El plantel de Silvio Santander realizó una nueva jornada de doble turno, siempre en las instalaciones del Microestadio Antonio Rotili. Los entrenamientos incluyeron sesión de gimnasio, trabajos físicos, lanzamientos al aro y movimientos con balón. El sábado llevarán a cabo una práctica en horario matutino y luego retomarán a la actividad el lunes.
Con las secuelas del verano del viejo continente en su piel, Laprovíttola accedió al mano a mano con el Departamento de Prensa del Club Lanús. Emulando su innato talento abordó con soltura diversas temáticas, como las primeras impresiones de su regreso al Granate, la experiencia fantástica en la Selección Nacional y sus vacaciones. El Nene Maravilla comenzó el diálogo describiendo las sensaciones del retornó a los entrenamientos al manifestar que “estoy contento por volver al club, con ganas de trabajar y poder hacer lo mejor posible para optimizar la cosecha del año pasado. El club ha hecho un esfuerzo importante en el armado del plantel, hemos construido un equipo bueno, aunque la Liga está muy dura y competitiva”.
El receso de competencia de Liga Nacional fue diferente para Nicolás y así lo explica: “Fue atípico, muy cargado, con muchas sorpresas o cuestiones que uno no se esperaba, pero que terminó siendo súper positivo y alentador, lo que genera mas ganas de trabajar y mejorar”.
Reseteó su disco rígido con un excursión a Europa, donde visitó a su amigo Lucas Victoriano en España. “Estas vacaciones al lado de Lucas me permitieron tranquilizarme mucho y ponerme como meta arrancar bien con Lanús, hacer una buena pretemporada y ayudar a que el equipo esté arriba desde el principio”, se sinceró el joven base.
En este intervalo de acción de Liga, Laprovíttola atravesó vivencias extraordinarias, como consagrase campeón con la Selección Mayor del Campeonato Sudamericano de Chaco (8.2 puntos, 5.2 asistencias, 3.6 rebotes y 27 minutos). Además, el oriundo de Morón gozó del privilegio de compartir tres semanas con la Generación Dorada, en la puesta a punto para Londres 2012. En ese período el armador disputó cinco amistosos con la albiceleste, donde promedió 4.8 puntos, 3.2 asistencias, 1.4 rebotes, 9 de eficiencia y 11:20 minutos.
Lamentablemente Nicolás se quedó en la puerta de los Juegos Olímpicos, sobre lo cual contó que “ahora lo disfruto y aliento desde el salto inicial, tenemos un equipo muy bueno y hay que disfrutarlo porque puede ser el último torneo de grandes jugadores. Si es cierto que a veces pienso que podría estar ahí, pero no estoy, así que aliento y transmito energía positiva desde mi casa”.
Laprovíttola cumplió con un anhelo de miles de soñadores, aquel que refiere a la transmutación de sus ídolos de póster a su realidad. En relación a su convivencia con los monstruos de la Generación Dorada, el base confesó que “son súper estrellas y son uno mas también, eso es lo que a mi me hicieron sentir. Al principio era todo anormal, la primera semana fue de incertidumbre de ver como era ese mundo, ya que de repente estaba al lado de mis ídolos. Luego ya me sentí parte del grupo y me focalicé en estar a la altura de los entrenamientos y partidos para colaborar en que la preparación sea óptima”. Incluso Nicolás develó que los íconos del básquet argentino “conocían cada jugador que íbamos fichando, preguntaron varias veces por el club, lo que me ponía contento porque yo me siento muy identificado con Lanús”.
Fuente: Prensa Lanús
Foto Gentileza: ligateunafoto.com
Comentarios