Contundente victoria de Argentina ante Lituania


Contraste de imágenes en el último partido de la primera jornada olímpica: Lituania ofreció una imagen para olvidar, mientras Argentina se confirmó como uno de los máximos favoritos a medalla. Mostrando que cuentan con varios de los mejores jugadores a nivel FIBA, el conjunto de Julio Lamas se paseó ante una Lituania carente de hombres de nivel y con escasa mentalidad competitiva.

Y eso que los primeros compases del encuentro desprendían grandes niveles de intensidad por parte de ambos equipos. El despliegue de energía elevaba el atractivo del partido y, paralelamente, la anotación. El 18-19 del minuto 7 venía marcado por los 9 puntos de un Linas Kleiza que hacía daño desde el exterior y los 8 de un Luis Scola que ya desde el principio danzaba sobre la pintura. Entre él y Manu Ginóbili comandaban a una Argentina que terminaba el primer periodo con ventaja (24-23).

La anotación se detuvo ligeramente en el segundo cuarto, a excepción de los interiores. Scola-Gutiérrez y Jankunas-Valanciunas-Songaila acumularon los 10 primeros puntos del cuarto, centrando la batalla en la pintura. Mención especial para Scola, por su creación al poste bajo y por la calidad de sus finalizaciones, en una posición en la que los sudamericanos estaban haciendo especial daño a su rival. Un parcial de 5-0, con puntos de Carlos Delfino y Andrés Nocioni, provocó el tiempo muerto de Kestutis Kemzura, que veía como sus jugadores empezaban a conceder algunos tiros fáciles al rival. Darius Songaila logró un 2+1, pero Pablo Prigioni contestó acto seguido con un triple lejano (38-30).

Argentina había entrado en racha. Empezaba a mostrarse un rival excesivo para los europeos. Primero una buena canasta de un Nocioni que aportaba desde la posición de 4 y luego otro triple de Delfino colocaban a Argentina en +11 (43-32). El conjunto de Lamas empezaba a encontrarse extremadamente cómodo en la pista. Sin que Lituania les obligara a esfuerzos extra, sus estrellas eran capaces de ver aro, sobre todo con el desborde de Ginóbili (terminó con 21 tantos y 6 asistencias, además de 10 rebotes) y la muñeca de Delfino (cuatro triples en el segundo periodo).

Ni Jasikevicius ni Kalnietis dotaban al equipo del ritmo necesario y Kemzura rotaba exteriores buscando que alguno de ellos pudiese lograr la anotación perimetral de la que el equipo carecía. Así, los esfuerzos de Kleiza quedaban cortos, en un conjunto báltico falto de creación ofensiva. Y, como a Argentina no se le da bien perdonar, la diferencia al descanso ya era considerable: 51-39, con 14 de Scola y 12 de Delfino.

Nada más salir de vestuarios, Argentina terminó de confirmar su nivel y Lituania... también. Aunque en otro sentido. El parcial era de 12-4, llevando a los sudamericanos a los 20 punto de ventaja en el minuto 24, de la mano de un inspiradísimo Delfino, que anotaba su sexto triple (terminaría con 6/9 y 20 puntos). La resistencia báltica era escasa, confirmando la imagen de equipo (mentalmente) débil que ya habían mostrado en el Preolímpico.

Ni siquiera cuando anotaron dos triples consecutivos (Maciulis y Pocius) parecieron inquietar a un conjunto, el argentino, que por si algo se caracteriza es por ser un tormento en lo mental. El ritmo anotador de los de Julio Lamas no se resentía: 24 puntos en el primer cuarto y 27 en el segundo y tercero, logrando así una ventaja que era de 17 tantos al inicio del periodo decisivo (78-61).

Lituania estaba siendo superada por las virtudes y el acierto de su rival, pero también por sus propios problemas, su inconsistencia defensiva, su dependencia de Linas Kleiza, su falta de anotadores y sus problemas para creer en sus (ya inferiores de lo habitual) posibilidades.

El último periodo no hizo más que alargar el contraste de sensaciones, confirmando así una vez más que Argentina está preparada para optar –una vez más– a medalla, que Luis Scola sigue siendo una de las mayores delicias del baloncesto FIBA (32 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias y 3 tapones) y que mucho debe cambiar en Lituania si no quiere, incluso, quedarse fuera en la primera fase.

Argentina acabó sobrepasando la centena de puntos (102-79), con tres jugadores por encima de los 20 (Delfino, Ginóbili y Scola). En Lituania, los 20 de Kleiza quedaron demasiado solos en un equipo que estuvo demasiado lejos. Cualquier estadística así lo atestigua: 12 robos argentinos por 2 lituanos, 7 pérdidas sudamericanas por 16 europeas, 3 triples por 11.

Síntesis 

Argentina (102): Pablo Prigioni 9, Emanuel Ginóbili 21, Carlos Delfino 20, Andrés Nocioni 10, Luis Scola 32 (fi) Hernán Jasen 0, Juan Gutiérrez 6, Facundo Campazzo 1, Leonardo Gutiérrez 3, Dt: Julio Lamas.

Lituania (79): Mantas Kalnietis 6, Martynas Pocius 5, Linas Kleiza 20, Jonas Maciulis 7, Jonas Valanciunas 6 (fi) Darius Songaila 11, Sarunas Jasikevicius 6, Rimantas Kaukenas 4, Simas Jasaitis 0, Paulius Jankunas 14, Renaldas Seibutis 0 Dt: Kestutis Kemzura.  

Parciales: Argentina 24-23, 51-39, 78-61 y 102-79.
Arbitros: Carl Jungebrand (Finlandia)-José Carrión (Puerto Rico)-Vaughan Mayberry (Australia).
Estadio: Basketball Arena (Londres).
Asistencia: 4.500 espectadores.

Fuente: ACB.com - Foto: EFE

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