Gimnasia Indalo inicia la pretemporada


Hoy desde las 10 en gimnasio +More, y bajo las órdenes del ayudante de campo Martín Villagrán y el profesor Claudio Alvarez, el plantel profesional de Gimnasia Indalo iniciará su pretemporada para afrontar desde el 11 de octubre la 25ª participación en la

Liga Nacional de Básquetbol. El equipo comodorense volverá a trabajar en horario nocturno, cuando desde las 21 se reencuentren en el piso del estadio Socios Fundadores.

Al equipo patagónico aún le resta cerrar una ficha extranjera –tras la partida de Diego Romero a Quilmes de Mar del Plata– mientras que los jóvenes Gonzalo Alvarez y Leandro Valinceti se convirtieron en las nuevas caras de un plantel que deberá saber a qué apunta con una camada de jugadores que vienen del TNA o que no cuentan con ‘fogueo’ en la máxima competencia nacional.

El hecho de no existir descensos suma voces a favor y en contra en el ambiente. Aunque a la hora de ser políticamente correctos, el vaso medio lleno lo representa el slogan “le vamos a dar prioridad a la cantera”, que en el caso de Gimnasia no es así. En tanto que el vaso medio vacío –y no tan difundido– supone la nivelación hacia abajo para algunos equipos de la Liga Nacional. La postura, el ‘discurso’ y la realidad se verá una vez que la pelota comience a rodar en los campos de juego del país, donde quedará evidenciado si lo manifestado por las dirigencias se traduce en acciones concretas.

Entonces, en base a ello, se podrá esperar una competencia inusual en la LNB, donde a algunos equipos como Peñarol tal vez no le represente mayor esfuerzo superar a aquellos rivales que priorizan el crecimiento institucional y el fortalecimiento de sus divisiones inferiores, restando competitividad.

Para Gimnasia Indalo, el panorama es nuevo en todo sentido: jugadores debutantes, el retorno de Néstor Bogado –ex coordinador de las inferiores– a Juventud Sionista de Paraná, como así también la salida de Diego Romero –amado y cuestionado, pero en definitiva un jugador forjado en el club– a Quilmes de Mar del Plata y la esperanza en el retorno de Nicolás De los Santos, que si bien no es del club llegó como juvenil para ganarse el aprecio de la gente.

Además de Pablo Orlietti, Santiago Scala y Exequiel Cassinelli, las nuevas caras que se sumaron son las de Diego Cavaco –ex Unión Progresista de Villa Angela, Chaco–, Carlos Schattmann –viene de Lanús–, y el ala pivote Byron Johnson, quien en la pasada temporada jugó en Huracán de Trelew del TNA.

En concreto, la dirigencia “verde” apostó a contratos a largo plazo, ya sea con el técnico Gonzalo García –uno de los asistentes técnico de la selección argentina– como así también con las incorporaciones, aunque en el básquet nada está dicho, y los resultados –o los vericuetos propios de la institución– pueden siempre llevar a buscar nuevas alternativas.

Entonces, a Gimnasia Indalo le queda un camino nuevo a recorrer, donde el desempeño inicial será fundamental para que la gente acompañe al equipo en el Socios Fundadores a lo largo de la competencia, y no sólo cuando el equipo avanza en instancias definitorias, porque el hincha que se precie como tal debe mantener el aliento en todo momento.

En lo social, la institución evolucionó en grande, ya sea a través de campañas de solidaridad para entidades de bien común o el trueque de libros por entradas. En este sentido, el club debe seguir acrecentando el vínculo, y en esos desafíos se notará la ausencia de Romero, que si bien pudo tener cuestionamientos por su desempeño en la cancha, nadie puede negar que el misionero fue un “imán” en aquellos lugares donde parte del plantel se acercó a compartir una jornada distinta con los niños de los barrios más populares de la capital petrolera.

Fuente: El Patagónico

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