De por sí ya es difícil enfrentar a Peñarol, y más si la estructura está resentida ante la ausencias de pilares fundamentales como Luis Cequeira, Matías Sandes y Juan Locatelli. Para ganarle a Peñarol hay que jugar en equipo y Sionista anoche fue eso, un verdadero equipo. Consiguió un triunfo vital en todo sentido, no solo para sumar en la tabla, sino para alimentar el ego y sentir que se está en el buen camino, amén de lo resentido que esta el plantel.
Ganarle a Peñarol no es fácil y menos dominarlo. Sionista logró ambos cosas con un trabajo impecable. Jugó un primer tiempo perfecto y después, cuando el panorama se complicó en el complemento, sacó a relucir personalidad para recobrar la memoria y cerrar de la mejor manera.
Fue 79 a 65, resultado que sirve para seguir ilusionándose de meterse entre los mejores cuatro de la fase Regular. Igual, más allá de de ello, lo importante fue el trabajo del elenco paranaense. Hakeem Rollins hizo un juego intachable, Ramiro Iglesias condujo con oficio, Villegas fue importante, Daniel hure y Alejandro Zilli trabajaron fuerte y Federico Ferrini y Nicolás Agasse aportaron y mucho desde el banco de los relevos. Ahora vienen tres pleitos de visitantes. Iluminado Sionista va por más.
EMPEZÓ CON TODO. Extraordinario primer tiempo del local, motivado por un arranque a todo ritmo. La intensidad defensiva le permitió estar fuerte atrás, controlar a su rival y ser peligroso con la salida rápida. Se puso 8 a 0 ante un errático Peñarol.
El local tomó riesgos defensivos desde el comienzo mismo del pleito.
En cada cortina a la bola hubo cambios de marcas. En ese contexto, Zilli a veces quedó con Campazzo e Iglesias con Barrios, por ejemplo. Esas decisiones dio rédito, confundió al oponente y le sirvió para dominarlo.
Después, en ataque, tuvo hombres importantes. Iglesias condujo con sobriedad y adentro Rollins se hizo importante. Sionista extendió la ventaja, se fue 21 a 9 y después 26 a 11.
A esa altura la pregunta fue lógica, ¿por qué no juega Leo Gutiérrez?. Al margen de ello, el DT Sergio Hernández buscó cambiar el trámite. Mandó una zona combinada, un cuadrado y uno (Safar sobre Villegas). En sí no le di grandes resultados. Los de Sebastián Svetliza respondieron muy bien, tal es así que siguió estirando ventajas. Primero se fue 38 a 22 a 3 minutos para terminar el primer tiempo y luego extendió 46 a 28.
FUE OTRO. El segundo tiempo arrancó con una novedad. Leo Gutiérrez a la cancha. El hombre fuerte de la visita no estuvo en los primeros 20 minutos por una decisión del técnico, que desde ya llamó la atención.
Para el arranque del complemento quedó instalada una pregunta. ¿Sionista podrá mantener el ritmo?. Estaba claro que la visita iba a mostrar más actitud para cambiar. Y lo hizo. Campazzo fue más peligroso, Lamonte pidió la bola y se la jugó y Leiva se adueño del juego interior. Peñarol fue otro. Y sionista también fue otro. Perdió la línea y se olvidó de jugar en equipo. El local se mostró apático adelante y dejó de ser agresivo. Tuvo una ventaja de 48 a 29, de 19 puntos. Pero la dilapidó con un tercer cuarto de bajo nivel. Los marplatenses achicaron 48 a 35, después 51 a 45 y cerró cuarto ahí, 53 a 48. Sionista metió solamente 7 puntos en el tercer chico, lo que ratificó la baja producción.
El dueño de casa dejó de ser prolijo adelante y de estar concentrado atrás. Entonces, entre la evolución de la visita y el quedó del local el partido fue otro. Para colmo, Peñarol empató en 53 en el comienzo mismo del último cuarto.
En el momento más complicado de la noche Sionista reaccionó a puros triples. Fueron cuatro seguidos, de Ferrini, Hure Iglesias y Villegas. Psicológicamente el local volvió a vivir. Y en el resultado también, porque se fue 65 a 54 a 5 minutos para terminar. Desde ya, la recta final tuvo adrenalina al por mayor. La rebeldía que tuvo Sionista en ese pasaje le sirvió para volver a adueñarse de las acciones. La visita se descompensó y otra vez se vio dominado. El Centro Juventud mejoró y se puso 68 a 56 a 3 minutos y después 76 a 61 en
el último minuto. Un triple de Ferrini y un Rollins inspirado fue decisivo para encaminar un triunfo inolvidable.
Síntesis
Sionista (79): Ramiro Iglesias 8, Johwen Villegas 15, Daniel Hure 10, Alejandro Zilli 10, Hakeen Rollins (x) 20 (FI); Federico Ferrini 12, Nicolás Agasse 3, Pablo Pérez 0, Fabricio Vay 0 y Jeremías Sandrini 1. DT: Sebastián Svetliza.
Peñarol (65): Facundo Campazzo 21, Kyle Lamonte 7, Marcos Mata 10, Pablo Barrios 2, Martín Leiva 12 (FI); Leonardo Gutiérrez 1, Selem Safar 5, Alejandro Reinick 4, Matías Ibarra 0 y Franco Giorgetti 3. DT: Sergio Hernández.
