Tanto dentro como fuera de la cancha, Javier Martínez nada se guarda. Sobre el rectángulo de juego, puede brillar con luz propia como sucedió el lunes ante Quilmes, donde por momentos dio cátedra para la victoria 85-69 de Regatas. Luego, a la hora de enfrentar los micrófonos, siempre el paraguayo deja frases interesantes.
Y aún cuando su equipo volvió a la senda del triunfo, Martínez expresó: “Por mi forma de ser, casi nunca me voy conforme. En lo personal, más allá de jugar bien o mal, de que las cosas salgan o no, siempre siento que doy todo, al igual que mis compañeros, y eso me da tranquilidad. Pero nos siguen faltando cosas”.
A la hora de calificar el rendimiento de Regatas frente a los
marplatenses, Martínez sintetizó: “Jugamos cinco puntos el primer tiempo, y siete y medio el segundo tiempo”. Sin embargo, aclaró la importancia del éxito. “Teníamos que ganar como sea -dijo-, pero también jugar bien. Tenemos que seguir jugando cada vez mejor, que es la única chance que tenemos de salir adelante y de seguir ganando”.
Las últimas derrotas para Regatas fueron difíciles de digerir, aunque cada una con motivos distintos. “Contra San Martín me fui muy tranquilo con lo que hizo el equipo, aún perdiendo, con todo lo que significa perder un clásico”, dijo Martínez para enseguida explicar: “Con Sionista me fui con mucha vergüenza, con la cabeza muy baja, porque no había respuestas a la mala actitud que tuvimos en ese partido”. Y completó: “Hoy (por el lunes) pudimos cambiar en el segundo tiempo, ya que en el tercer cuarto Quilmes no pudo anotar porque nosotros hicimos una buena defensa”.
Las cuestiones físicas son moneda corriente en el paraguayo, quien confesó que “entre la rodilla, la cadera y ahora el hombro, la verdad que vivo en kinesiología. Pero no quiero poner excusas, lo dejo en lo anecdótico, ya que estoy acostumbrado a convivir con lesiones”.
En cuanto a lo molesto que se lo vio durante los últimos encuentros, Martínez explicó: “Tengo una subluxación en el hombro, una distensión en los ligamentos, con inflamación, que me molesta bastante, no durante el movimiento, pero sí cuando choco. Así que esperando el partido con Lanús para tener esos cinco días de descanso”.
Se viene precisamente el “granate” de Silvio Santander y al enterarse Martínez que nunca pudo ganarle Regatas como local al DT bonaerense, sube la apuesta: “Bueno, esperemos romper el maleficio y poder ganar en casa. Silvio es un gran entrenador, un gran estratega, y seguramente el partido con Regatas va a ser especial para él por lo que logró acá. Pero él va a salir a la cancha a ganar, y nosotros también”.
Fuente: Diario Época
Y aún cuando su equipo volvió a la senda del triunfo, Martínez expresó: “Por mi forma de ser, casi nunca me voy conforme. En lo personal, más allá de jugar bien o mal, de que las cosas salgan o no, siempre siento que doy todo, al igual que mis compañeros, y eso me da tranquilidad. Pero nos siguen faltando cosas”.
A la hora de calificar el rendimiento de Regatas frente a los
marplatenses, Martínez sintetizó: “Jugamos cinco puntos el primer tiempo, y siete y medio el segundo tiempo”. Sin embargo, aclaró la importancia del éxito. “Teníamos que ganar como sea -dijo-, pero también jugar bien. Tenemos que seguir jugando cada vez mejor, que es la única chance que tenemos de salir adelante y de seguir ganando”.
Las últimas derrotas para Regatas fueron difíciles de digerir, aunque cada una con motivos distintos. “Contra San Martín me fui muy tranquilo con lo que hizo el equipo, aún perdiendo, con todo lo que significa perder un clásico”, dijo Martínez para enseguida explicar: “Con Sionista me fui con mucha vergüenza, con la cabeza muy baja, porque no había respuestas a la mala actitud que tuvimos en ese partido”. Y completó: “Hoy (por el lunes) pudimos cambiar en el segundo tiempo, ya que en el tercer cuarto Quilmes no pudo anotar porque nosotros hicimos una buena defensa”.
Las cuestiones físicas son moneda corriente en el paraguayo, quien confesó que “entre la rodilla, la cadera y ahora el hombro, la verdad que vivo en kinesiología. Pero no quiero poner excusas, lo dejo en lo anecdótico, ya que estoy acostumbrado a convivir con lesiones”.
En cuanto a lo molesto que se lo vio durante los últimos encuentros, Martínez explicó: “Tengo una subluxación en el hombro, una distensión en los ligamentos, con inflamación, que me molesta bastante, no durante el movimiento, pero sí cuando choco. Así que esperando el partido con Lanús para tener esos cinco días de descanso”.
Se viene precisamente el “granate” de Silvio Santander y al enterarse Martínez que nunca pudo ganarle Regatas como local al DT bonaerense, sube la apuesta: “Bueno, esperemos romper el maleficio y poder ganar en casa. Silvio es un gran entrenador, un gran estratega, y seguramente el partido con Regatas va a ser especial para él por lo que logró acá. Pero él va a salir a la cancha a ganar, y nosotros también”.
Fuente: Diario Época
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