró.
Estadio: Polideportivo Gustavo "Torito" Rodríguez, de San Martín, Mendoza.
Arbitros: Alejandro Chiti, Pablo Estévez y Fabricio Vito.
Progresión: 18-14, 41-36 y 64-56.
Fuente: La Capital
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