El gran capitán de Regatas Corrientes, Javier Martínez, marcó los ritmos de la final frente a Lanús y fue una de las grandes figuras del campeón. En medio de los festejos, la pregunta que se hacen los aficionados correntinos es si habrá “paraguayo” por un años más. “No sé, hoy quiero disfrutar. La rodilla hay días que está bien, otros días no, pero siempre suena, siempre molesta, pero ya van cinco años que estoy así. Por lo que lo voy a pensar, sabiendo también que la familia siempre marca el futuro”, tiró el base al cuestionamiento de los medios de prensa en el estadio Antonio Rotili.
“Desde chico tengo una esencia de competitividad. Primero hay que saber bien las limitaciones que uno tiene, las cualidades para mejorarlas. Por ahí esa inteligencia hace que te vayas superando en las cosas buenas que hacés, y en las malas disimularlas lo mejor posible”.
En el año 2001 dejó su Paraguay natal para desembarcar en la Argentina, donde jugó en Pico Football Club. “Me costó siempre el doble. En el trabajo, en el entrenamiento, en mostrarme internacionalmente con mi selección. Esto lo sufrí también obviamente”. Luego agregó: “Con el correr de los años fui ganando un espacio y cuando la gente de Regatas me propuso nacionalizarme se me hizo más sencillo, al no ocupar ficha de extranjero. Fue una decisión importante y que me permitió seguir creciendo profesionalmente hasta llegar a este título”.
Para alcanzar el campeonato en la Liga Nacional, Regatas alcanzó una gran producción colectiva, eso se debió “al entendimiento de los roles. Muchos teníamos que relegar protagonismo y eso cuando uno lo entiende sale el equipo como tal. Los compañeros aceptaron cada uno su rol y eso permitió que nos sintiéramos importantes, ya sea haciendo 30 puntos y jugando 40 minutos, o jugando pocos minutos sin anotar, o jugando un minuto para entrar y defender. En ese sentido todos fuimos protagonistas”.
En la final fue determinante para imponer el rimo y ganarle el duelo personal a Nicolás Laprovittola. “Me sentí cómodo en la serie, pero no creo que haya dominado a Nicolás (por Laprovittola). Nosotros le propusimos una defensa con Paolo (Quinteros), intercambiando con “Tony” (Washam) y Miguel (Gerlero), estos dos últimos más grandes para complicarlo en el pick and roll, lo que nos permitió también desgastarlo mucho a Battle (Robert), doblándolo. Lo hicimos ir hacia un lugar en donde se sentía incómodo”.
En otro tramo del diálogo con la prensa, en medio de los festejos se le preguntó por la contundencia con que se ganó la serie final, sin resignar punto alguno, a lo que Martínez dijo: “El 4 a 0 es contundente, pero fue una serie dificilísima. Creo que Lanús pagó un poco el desgaste de jugar con Peñarol, no tanto físico porque tiene un plantel largo, pero sí mental e importante, y que supimos aprovechar”, culminó.
Fuente: Diario El Litoral
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