Siempre hay una primera vez



Para ganar tenía que hacer un partido perfecto. Atrás estar concentrado y ser agresivo, adelante tener oficio y ser precisos. Sionista fue eso y mucho más. Fue la mejor actuación en lo que va de la temporada. Y lo fue porque durante toda la noche estuvo firme, porque nunca se cayó, porque soportó la embestida de su rival y porque siempre fue el claro dominador. A su vez, lo hizo en la casa del campeón, ante el mismísimo Peñarol de Mar del Plata.

Difícil nombrar una figura cuando el equipo hizo un trabajo sin fisuras. Fue tan bueno lo hecho por el elenco paranaense que hasta gozó una luz de 31 puntos de diferencia.
El Centro supo como jugar y como llevar a cabo lo planificado. Borró del mapa a las figuras del local e impuso sus pretensiones. Y cuando todos esperaban la reacción del Milrayitas nada de ello ocurrió. Fue la visita el dueño de la noche y por eso festejó. Fue por 81 a 62 en partido válido por la 22° fecha de la segunda fase de la Liga Nacional A.

BUEN INICIO. El arranque tuvo distintos sabores para el Sioni. Lo bueno es que el equipo entró con personalidad y sumamente concentrado, lo que le permitió estar firmes y decididos en ataque. Lo malo es que rápidamente llegó una complicación: Jaime Lloreda sumó dos faltas en los primeros minutos y la visita se quedó sin su hombre más grande en el juego interno.

A pesar de ello, la eficacia y el buen funcionamiento colectivo sacó a relucir la mejor versión de los entrerrianos.
Los de Sebastián Svetliza fueron quienes pisaron fuerte en los primeros minutos. Es así que el elenco paranaense sacó 8 de luz (22 a 14).
Las variantes para lastimar fueron importantes. El Centro Juventud entró decidido, de hecho en el primer segmento seis jugadores vieron acción y cinco de ellos convirtieron puntos, ratificando el buen trabajo.
La conducción de Cequeira, la puntería de Pittman y González y un Sandes atento fueron los argumentos de la visita.

CON FIRMEZA. Lo de Sionista no fue un espejismo, de hecho siguió siendo el dueño del juego. A pesar de los cambios de nombres la estructura no se cayó. La visita inició el segundo cuarto igual que terminó el primero, en ascenso. Primero se fue 30 a 17
y después 34 a 20. Un Pittman con agresividad fue el punto álgido del elenco paranaense.

En busca de cambiar el ritmo del partido, Peñarol apostó a una zona 2-3. A pesar de ello, la visita estuvo entonado y se las ingenió para lastimar. En este sentido, Daniel Hure estuvo encendido, metió 3 de 3 en triples y rompió todos los esquemas. El Cabrito estuvo con mucha confianza y lo hizo sentir en ataque.

Así como en ofensiva lo de la visita fue muy bueno, también fue de gran valor la defensa. Los marplatenses nunca le encontraron la vuelta a como vulnerar la custodia de su adversario. Pecó de ingenuo y solo dependió de algún triple de Leo Gutiérrez.
El conjunto paranaense hizo un gran segundo cuarto, metió un parcial de 26 a 11 y de este modo cerró el primer tiempo arriba por una diferencia impensada, 50 a 28.

EN SINTONÍA. El segundo tiempo arrancó con una pregunta. ¿Peñarol iba a reaccionar o Sionista se iba a sostenerse en ganador?. Como estaba previsto el dueño de casa salió a buscar el partido. Lo hizo con una presión defensiva en toda la cancha. La idea fue molestar al rival, complicarle el traslado y hacerle llegar al ataque con desprolijidad.

A pesar de esta propuesta Sioni no se achicó y demostró con orgullo su esquema.
El partido entró en un momento de alta temperatura. Un par de roces y la presión de la gente llevó el juego a un momento clave. A pesar de ello, la visita siempre estuvo atenta y no entró en el juego de su oponente.

Si bien se esperaba el despertar de los marplatenses, nada de ello ocurrió. Fue la visita el dueño del partido. El Centro Juventud largó el tanteador 57 a 31, después 61 a 33 y sacó la máxima de 64 a 33.

LO CERRÓ BIEN. El Centro Juventud entró al último cuarto con una ventaja de 72 a 44. A diferencia de los anteriores tres cuartos el equipo paranaense tuvo una merma. Se quedó en ofensiva, desperdició chances y por momentos se apresuró. Peñarol, que no estuvo fino, lentamente acortó la diferencia.

El conjunto entrerriano se quedó sin gol y le costó poder anotar. En los primeros 7 minutos el local metió un parcial de 14 a 3 para ponerse a 17 (75 a 58).
Lo bueno para Sionista es que el tiempo fue su aliado y que el campeón tuvo una noche para olvidar rápido.

A pesar del quedo en su juego, los de Paraná aprovecharon la ventaja lograda en los primero tres cuartos y se encaminaron rumbo a un gran triunfo.

Sintesis:

Peñarol (62): Facundo Campazzo 6, Marcos Mata 13, David Teague 9, Leonardo Gutiérrez 18 y Martín Leiva 8 (FI) Selem Safar 0, Lucas Tisher 1, Matías Ibarra 2, Fernando Podestá 0, Lisandro Rasio 2, Julian Morales 2. DT: Sergio Hernández

Sionista (81): Luis Cequeira 14, Carlos Sandes 14, José Lloreda 4, Josh Pittman 10, Luciano González 9 (FI) Alejandro Zilli 10, Allen Wade 7, Daniel Hure 13, Jeremías Sandrilli 0. DT: Sebastián Svetliza.

Parciales: 17-24, 28-50 (11-26), 44-72 (16-22), 62-81(18-9)
Arbitros: Pablo Estévez y Oscar Britez
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas".

Fuente: El Diario de Paraná
Foto Gentileza: ligateunafoto.com

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