Progresión: 28-14, 46-29 y 53-48.
Árbitros: Alejandro Ramallo y Oscar Brítez.
Estadio: Juventud Sionista.
Fuente: El Diario
Ganarle a Peñarol no es fácil y menos dominarlo. Sionista logró ambos cosas con un trabajo impecable. Jugó un primer tiempo perfecto y después, cuando el panorama se complicó en el complemento, sacó a relucir personalidad para recobrar la memoria y cerrar de la mejor manera.
Fue 79 a 65, resultado que sirve para seguir ilusionándose de meterse entre los mejores cuatro de la fase Regular. Igual, más allá de de ello, lo importante fue el trabajo del elenco paranaense. Hakeem Rollins hizo un juego intachable, Ramiro Iglesias condujo con oficio, Villegas fue importante, Daniel hure y Alejandro Zilli trabajaron fuerte y Federico Ferrini y Nicolás Agasse aportaron y mucho desde el banco de los relevos. Ahora vienen tres pleitos de visitantes. Iluminado Sionista va por más.
EMPEZÓ CON TODO. Extraordinario primer tiempo del local, motivado por un arranque a todo ritmo. La intensidad defensiva le permitió estar fuerte atrás, controlar a su rival y ser peligroso con la salida rápida. Se puso 8 a 0 ante un errático Peñarol.
El local tomó riesgos defensivos desde el comienzo mismo del pleito.
En cada cortina a la bola hubo cambios de marcas. En ese contexto, Zilli a veces quedó con Campazzo e Iglesias con Barrios, por ejemplo. Esas decisiones dio rédito, confundió al oponente y le sirvió para dominarlo.
Después, en ataque, tuvo hombres importantes. Iglesias condujo con sobriedad y adentro Rollins se hizo importante. Sionista extendió la ventaja, se fue 21 a 9 y después 26 a 11.
A esa altura la pregunta fue lógica, ¿por qué no juega Leo Gutiérrez?. Al margen de ello, el DT Sergio Hernández buscó cambiar el trámite. Mandó una zona combinada, un cuadrado y uno (Safar sobre Villegas). En sí no le di grandes resultados. Los de Sebastián Svetliza respondieron muy bien, tal es así que siguió estirando ventajas. Primero se fue 38 a 22 a 3 minutos para terminar el primer tiempo y luego extendió 46 a 28.
FUE OTRO. El segundo tiempo arrancó con una novedad. Leo Gutiérrez a la cancha. El hombre fuerte de la visita no estuvo en los primeros 20 minutos por una decisión del técnico, que desde ya llamó la atención.
Para el arranque del complemento quedó instalada una pregunta. ¿Sionista podrá mantener el ritmo?. Estaba claro que la visita iba a mostrar más actitud para cambiar. Y lo hizo. Campazzo fue más peligroso, Lamonte pidió la bola y se la jugó y Leiva se adueño del juego interior. Peñarol fue otro. Y sionista también fue otro. Perdió la línea y se olvidó de jugar en equipo. El local se mostró apático adelante y dejó de ser agresivo. Tuvo una ventaja de 48 a 29, de 19 puntos. Pero la dilapidó con un tercer cuarto de bajo nivel. Los marplatenses achicaron 48 a 35, después 51 a 45 y cerró cuarto ahí, 53 a 48. Sionista metió solamente 7 puntos en el tercer chico, lo que ratificó la baja producción.
El dueño de casa dejó de ser prolijo adelante y de estar concentrado atrás. Entonces, entre la evolución de la visita y el quedó del local el partido fue otro. Para colmo, Peñarol empató en 53 en el comienzo mismo del último cuarto.
En el momento más complicado de la noche Sionista reaccionó a puros triples. Fueron cuatro seguidos, de Ferrini, Hure Iglesias y Villegas. Psicológicamente el local volvió a vivir. Y en el resultado también, porque se fue 65 a 54 a 5 minutos para terminar. Desde ya, la recta final tuvo adrenalina al por mayor. La rebeldía que tuvo Sionista en ese pasaje le sirvió para volver a adueñarse de las acciones. La visita se descompensó y otra vez se vio dominado. El Centro Juventud mejoró y se puso 68 a 56 a 3 minutos y después 76 a 61 en
el último minuto. Un triple de Ferrini y un Rollins inspirado fue decisivo para encaminar un triunfo inolvidable.
Síntesis
Sionista (79): Ramiro Iglesias 8, Johwen Villegas 15, Daniel Hure 10, Alejandro Zilli 10, Hakeen Rollins (x) 20 (FI); Federico Ferrini 12, Nicolás Agasse 3, Pablo Pérez 0, Fabricio Vay 0 y Jeremías Sandrini 1. DT: Sebastián Svetliza.
Peñarol (65): Facundo Campazzo 21, Kyle Lamonte 7, Marcos Mata 10, Pablo Barrios 2, Martín Leiva 12 (FI); Leonardo Gutiérrez 1, Selem Safar 5, Alejandro Reinick 4, Matías Ibarra 0 y Franco Giorgetti 3. DT: Sergio Hernández.
Progresión: 28-14, 46-29 y 53-48.
Árbitros: Alejandro Ramallo y Oscar Brítez.
Estadio: Juventud Sionista.
Fuente: El Diario
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