Quilmes completó la historia de la temporada. Después de superar lesiones, complicaciones e ir mejorando en su juego; esta noche ascendió a la Liga Nacional de Básquet (LNB) después de vencer a San Martín de Corrientes por 77 a 67, cerrando la serie 3-1.
El “cervecero” fue una mezcla de garra, corazón y juego, sobre todo juego para superar esos malos momentos. De la mano de un trabajador silencioso como Leandro Ramella, el padre de la criatura, que mostró sobradas cualidades en su historia como entrenador y hoy logró su redención con el conjunto de Mar del Plata.
Todo tenía que incrementar los nervios de la noche. En el inicio del juego, se debió parar el partido por la humedad que provocaba constantes resbalones en los protagonistas. A la hora de jugar; Quilmes aplicó una defensa intensa en los primeros minutos, que obligó a su rival a tirar de tres, porque le costó mucho meter la bola en la zona pintada. Ambos estuvieron imprecisos en sus ataques. Maximiliano Ríos metió dos bombazos fundamentales fruto de una buena rotación de balón. San martín no encontró huecos para anotar y cuando lo logró, estuvo muy errático. Sobre el final del primer cuarto el local sacó una primera ventaja de 10 (14-4). La reacción de Pablo D´Angelo fue una presión en toda la cancha, para evitar que su rival corra la cancha y en varias ofensivas complicó al “cervercero” que tampoco estuvo seguro en defensa y cometió muchas faltas. La visita dominó en el rebote defensivo y con un parcial de 7-0; se puso a tres (14-11), pero Rios (cuando no) apareció con un triple que le permitió al equipo de Ramella quedarse con la victoria en el primer cuarto por 17-11.
En el segundo parcial, San Martín se mostró más seguro y efectivo en sus ataques y a pesar de que Quilmes estaba arriba (19-16), la visita trabajó con tranquilidad y defendió duro. Promediando el cuarto, el local reaccionó con un triple de Maciel y los puntos de Essengue, además de una muy buena defensa, donde se destacaron Maciel y Eseverri, debajo del aro. La ventaja se estiró a 10 nuevamente (27-17). Faltando dos minutos para el cierre de la primera mitad el técnico de San Martin, Pablo D´Angelo recibió una falta técnica porque estaba discutiendo con la hinchada de Quilmes. Como solución pusieron un cordón policial en la primera fila de platea, pero el DT logró alterar a todo el estadio. En el regreso al juego y a pesar de los libres que tuvo el local y la reposición, la visita se puso a 1 (31-31) con un parcial 9-0. Sobre el cierre, los de Ramella volvieron al partido porque Romero logró un doble y falta que le permitió irse al descanso largo arriba por 4 (34-30).
Quilmes abrió el tercer cuarto con un parcial de 6-0 con muy buenas acciones de Essengue, Vildoza y Maciel (40-30). Sin embargo, el extranjero se cargó con cuatro faltas y debió salir. Quilmes estaba mejor en su juego, defendió duro y tuvo a Maciel como uno de los principales estandartes, estuvo concentrado y por eso leyó bien la defensa de su rival y llegando a encestar. A pesar de todo, San Martin se mantuvo muy cerca (46-41) porque aprovechó los libres, producto de la cantidad de faltas que cometió el local en este período. Quilmes se recuperó con dos buenas ofensivas y volvió a tomar 10 de ventaja 51-41. El momento de mayor poderío de Quilmes llegó sobre el cierre del tercer cuarto con un Maxi Ríos encendido, que corrió bien la cancha y pudo anotar penetrando la zona o desde el perímetro. Maciel hizo un excelente trabajo en la defensa, pero también supo suplir la ausencia de Essengue peleando bajo el aro, el juvenil Vildoza con sólo 17 años hizo una gran tarea desde la base, pasando bien el balón y robando pelotas. La alegría era toda del “cervecero” porque le salía todo bien. De esta manera y con toda la hinchada cantando y saltando, el elenco de Ramella se quedó con el triunfo parcial en un cuarto muy intenso por 61-47.
Luca Vildoza fue el protagonista del inicio del último cuarto con dos triples seguidos (69-55). Los corrrentinos, un hueso duro de roer, anotaron desde el perímetro y defendieron con mucha intensidad complicando varios lanzamientos a su rival, que desperdició otros tantos porque se lo notó nervioso, no pensó bien y atacó apurado. Por eso el equipo de D´Angelo se mantenía siempre cerca. En los últimos dos minutos, los nervios fueron moneda corriente, las pérdidas de balón estaban a la orden del día, pero Quilmes podía mantener la diferencia con un fuerte Maciel en la pintura, la conducción de Ortiz, la garra de Eseverri, el vértigo de Ríos y la lucha de Essengue.
La suerte estaba echada, Quilmes era el ganador de la segunda plaza en la Liga Nacional de Básquet y dejaba al mejor equipo de la fase regular con las manos vacías. La fiesta se desató en Once Unidos, con un manojo de jugadores saltando en el centro de Once Unidos junto con los hinchas. Nadie lo podía discutir, Quilmes volvió y está de nuevo en la Liga.
Síntesis
Quilmes (MDP) 77: Luca Vildoza 19, Lucas Ortiz 1, Maximiliano Ríos 17, Maximiliano Maciel 16 y Gastón Essengue 16 (FI), Gregorio Eseverri 2, Cristian Romero 3, Andrés Rodríguez 0, Tayavek Gallizzi 3 y Facundo Grutzky 0 – DT: Leandro Ramella
San Martín (Corrientes) 67: Ramiro Iglesias 9, Agustín Carnovale 2, Patricio Rodríguez 21, Santiago González 9 y Gordon James 2 (FI), Bruno Oprandi 2, Iván Basualdo 7 y Miguel Isola 15 – DT: Pablo D´Angelo
Parciales: 17-11, 34-30 (17-19), 61-47 (27-17) y 77-67 (16-20)
Árbitros: Trias, Piedrabuena y Barotto
Estadio: “Once Unidos” de Mar del Plata
Fuente: Marca Deportiva.com
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