Es un líder carismático dentro y fuera de la cancha. Respetado en todas las canchas y admirado en el ambiente de la Liga Nacional, Joshua Pittman, se convirtió en uno de los extranjeros más queridos de la historia. Con un acento claro y arraigado a las costumbres disfruta con placer de una buena copa de vino y un pedazo de carne. Es que el alero de 36 años llegó al país en 1998 para vestir la camiseta de Peñarol de Mar del Plata proveniente de Estados Unidos y, con algunas interrupciones por México y Venezuela, desde aquel entonces hasta hoy jugó 8 temporadas (Quilmes, Atenas, Obras, Libertad).
Hoy disfruta de un gran momento individual y es una de las figuras de Sionista que el viernes le ganó a Quimsa de Santiago del Estero en su segundo partido del año, lo que consideró “un triunfo muy grande porque era el objetivo ganar uno de los dos partidos de visitante”.
A horas de participar de su sexto Juego de las Estrellas dijo que siente “muy feliz” porque consideró que es un evento del que “no todos tienen la posibilidad de estar”.
Elegido Jugador Más Valioso del Juego en 2004 confió que disfruta mucho del show que se disputará mañana y el martes en Mar del Plata y agradece el apoyo de la gente que cada año lo convierte en uno de los jugadores más votados. “Me da mucho orgullo el apoyo de la gente y es algo que me da fuerza para seguir jugando al básquet”, señaló.
Según Pittmann ese afecto explícito tiene una explicación y tiene que ver con su sacrificio dentro de la cancha. “Siempre dejo todo para mi equipo y entreno todos los días para mejoras y ayudar el equipo. Tengo malas y buenas noches, pero siempre dejo todo mi y tal vez la gente se identifica con eso”, comentó.
Otro de los aspecto que resaltó del Juego “es la posibilidad que te da de hablar con los otros americanos, preguntarles como le va en la Liga y disfrutar del básquet sin ser tan serios como en la Liga”.
A pesar de estar intacto y con un promedio de 13,7 puntos por partido y 28,9 minutos Pittman confió que está pensando en dejar la actividad y afirmó que su idea“es terminar acá”. “Estoy en condiciones de jugar un año más y salir campeón sea donde sea. Si algún club me da esa posibilidad voy a jugar un año más y después de me retiro”, anticipó.
Con la decisión tomada explicó la razones y dijo que ”es tiempo de estar con mi familia”. “Físicamente me siento bien gracias a Dios y creo que puedo juagar un poco, pero es tiempo de irme con mi familia, mi hija y mi mujer”. Y agregó: “Es tiempo de hacer otras cosas porque ellas hicieron un esfuerzo muy grande por mi carrera y ahora e tiempo de hacer cosas para ellos”.
También descartó la posibilidad de seguir jugando en Argentina y radicar a su familia en el país porque a pesar de que lo “pensó” consideró que “sería un cambio muy grande para mi hija que va a la escuela” y por otro lado contó que “allá también está mi madre, mis hermanos y mis sobrinos que juegan al básquet y quieren jugar al básquet y los quiero ayudar”.
Pittman parece haber anunciado el retiro. Ahora habrá que ver si Sionista es su última casa en un país que lo adoptó y lo hace sentir como uno más, como también cuenta. “En la mayoría de lo lugares me hacen sentir como un argentino, pero en algunas canchas, a veces me hacen recordar que no lo soy, je”.
El primero
Joshua Pittman fue el primer extranjero elegido MVP del Juego de las Estrellas en 2004. Luego lo siguieron Robert Brown en 2007 y Kyle Lamonte en 2011. El alero del Centro Juventud jugará en el equipo titular de Extranjeros que enfrentará el martes a los Nacionales.
Lo que viene
El alero habló de los próximos partidos de Sionista ante Olímpico de La Banda y Atenas de Córdoba y señaló que “no importa cómo están en la tabla de posiciones y más allá del respeto que les tengo, nosotros de local tenemos que ganar y hacer nuestro juego”.
Fuente: Diario Uno
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