“Si creyera que el equipo
no tiene chances, no me expondría a una situación así. Es un equipo que está muy
bien conformado, que tiene grandes jugadores y un buen entrenador”, aseguró el
flamante refuerzo de San Martín, el escolta uruguayo Leandro García Morales, uno
de los jugadores más desequilibrantes del continente, quien oficializó ayer su
vínculo con el “rojinegro” por los cuatro partidos que restan en la etapa
regular y los posteriores playoffs para revalidar la permanencia en la Liga
Nacional de Básquetbol.
A horas de arribar a Corrientes, García Morales habló en Uno contra Uno Radio. El escolta uruguayo, quien proviene de Biguá y seguirá su carrera en Cocodrilos de Caracas, analizó su desembarco en nuestra Liga Nacional y el desafío que tiene por delante, tratar de dejar al equipo correntino en la máxima categoría.
El jugador, nacido en Montevideo hace 31 años, contó que llega “con expectativas renovadas” y con un desafío complicado por delante. Además dijo tener “ganas de jugar, porque hace mucho tenía ganas de jugar la Liga Nacional. Soy consciente que es una situación difícil, pero me gustan los desafíos”.
Por dónde pesó la decisión de elegir a San Martín más allá de tener otras ofertas, García Morales la explicó: “Cuando me desvinculé de Biguá hubo un par de ofrecimientos. Lo que pasa es que tengo un compromiso acordado con un equipo venezolano a partir de abril. Y se me complicaba, porque los equipos que me ofrecieron venir querían que esté para el resto de la temporada. No me pude comprometer por esa parte. Por esa razón es que muchos equipos desistieron de contratarme. Esta situación fue ideal, porque la etapa de San Martín termina en esa fecha. El equipo necesita un refuerzo para jugar esta instancia final y a mí me vino muy bien”. Asimismo fue clave que el técnico fuera Guillermo Narvarte, quien ya lo supo tener bajo su mando en la Liga Uruguaya. “Sí, Guillermo me dirigió en Biguá. Lo conocía desde antes, pero no había tenido la oportunidad de jugar para él. Pero es una situación linda, más allá de que en los últimos años me tocó pelear más para arriba o tratar de salir campeón. Esta es una situación diferente, más difícil y con más presión. A su vez, conozco a Yack Martínez (será su compañero en Cocodrilos) y otros jugadores. Si no creyera que tenemos posibilidades de lograr el objetivo, no hubiera asumido este reto. Estoy seguro que el equipo puede levantar”.
El tiempo apremia y García Morales deberá acoplarse rápidamente, cosa que admite el jugador. “Quedan muy pocos partidos en la temporada y ya llegan los cruces. Estos partidos me servirán para ajustarme un poco a la Liga, y los compañeros”, sostuvo quien hoy estaría entrenando en San Martín (en lugar del dominicano Juan Coronado) para intentar salvar la categoría.
Fuente: recontravaleradio.com.ar
A horas de arribar a Corrientes, García Morales habló en Uno contra Uno Radio. El escolta uruguayo, quien proviene de Biguá y seguirá su carrera en Cocodrilos de Caracas, analizó su desembarco en nuestra Liga Nacional y el desafío que tiene por delante, tratar de dejar al equipo correntino en la máxima categoría.
El jugador, nacido en Montevideo hace 31 años, contó que llega “con expectativas renovadas” y con un desafío complicado por delante. Además dijo tener “ganas de jugar, porque hace mucho tenía ganas de jugar la Liga Nacional. Soy consciente que es una situación difícil, pero me gustan los desafíos”.
Por dónde pesó la decisión de elegir a San Martín más allá de tener otras ofertas, García Morales la explicó: “Cuando me desvinculé de Biguá hubo un par de ofrecimientos. Lo que pasa es que tengo un compromiso acordado con un equipo venezolano a partir de abril. Y se me complicaba, porque los equipos que me ofrecieron venir querían que esté para el resto de la temporada. No me pude comprometer por esa parte. Por esa razón es que muchos equipos desistieron de contratarme. Esta situación fue ideal, porque la etapa de San Martín termina en esa fecha. El equipo necesita un refuerzo para jugar esta instancia final y a mí me vino muy bien”. Asimismo fue clave que el técnico fuera Guillermo Narvarte, quien ya lo supo tener bajo su mando en la Liga Uruguaya. “Sí, Guillermo me dirigió en Biguá. Lo conocía desde antes, pero no había tenido la oportunidad de jugar para él. Pero es una situación linda, más allá de que en los últimos años me tocó pelear más para arriba o tratar de salir campeón. Esta es una situación diferente, más difícil y con más presión. A su vez, conozco a Yack Martínez (será su compañero en Cocodrilos) y otros jugadores. Si no creyera que tenemos posibilidades de lograr el objetivo, no hubiera asumido este reto. Estoy seguro que el equipo puede levantar”.
El tiempo apremia y García Morales deberá acoplarse rápidamente, cosa que admite el jugador. “Quedan muy pocos partidos en la temporada y ya llegan los cruces. Estos partidos me servirán para ajustarme un poco a la Liga, y los compañeros”, sostuvo quien hoy estaría entrenando en San Martín (en lugar del dominicano Juan Coronado) para intentar salvar la categoría.
Fuente: recontravaleradio.com.ar
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