Fue tan contundente, que ganó regulando. Parece un contrasentido, pero eso fue lo que sucedió. Apenas hubo cierta paridad en el cuarto de apertura. Después, todo fue de Peñarol, que superó anoche sin problemas a Estudiantes de Bahía Blanca, por 98 a 70, por la segunda fecha de la primera fase de la Liga Nacional "A" de Básquetbol (Zona Sur).
El voluntarioso empuje del "albo" apenas resistió durante los primeros diez minutos de acción. En ese lapso, el local alternó momentos muy buenos, con la conducción soberbia de Facundo Campazzo (5 asistencias en el parcial) y su conexión con Leonardo Gutiérrez (3 de 4 triples en el segmento), con otros de ciertas dudas defensivas, sobre todo para asegurar el rebote en el propio cristal.
Ese, quizás, fue el único lunar en una noche fantástica del equipo de Fernando Rivero. Aún en inferioridad de condiciones a lo largo de todo el encuentro, Estudiantes le capturó 12 rebotes en ataque, y de alguna manera compensó su mayor cantidad de pérdidas de balón.
El pivote George Blakeney (14 puntos y 12 rebotes) fue uno de los pocos que consiguió poner en problemas al local, si bien la ráfaga del segundo cuarto definió por anticipado la contienda para el lado del "milrayitas".
Además de imprimir mayor presión con su defensa, Peñarol disfrutó de su mejor tramo integral de toda la tarde-noche de ayer. Porque al continuo goleo de Gutiérrez, se sumó el daño que hizo Martín Leiva en el poste bajo y la sorpresa del puertorriqueño Isaac Sosa (11 puntos, con 3 de 4 triples en el parcial). Se le vino encima un aluvión a Estudiantes, que supo cómo frenarlo y en un rato se encontró 20 puntos abajo en las cifras. El tiro abierto fue, como casi siempre, un argumento letal.
Con la confianza por las nubes, sabiéndose superior y dominante, la última jugada antes del descanso largo marcó la realidad de uno y otro. Lisandro Rasio falló un tiro factible, Campazzo inició la lenta ofensiva con 13 segundos por jugar y, mientras Adrián Boccia le reclamaba con gestos que marcara la ofensiva, el base ya lo había decidido. En el último instante se llevó una mano a la cabeza, aceleró la circulación y lo encontró al infalible Leo abierto a 45 grados para ponerle el moño a la etapa inicial con un triplazo.
Fue el punto final para el primer tiempo y también el punto final para el partido. Se presumía definido antes de tiempo y eso y no otra cosa fue lo que pasó. Entonces, el complemento transcurrió entre la decisión de Peñarol de no forzar situaciones y el empeño muchas veces carente de claridad de Estudiantes.
El "milrayitas" otorgó algunas licencias atrás, pero se sostuvo con la entrada en acción de Adrián Boccia, muy apagado en la primera mitad.
Y por si quedaba algo del festejo que ya había gastado a cuenta el público peñarolense, en el último segmento, después de dosificar esfuerzos y regular el trámite, el equipo apretó otra vez el acelerador. Primero fueron dos triples de Leo Gutiérrez (terminó con 7 de 10), pero después, los grandes protagonistas fueron otros. Bien diferentes a los habituales. Lucieron los pases-gol de Matías Ibarra, una furiosa racha de acciones positivas de Axel Weigand, y las celebradas contribuciones a la causa de los pibes, Santiago Giorgetti, Julián Morales y Nicolás Giménez. No se podía pedir mucho más. Fue un triunfo redondito antes del viaje hacia Ecuador.
Síntesis
Peñarol (98): Facundo Campazzo 8, Eshaunte Jones 6, Adrián Boccia 13, Leo Gutiérrez 27 y Martín Leiva 10 (FI) Franco Giorgetti 2, Isaac Sosa 17, Matías Ibarra 1, Axel Weigand 9, Santiago Giorgetti 3, Julián Morales 0, Nicolás Gimenez 2. DT Fernando Rivero
Bahía Basket (70): Gastón Whelan 6, Matías Nocedal 13, Ivory Clark 8, Lisandro Rasio 8, George Blakeney 14 (FI) Nicolás Lauria 4, Mateo Gaynor 4, Agustín Ambrosino 2, Gonzalo Martínez 6, Lucio Redivo 5 y Francisco Filippa 0. DT Sebastián Ginóbili
Parciales: 21-18, 53-33, 75-53
Árbitros: Fabricio Vito - jorge Chávez
Estadio "Polideportivo Islas Malvinas "
Fuente: La Capital
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