Peñarol cayó 86 a 84 y habrá sexto partido. Otra vez un partido no apto para cardíacos. El equipo marplatense, corriendo de atrás, estuvo cerca del vuelco. Antes los locales marcaron diferencia con un gran aporte de sus suplentes, que anotaron 36 puntos contra 9 de los relevos ?milrayitas?. El próximo capítulo, el jueves a las 22, en el Polideportivo.
Las casi setecientas personas que siguieron anoche a Peñarol hasta el estadio de Obras emprendieron el viaje de regreso reconfortados por el espíritu de un equipo que, remando de atrás, estuvo cerca del vuelco y del título. Pero antes del vigoroso sprint final peñarolense hubo un partido en el que los locales jugaron mejor. Con un argumento incontestable: el decisivo aporte de relevos muy rendidores, con particular brillo de Konztadt y Espinoza. Y terminaron el partido un poquito más enteros para imponerse 86-84 en el quinto partido final de la Liga Nacional de Básquetbol. Así forzaron un sexto juego que se disputará el jueves a las 22 en Mar del Plata.
Más allá de las rachas, de los momentos, de la deslumbrante producción individual de Facundo Campazzo en el primer cuarto, ni cuando estuvo en ventaja, Peñarol pareció sentirse a gusto en el partido.
Obras jugó una gran defensa con titulares y mucho más con suplentes a partir del segundo cuarto. Al equipo marplatense, que también realizó una gran gestión defensiva en el cuarto inicial, sin fisura alguna, siempre le costó encontrar esos lanzamientos de tres puntos que ?vienen del juego?, según explica siempre Sergio Hernández.
Mientras Campazzo, con sus tiros de tres puntos y su pericia para romper defensas y descargar, jugó a pleno, Peñarol disimuló a las mil maravillas sus problemas ofensivos y hasta dio una sensación de dominio. Es más, contó con una máxima ventaja de seis puntos (18-12) a falta de tres minutos para el primer descanso. Y eso que tiró 3/9 tiros libres en todo el parcial inicial.
Sin embargo, hacia el final del primer cuarto y a lo largo de todo el segundo, Obras coronó lo que había sido ya una buena defensa con el ingreso de Alejandro Konzstadt, un ex Peñarol, para correr al base cordobés.
El base que llegó al club capitalino proveniente de Ciclista Juninense ?secó? a Campazzo. Jackson, más temprano que tarde entró al partido y aportó 7 puntos y un par de habilitaciones profundas para Leiva, lo más parejo de Peñarol en todo el primer tiempo. Pero no pudo disimular el caudal de juego perdido.
El equipo marplatense, paulatinamente, cedió terreno. Y Obras, muy crecido con el aporte del resto de los relevos (dominante Konzstadt en el duelo de bases, parejos Field y Elsener, importantísimo Espinoza con sus tiros abiertos), primero emparejó la lucha y después pasó decididamente al frente ante un rival al que se le habían quemado todos los papeles y cuyos recambios no brindaron las mismas respuestas.
Casi lo único bueno para Peñarol del parcial fue la acumulación de faltas de Osimani y Field, que tuvieron que sentarse con tres personales cada uno. Eso y la diferencia con la que cerró la etapa. Porque Obras, superior en todos los rubros, llegó a sacar diez puntos (41-31) a falta de poco más de un minuto para el descanso largo. En consecuencia, la desventaja final de seis (41-35) resultó un estupendo negocio para los de Sergio Hernández.
Mucho más a la vista de lo que ocurrió en el arranque del complemento. Con el cinco inicial en escena, Peñarol disfrutó de sus mejores minutos. Endureció su defensa y encontró la medida de su tiro exterior. Así estableció un parcial favorable de 15-5 en cuatro minutos y se puso al frente 50-46.
Fue sólo una ráfaga. Pero suficiente ponerle un stop al sólido andar local. Tras ella, volvió la paridad. Sin embargo, Peñarol renovó la confianza. Y terminó el tercer parcial con Leo Gutiérrez y Marcos Mata muy recuperados en relación al primer tiempo y al frente 56-55.
Obras, de todos modos, estaba lejos de dar por perdida la historia. Entre el final del tercer cuarto y los primeros tres minutos del último, a puro tiro abierto, metió un parcial de 18-0 para ponerse 70-56 al frente. Y la mejor noticia para los de Julio Lamas fue que Campazzo se puso con cuatro faltas personales.
Parecía todo a pedir de los locales. Pero, una vez más, sucedió lo increíble. A costa de un caro tributo en acumulación de faltas, Peñarol plantó su defensa. Y entre Safar y Gutiérrez clavaron 17 puntos (11 del zurdo, 6 del olímpico) en tres minutos mientras todos los que estaban en cancha (salvo Mata) se ponían con cuatro infracciones.
Con un triple de Mata, Peñarol igualó en 76 cuando todavía restaban 2?40?. Nadie lo podía creer. Como en casi toda la serie, el final estuvo abierto para cualquiera de los dos.
Obras sacó una pequeña ventaja (81-78) con una profundización inteligente para Juan Gutiérrez cuando ya nadie podía bajarle la mano. Restaban 58 segundos.
Fue casi decisiva. Porque Peñarol se quedó sin gol en el momento decisivo. El equipo marplatense tuvo dos tiros de tres puntos para igualar el partido y los falló. Osimani, luego, no perdonó en la línea. Y Obras se llevó un quinto juego no apto para cardíacos.
Síntesis
Obras Sanitarias (86): Martín Osimani 20, Julio Mázzaro 6, Tony Washam 12, Darren Fells 0, Juan Gutiérrez 12 (x) (fi) Tyler Field 4, Alejandro Konsztadt 11, Pablo Espinoza 18, Alexis Elsener 3. Dt: Julio Lamas.
Peñarol (84): Facundo Campazzo 12, Selem Safar 13 (x), Marcos Mata 16, Leonardo Gutiérrez 20 (x), Martín Leiva 11 (fi) Franco Giorgetti 0, Pablo Barrios 2, David Jackson 7, Alejandro Reinick 0. Dt: Sergio Hernández.
Progresión 16-20, 41-35, 55-56 y 86-84
Arbitros: Chiti-Rodrigo-Sampietro
Gimnasio: Obras Sanitarias.
Crónica: La Capital
Foto Gentileza: ligateunafoto.com
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