Sin sobrarle nada, y aún muy lejos del ideal y preso de su irregularidad, a Atenas le alcanzó para vencer a Estudiantes de Concordia por 71-64 y volver al triunfo. El Verde dejó otra pálida imagen.
La imagen no es nada, la sed de triunfo fue todo. Sin desplegar un gran básquetbol, a Atenas le alcanzó para volver a la victoria frente al benjamín de la categoría, Estudiantes de Concordia, por 71-64 Así el Verde se recuperó de la pálida imagen dejada en Sunchales y se prende bien arriba. De todos modos, queda mucho por mejorar.
Mal jugado, feo, ordinario, ineficaz, chato… Éstas y otras tantas características de la misma tónica tuvieron los primeros diez minutos del partido. Estudiantes se metió el juego en el bolsillo y desplegó el papel que más le gusta: score bajo, juego áspero y desordenado, desde donde siempre salen los mejores resultados, al menos por lo demostrado hasta aquí.
Y Atenas no hizo mucho mérito como para darle la contra. Se confundió en defensa una y mil veces y pecó de exceso de individualismo sin réditos, por caso Walter Herrmann, que fue más lo que habló con los árbitros que lo que anotó. El Verde culminó con un bajo 20% de campo, producto de 5/20, para completar un magro parcial de 12-11.
En el segundo segmento “chico” fue poco lo que cambió. Las rotaciones e ingresos de Diego Guaita (dos triples) y Nicolás Zurschmitten le dieron soluciones al entrenador Mario Milanesio. Pero ojo, las cosas no se hicieron del todo bien, sino que la magra eficacia del elenco de Concordia colaboró para la causa. Una repentina aparición de Bruno Lábaque y un parcial de 12-4 le permitió a los cordobeses recuperar la confianza y retirarse 31-24.
En los vestuarios se habló, y mucho. El equipo se trepó a la madera apenas un minuto antes de que culminara el tiempo reglamentario de descanso e intentó mostrar otra imagen, con mucho más sacrificio y algo más de básquetbol. Ajustó los tornillos en defensa con una acertada zona, pudo correr la cancha y también se le abrió el aro de la mano de Herrmann (7 puntos) y Lewis (6). Sacó la máxima parcial de 50-33 a falta de 2´23 y se decidió a quebrarlo, pero sus propias desatenciones no se lo permitieron y el marcador quedó en 52-42 tras un adverso 0-7.
Ya en los últimos 10, con la visita jugada al todo por el todo, los cordobeses redondearon una actuación algo así como regular con el 71-64 final. En honor a la verdad, si es que quedó algo para resaltar, fue apenas el triunfo.
Síntesis:
Atenas (71): Bruno Lábaque 13, Alexis Elsener 9, Walter Herrmann 15, Greg Lewis 14, James Williams 8(FI); Matías Lescano 4, Diego Guaita 6, Nicolás Zurschmitten 2. Técnico: Mario Milanesio.
Estudiantes (64): Nicolás Ferreyra 7, Juan Manuel Rivero 8, Roberts Lee 6, Ronald Anderson JR 5, Pablo Moya 18 (FI); Santiago Arese 3, Eduardo Gamboa 12, Nicolás Agasse 5. Técnico: Hernán Langinestra.
Progresión: Atenas 12-11; 31-24; 52-42 y 71-64.
Árbitros: Roberto Smith y Omar Mendoza.
Cancha: Polideportivo Cerutti.
Fuente: La Mañana
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