Nicolás Ferreyra jugó su mejor partido de la temporada, igualó su mejor marca en puntos de la presente campaña (25) y recibió una merecida ovación de la gente de Quilmes. Aunque él evitó mencionarlo, sí lo hicieron cada uno de sus compañeros, señalándolo como el principal estandarte del triunfo quilmeño, al margen del gran trabajo de James Maye. Esto le dijo el base nicoleño a LA CAPITAL:
-¿Cambia algo después de este triunfo? Al menos desde lo anímico, en tu caso debe haber sido importante...
-Lo que cambia es que ganamos. Eso. Yo, con Quilmes, tengo una cuenta pendiente. No quiero que estemos ahí abajo, me angustio y me pongo mal cuando las cosas no salen. Cada juego ganado lo festejo de una forma diferente. Necesitaba desahogarme, sacarme toda la mierda que tenía encima, de venir perdiendo, de tener varios jugadores menos. Era un poco sacarse ese estigma de encima. Ahora ya sabemos que mañana (por hoy) viajamos y tenemos que ir a buscar uno de los dos partidos. Estamos convencidos de que estamos mejorando.
-Una salida complicadísimo, ¿no?
-Sí, sí, muy complicada, pero La Unión tiene problemas para ganar en Formosa, como local, y que Regatas Corrientes no es lo mismo sin Louis Roe, así que vamos a ir a buscarlo, con mentalidad positiva y trabajo, porque es la única manera de salir de esta situación,
-¿No sos un poco duro con vos mismo al autorresponsabilizarte tanto del mal momento del equipo?
-Sí, puede ser que a veces, la autopresión sea la más dura de todas. Pero soy así, me gusta ser autocrítico y sé que este momento se revierte de esta manera, con la cabeza puesta a pleno en esto. En Quilmes me siento muy cómodo y no quiero dejar nada librado al azar. Es posible que por ahí me pase un poco de rosca, pero es inevitable.
-¿Qué fue lo mejor del equipo en el triunfo ante Ciclista Olímpico?
-La defensa del primer tiempo, las pocas pérdidas (N. del R.: apenas 8 en todo el juego), y tener exactitud y mentalidad ganadora. Hacía rato que no teníamos un partido cerrado, y más todavía que no podíamos cerrar y ganar. Eso que a un jugador le hace bien, porque le necesita, se alimenta de eso. Entrenamos para eso y cuando las cosas no salen, indudablemente baja tu autoestima. De allí la importancia que tiene haber ganado, pero ya pasó. Nos sacamos ese peso, respiramos un poco, pero enseguida tenemos dos exámenes muy difíciles y esperamos poder terminar bien el año.
-¿Juegan un poco más ordenados cuando Hopson no absorbe tanto juego?
-Mac es un jugador muy determinante y a veces carga con esa responsabilidad de ser nuestro hombre más decisivo en ataque y a veces se pasa un poco de vueltas. Pero creo que lo está haciendo bien. Hoy (por el viernes) le tocó dar un paso al costado, entrar desde el banco y no dijo nada. Y cuando le tocó ingresar, jugó bien. Hay que sacarse el sombrero con él. Es la manera de jugar que tenemos, al no tener un cinco titular definido. Pueden entrar (Evan) Brock o (Louis) Truscott y es importante que encontremos los lugares de cada uno en la cancha. Esta vez me sentí bien jugando de base y él se sintió cómodo jugando de "2". Es muy importante para no tener que andar yendo y viniendo, salvo que el equipo lo necesite.
Fuente: La Capital
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