Pese a que Túnez llegó a mandar durante todo el primer cuarto y estaba a solo 5 puntos de su rival a tres minutos para el descanso, un parcial de 6-36 rompió el partido en mil pedazos y Estados Unidos se acabó dando un homenaje a base de mates y triples.
Dicen que un espejismo es un concepto o imagen sin verdadera realidad, mas el inicio de Túnez fue muy muy real. Decididos, sin rendir pleitesía al rey, valientes desde el salto inicial, Túnez se rio durante el primer cuarto de los que pronosticaban el mayor paseo de Estados Unidos en el torneo con unos minutos que, probablemente, queden en la memoria colectiva de cualquier aficionado al basket de ese país.
El conjunto africano tampoco inventó la rueda, ni necesitó de alardes para plantear unos marcadores sorprendentes durante los compases iniciales. Los norteamericanos, precipitados, especialmente fallones en el exterior, y sin intensidad en su estreno, iban a remolque de un equipo que vivía de la ilusión… y de los triples. Uno de Rzig les daba la primera ventaja (3-2), otro de Romdhane replicaba a Estados Unidos (6-4) y el propio jugador tunecino ponía en el temprano minuto 3 la máxima para su equipo… ¡8-4!
Estados Unidos despertó con un 0-6, aunque otro triple de El Mabrouk recuperó la ventaja para Túnez, que se manuto en cabeza hasta el 15-14 del minuto 8. En ese momento, Westbrook tomó el testigo, con un 0-7 de parcial, y los americanos parecían volar, estirando su racha hasta el 0-12 (15-26), lo que tampoco acabó con la fe tunecina.
Con triples a tabla si hacía falta, pero Túnez no se rendía. 6 puntos consecutivos de Kechrid estrechaban la diferencia (23-29, m.13) y, pese a un mate de concurso de LeBron James, otra vez Kechrid acertaba desde lejos para poner el luminoso en 30-35. ¡17 minutos y solo 5 de ventaja de Estados Unidos! El sueño acabaría ahí. Un 0-11 para terminar el cuarto acabó también con cualquier tipo de especulación o duda y un 0-10 en solo dos minutos, nada más empezar el tercer periodo, empezó a convertir la sorpresa en correctivo. Y de los severos (35-56, m.22).
El choque se convirtió, hasta el final, en un concurso de mates por parte de los jugadores americanos, que entraban con agresividad y regalaban jugadas llenas de plasticidad y espectáculo. Para colmo, Estados Unidos olvidó su 0/8 de triples inicial, empezando a anotar todo lo que tiraba desde fuera, por lo que, unido a la incapacidad de Túnez para anotar, el resultado comenzó a ser de escándalo, tras un parcial que llegó a ser de 6-36 en menos de 10 minutos: 36-71.
Bon Romdhane luchaba contra el mundo, si bien otro 0-7 de inicio en el último cuarto para los norteamericanos acabó con el mínimo de resistencia tunecina y Estados Unidos, a base de más mates y una efectividad en el tiro asombrosa, acabó convirtiendo a la Cenicienta en una víctima más humillada por un talento sin parangón en el campeonato, hasta el 63-110 final.
Síntesis
Túnez (63): El Mabrouk (5), Kechrid (9), Ben Romdhane (22), Rzig (6), Mejri (4) -cinco inicial-, Slimane (-), Hadidane (11), Hafsi (6), Ghayaza (-) y Laghnej (-).
Estados Unidos (110): Paul (2), Bryant (4), Durant (13), James (5), Chandler (6) -cinco inicial-, Westbrook (11), Williams (9), Iguodala (6), Love (16), Harden (10), Anthony (16) y Davis (12).
Árbitros: Vaughan Mayberry (AUS), Samir Abaakil (MAR) y Olegs Latisevs (LAT). Sin expulsados.
Fuente: ACB.com
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