Lituania cambió su imagen y aplastó a Nigeria


Lituania necesitaba autoreforzarse tras la delicada posición en la que quedó con la derrota ante Argentina. Y eso ha sido exactamente lo que ha hecho ante Nigeria, a la que ha superado sin problemas (72-53), ofreciendo una sólida imagen y buen juego colectivo en la segunda mitad. Los lituanos suman así su primera victoria en el Grupo A.

Nigeria, por su parte, conoce la derrota tras ganar a Túnez en la jornada inaugural. Una derrota que coloca ya los cuartos de final como sueño, pues Estados Unidos, Francia y Argentina son, a priori, rivales más complicados para el conjunto africano que Lituania.

Los bálticos iniciaban el partido de forma inmejorable, obligando a Ayo Bakare a pedir tiempo muerto transcurridos solo dos minutos y medio. El juego interior báltico era superior, sobre todo gracias a un Jonas Valanciunas que había empezado poderoso en las dos mitades de la pista (culminando un alley-oop o taponando a Oyedeji, por ejemplo). Tras el parón, Lituania empezó a mostrar su naturaleza ciclotímica, con minutos de absoluto colapso anotador que permitieron a Nigeria empatar (8-8).

Entonces, para cerrar un periodo compuesto de pequeños parciales, fue Nigeria la que dejó de anotar, permitiendo el 14-8 con el que se llegó al término del cuarto, sin que las sensaciones encumbraran a ninguno de los dos equipos.

Con Jasikevicius (espectacular, con 9 puntos y 9 asistencias) en pista, el bloqueo y continuación hizo mejorar la fluidez ofensiva lituana, encontrando mejores tiros... y convirtiéndolos. De este modo, se escapaban por encima de los 10 de ventaja (23-11), mientras Nigeria encadenaba varias precipitaciones ofensivas consecutivas. Con los problemas de Ike Diogu para jugar con libertad en la zona y sin ser capaz de convertir los tiros exteriores, Nigeria pasaba por una depresión profunda, habiendo anotado tan solo tres puntos en cinco minutos. La diferencia lituana crecía (29-11), incluso gustándose, con un gran alley-oop de Saras a Pocius.

A partir de ahí, nueva descomposición lituana, que encajó un 0-8 de una Nigeria en la que brillaban los hermanos Aminu. Con Al-Farouq desde el exterior y Alade en la pintura. En los cinco minutos previos al descanso, el parcial fue netamente nigeriano (5-16 para un 34-27 total). Los ataques europeos se habían reducido a acciones puntuales, mientras que los africanos empezaban a abandonar su horripilante porcentaje de tiros de campo, que aún así era de 10/44 (22,7%) al descanso.

Tras ver como su ventaja se reducía a 6 puntos, Lituania sacó a relucir su calidad y conocimiento del juego, primero con un tirador como Jasaitis, luego con su estrella Kleiza y finalmente con un Kaukenas experto y útil en situaciones complicadas. La aportación ofensiva global, alternada con errores, era suficiente para abrir de nuevo brecha (52/34, min. 28) sobre un conjunto africano que moría desde 6,75, en un desesperante 0/12.

Las importantes aportaciones de Antanas Kavaliauskas en una posición en la que Lituania muestra serios problemas, el buen juego colectivo y un rival desaparecido ayudaban a Lituania a irse por 20 tantos (56-36), en un partido que parece ya finiquitado al término del tercer periodo. Solo el primer triple de los nigerianos en treinta minutos, obra de Skinn, parecía dejar una puerta abierta de cara al cuarto final (56-40).

Las constantes vitales nigerianas, un equipo al que parecía incapaz de hacérsele firmar la capitulación, estaban bajo mínimos. Las posibilidades de reacción de los hombres de Bakare parecían inexistentes. Y, en un enorme contraste con el encuentro ante Argentina (como contrastaba también el rival), Lituania era dominante. Hasta el punto de elevar el último periodo a la categoría de trámite, con Kemzura repartiendo minutos y la confianza lituana reconstituida para afrontar el próximo compromiso contra Francia (jueves 2, 10h).

Fuente: ACB.com

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