Rusia derrotó a Brasil con un triple sobre la chicharra

Golpe sobre la mesa de Rusia, que derrota a Brasil por 74-75 gracias a un brillante triple de Vitaly Fridzon, que elevó la brillantez y la belleza de un partido del que se esperaba lo máximo. No en vano, era el principal duelo de la tercera jornada olímpica, con dos aspirantes a encabezar el Grupo B cara a cara. Los rusos, a los que se les complicó el partido en el último periodo, terminaron plasmando su enorme capacidad y, por si todavía no lo habían hecho, presentan su más que firme candidatura a las medallas.

Ya habían empezado el partido mostrando su peligro desde el lanzamiento exterior, de la mano de Shved y Khryapa. Pero era Brasil la que llevaba la iniciativa, con triples de Alex Garcia y Barbosa y un Marcelinho Huertas jugando con gran libertad. Pese a todo, el inicio del encuentro no respondía –por número de errores– a las expectativas de dos equipos punteros en el campeonato. Aunque los momentos de talento, en dos plantillas en las que este no escasea, aportaban algo de espectáculo, especialmente por parte de la selección brasileña, que ganó el primer parcial (20-15).

El inicio del segundo periodo lo escribió Kirilenko (19 puntos). La estrella rusa, que había pasado desapercibida en el primer periodo (extraño en él), salió como un ciclón, anotando nueve puntos prácticamente consecutivos que lanzaron a su equipo, que le endosó un parcial de 3-13 a Brasil para darle la vuelta al marcador. La maquinaria rusa ya estaba en marcha, tras sentirse incómoda ante la alegría brasileña. Los sudamericanos empezaban a perderse en su hambre ofensiva y Rusia, como acostumbra, penalizaba cada error de forma inmisericorde. Con Shved ya imprimiendo su endiablado ritmo, Rusia parecía plantear ya la ruptura a Brasil (23-30).

Los de Rubén Magnano consiguieron evitar errores que permitieran correr a su rival y los contuvieron en el ataque estático, lo que, unido a sus múltiples posibilidades ofensivas, les permitió reducir la diferencia en el marcador (32-33), volviéndose a meter de lleno en el encuentro.

A inicios del tercer periodo, Rusia elevó su diferencia por encima de los 10 puntos, aunque el trabajo de Anderson Varejao permitió reducirla para Brasil. Los americanos no le perdían la cara al partido, pero Rusia seguía respondiendo cuando su rival se acercaba. Y Brasil no acertaba con la suficiente constancia como para tumbar a un conjunto de la seriedad del ruso.

Mozgov (18 puntos y 7 rebotes) castigaba seriamente en la pintura, mientras Barbosa tiraba de los suyos al término del tercer periodo, al que se llegaba con Rusia por delante, pero todo por decidir (53-59). Y el inicio fue lento y desacertado, hasta que Larry Taylor prendió la mecha con un 2+1 que colocaba a Brasil a dos puntos de su rival (61-63), un conjunto ruso que estaba tomando tiros muy difíciles. Logrando el empate, Barbosa colocó el partido en el punto esperado, el de dos potencias que aspiran al primer puesto del grupo.

Y Brasil eclosionó. Comandada por Larry Taylor (12 puntos) y Leandrinho Barbosa (16), su defensa fue especialmente seria y su ataque suficientemente cuerdo como para poner a David Blatt en una situación indeseada: 70-65 a 2:25 para el final. Con Huertas en el banquillo y, aunque con un juego menos imaginativo y brillante, el nacionalizado Taylor fue la eficiencia personalizada en el último periodo. Tomando las mejores decisiones ofensivas, fue capaz de mantener en orden a los suyos y anotar puntos decisivos.

Por Rusia, era Shved el jefe. El base se jugaba jugada tras jugada, con suerte dispar. Primero una pérdida de balón, luego un lanzamiento de dos anotado, seguidos de dos tiros libres fallados... y un triple de estrella resolutiva para empatar el partido a 72-72 a falta de 26 segundos. Si a Shved (17 puntos y 6 asistencias) le quedaban peldaños por subir en cuanto a toma de responsabilidades, ya no los hay.

Pero el jefe había aparecido ya en el otro bando. Entrado el último minuto, Marcelinho Huertas había dado el relevo a Taylor. Y, pese a los pasos en el primer balón que se jugó, el segundo acabó con una acrobática bandeja sorteando a Khryapa. 74-72 y 6,1 segundos.

Y sucedió el mejor desenlace de lo que cuentan de vida los Juegos Olímpicos de Londres: decidió Fridzon. Blatt diseñó la jugada para que lanzara el triple desde la esquina. Y, cayéndose después de que Alex Garcia resbalara, Vitaly anotó un estratosférico triple a falta de 4,1 segundos, que ponía a Rusia 74-75. Un magnífico gesto de uno de los mejores tiradores que han pisado el Basketball Arena londinense y que Barbosa fue incapaz de replicar tras cruzarse la pista.

Una victoria rusa que, dependiendo de los próximos resultados, puede tener incalculable valor.

Sintesis

Brasil (74): García (5), Huertas (8), Barbosa (16), Varejao (4), Splitter (8) -equipo inicial-, Machado (1), Taylor (12), Giovannoni (4), Hilario (8) y Vieira (8).

Rusia (75): Ponkrashov (2), Shved (17), Khryapa (7), Kirilenko (19), Kaun (3) -equipo inicial-, Mozgov (18), Fridzon (6), Voronov (-), Monya (3) y Khvostov (-).

Cuartos: 20-15, 12-25, 21-19 y 21-16.
Árbitros: José Carrión (Puerto Rico), Luigi Lamonica (Italia) y Rabah Noujaim (Líbano).
Estadio: Olympic Basketball Arena, Londres - Reino Unido.
Público: 8.795 espectadores.

Fuente: ACB.com

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