Silvio Santander dialogó sobre la actualidad de Lanús. Comentó que a pesar de perder varios jugadores de una temporada a otra ganaron uno importante como Battle, a quien considera de lo mejor.
- ¿Cuesta arrancar procesos nuevos cuando hay muchos cambios en la estructura de un equipo?
- Estoy leyendo un material que tiene que ver con la regla de las 10 mil horas. Lo cuento un poco cortito para la gente pero habla de cómo por ejemplo Los Beatles fueron Los Beatles en su momento, porque ellos desde muy jóvenes empezaron a tocar en lugares cerrados y a sumar horas, millas recorridas, entonces cuando llegaron a escenarios tan grandes con tanta gente lo hacían naturalmente. Trasladado al tema del básquet y al deporte en general, la suma de trabajo y la continuidad es fundamental. En este caso, nosotros, tener sólo tres jugadores que repetimos, es cierto que nosotros hemos armado el equipo en función a la pareja de extranjeros interna, pero también nos hemos salteado el otro paso el otro paso que fue siempre mantener una base del plantel. Hemos tenido repeticiones de seis jugadores en los últimos años. Y es algo que evidentemente no es lo aconsejable, siempre es mejor tener gente que haya trabajado con uno para ganar tiempo, pero es lo que toca, también es un poco la dinámica de la Liga, entonces me toca no quejarme y trabajar.
- Mostraron una evolución a lo largo de las últimas temporadas, desde que estas vos siempre se subió un poco en el resultado final del equipo. ¿Eso genera una presión en eso de estar permanentemente buscando mejorar lo último hecho?
- No, no es presión, yo lo tomo como un desafío y trato de que los jugadores lo tomen de la misma manera. Me parece que el club ha tomado una línea ascendente de un tiempo a esta parte y cada año se va a exigir más. Es cierto que cada vez el pasito que hay que subir es más difícil, empezamos del 14 y saltamos al 8, seis puestos se podía hacer, ahora cada puesto siempre conlleva dificultades, no es tan fácil. Pero me parece que hay que tomarlo como un desafío, nosotros vemos que la liga está realmente muy pareja y competitiva, y nosotros somos parte de ese grupo de tantos equipos que están metidos en el medio. Así que hay que tomarlo con todo lo bueno que está por venir.
- Y en un club en el que su principal actividad es el fútbol y que se tiene una visión de la realidad deportiva muy particular, donde los resultados mandan por encima de todo. ¿Eso repercute en las demás disciplinas o son islas?
- En el caso de Lanús me parece que tiene una particularidad respecto a otras dirigencias de equipos de fútbol, me parece que aunque haya un cambio de entrenador últimamente, generalmente respetan procesos, entienden de que es el mediano y largo plazo, promocionan jóvenes, empiezan a que un programa de trabajo no se pongan por encima del que está de turno, y eso lo trasladan en el básquet y en cada disciplina. Me parece que desde que estoy en el club noto eso, una dirigencia avanzada que permite trabajar y que las cosas vayan tomando su curso. Obviamente no nos ha tocado tener una etapa mala en el club ni tan negativa fuertemente, pero todo indica de que ellos siempre están buscando dar la continuidad, de apostar a que esto es un proceso, que lo más importante ahora es mantener un protagonismo para instalar definitivamente el básquet. El partido que tiene que ganar Lanús ahora es ese: mantener el protagonismo para insertar el básquet definitivamente y que, como le pasa a Boca, después de tantos años siga habiendo un equipo profesional. Después obviamente cuanto mejor sea la campaña va a ayudar pero el partido a ganar es ese, que la gente siga yendo a la cancha y que se convierta en un atractivo más en el club.
- Hablando de protagonismo, si uno repasa los nombres de este Lanús parece que está compuesto por jugadores de menos renombre que la temporada pasada anterior por ejemplo. ¿Eso visto desde algún lado puede resultar positivo para ir por las sombras sin hacer mucho ruido y en esa mezcla de paridad que tiene la competencia dar el golpe en el momento justo?
- Sí, algo de eso también pienso. Creo que el proyecto demandaba sí o sí la presencia de un jugador importante, comprobado, y nosotros lo tenemos en el caso de Robert (Battle), que creo que varios pensamos que puede ser uno de los mejores extranjeros de los últimos diez años de la liga. Me parece que él en el momento de los playoffs nos va a dar esa personalidad, esa presencia, que no la hemos tenido en años anteriores. Y si bien a nivel nombres por ahí algunos jugadores se nos fueron que no queríamos y eran muy buenos, caso lo de Byró, Guaita, lo que pasó con Cantero, en otro momento Victoriano y Gabriel Fernández, ha girado el proyecto en ese punto. Es decir, perdimos un poco la base de los años anteriores pero hemos ganado en un jugador dominante y que entendemos que nos va a hacer mejorar a los demás. Con lo cual me parece que tiene que ser un punto a favor tener la tranquilidad de que el grupo tiene jugadores que puedan aceptar un rol bueno pero que va a contar con un jugador que, si bien no jugás el “as de espadas”, estamos hablando de que puede ser uno de los mejores jugadores del torneo, si él mantiene su nivel.
Fuente: ESPN Deportes - Basquet Plus
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