El Poli es su casa


Peñarol derrotó al campeón Regatas. El equipo local sacó a relucir todo su carácter y su arsenal de variantes para vencer con lo justo a un gran adversario. Gran labor de conjunto con cinco individualidades en más de dos dígitos.

La noche de la protesta masiva del público "milrayitas", que portó carteles con la leyenda "El Poli es mi casa" en reclamo por la decisión municipal de quitarle su localía natural durante tres meses de la futura temporada, fue también la de un extraordinario partido de básquetbol. Y Peñarol, con corazón y una gran tarea equipista, lo sacó adelante para vencer al campeón Regatas de Corrientes por 90 a 86 en un partido correspondiente a la tercera fecha de la segunda fase de la Liga Nacional de Básquetbol.

Peñarol y Regatas estuvieron a la altura de las expectativa y jugaron un partidazo. El actual campeón salió certero con el tiro de tres puntos y estableció una mínima ventaja inicial. El otro problema para el conjunto local fue la agresiva carga del rebote de ataque que hizo Fernando Martina, quien le dio a los suyos la posibilidad de contar con más de un tiro por avance.

Rápido, Fernando Rivero lo mandó a Weigand a la cancha por Johnson, el que más fallaba en el bloqueo defensivo, y subsanó ese inconveniente. Peñarol, con un equipo alto, se hizo muy profundo y jugando repetidamente interior, fundamentalmente para los posteos de Boccia, logró equiparar la partida y hasta dominarla fugazamente.

Sin embargo, Regatas cuenta con demasiada jerarquía individual. Entre Quinteros y Hopson, con sus tiros abiertos, absorbieron el mal momento y así los de Casalánguida se llevaron por la mínima (24-23) un cuarto inicial rico en alternativas.

El segundo, en un contexto más defensivo, también tuvo lo suyo. Rivero, percatado de la extrema dificultad del partido, demoró en mandar la rotación a la cancha. Peñarol , de la mano de Weigand, clave con dos triples consecutivos, arrancó con un parcial de 8-0 y alcanzó una máxima de siete puntos (31-24, luego 33-26) en un par de minutos. Pero se distrajo defensivamente y, con un parcial también de 8-0, Regatas lo volvió a equiparar.

De ahí hasta el descanso, palo a palo. La entrada en escena de la rotación en la segunda mitad del cuarto no trajo mayores variantes. Peñarol perdió poder de fuego, pero mantuvo la paridad con su defensa. El equilibrio se hizo muy marcado y Regatas lo rompió con un doble de Martina, aprovechando un lento regreso a defensa peñarolense, en la jugada final del primer tiempo para irse a los vestuarios 43-41 al frente.

El tercero fue el gran cuarto de Peñarol. Campazzo volvió a la cancha enfocado y se "comió" a Hopson en el duelo de bases. El equipo marplatense, además de ser más profundo, encontró el respaldo de un arma siempre eficaz: el tiro de tres puntos.

De movida, Gutiérrez aplicó uno y Campazzo otros dos para producir el primer golpe de escena. Peñarol empezó a manejar una ventaja que osciló en los seis o siete puntos. Y pudo hacerlo pese a que Rivero, promediando el parcial, optó por resguardar a Campazzo con tres faltas. Claro que Regatas también perdió lo suyo con las salidas transitorias del puertorriqueño Sánchez y de Phil Hopson, ambos con cuatro.

El equipo local, guiado por un Gutiérrez muy lúcido, pudo consolidar esa posición de ventaja sobre un rival que se sostuvo fundamentalmente con los puntos de Paolo Quinteros. Y, con un triple de Leiva en el segundo final del parcial, se fue al descanso corto 72-61 al frente.

Pero no estaba dicha la última palabra. Paolo Quinteros sacó a relucir su estirpe de líder y el pibe Bortolín se movió con astucia por la línea de fondo para aprovechar la preocupación que generaba la defensa del tirador. Entre ambos se combinaron para liderar un parcial muy favorable para Regatas, que además encontró dividendos con la iniciativa de defender triángulo y dos sobre Campazzo y Gutiérrez. Con un parcial de 15-5 en cinco minutos, los correntinos equipararon todo cuando restaban todavía cinco minutos.

El cierre estuvo para cualquiera de los dos. Quinteros, que había jugado un partidazo, falló dos libres claves en la recta final. Peñarol, que impuso su poderío físico ante la formación baja que eligió Casalánguida para cerrar, manejó una estrecha ventaja. Pero nada tranquilizadora. A falta de 25?, con victoria ?milrayitas? 88-86, encabezó un ataque para igualar. Pero patinó y le entregó la pelota en bandeja a Campazzo, quien salió raudo y asistió a Boccia para que pusiera el 90-86 final de una gran noche de básquetbol.

Síntesis:

Peñarol (90) : Facundo Campazzo 14; Kejuan Johnson 3, Adrián Boccia 20, Leonardo Gutiérrez 16, Martín Leiva 13 (fi) Axel Weigand 14, Matías Ibarra 7, Gabriel Fernández 3. Dt: Fernando Rivero.

Regatas (86): Phillip Hopson 12, Paolo Quinteros 30, Miguel Gerlero 2, Ricky Sánchez 13, Fernando Martina 8 (fi) Nicolás Brussino 5, Javier Martínez 2, Matías Bortolín 14. Dt: Nicolás Casalánguida.

Progresión: 23-24, 41-43, 72-61 y 90-86
Arbitros: Ramallo-Dinamarca
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas

Fuente: La Capital
Foto Gentileza: 0223.com.ar

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