Pero lo que parecía un camino ascendente entró en un tobogán que lo hizo descender de los puestos de vanguardia. De hecho, los dirigidos por Nicolás Casalánguida despidieron el año en el 6º puesto, a cinco unidades de Obras, el único líder, producto de un registro con sólo 4 victorias en diez presentaciones (seis de las cuales fueron en condición de local).
Sin regularidad en el juego colectivo y con varias fichas clave lejos de su mejor nivel, que se agrava por la ausencia de Lou Roe -con licencia especial por un problema familiar- en los últimos tres partidos, Regatas sumó incertidumbre de cara a lo que viene.
El que hizo un análisis tras perder 68-66 con Lanús, en lo que significó el segundo revés en casa de la temporada, fue precisamente Casalánguida, quien dijo: “Es evidente un bajón, pero no hay una causa, son muchos factores. Como hoy (refiriéndose a la noche del miércoles) la falta de rotación y falta de eficacia en las ofensivas. Por ahí podemos encontrar algunos aspectos a tener en cuenta para saber el porqué del bajón que tenemos respecto a la primera fase”.
Consultado respecto a un par de rendimientos individuales, lejos del pretendido por cierto, Casalánguida fue terminante al manifestar que “el bajón es del equipo. Acá hay que hablar de funcionamiento colectivo y elevar el rendimiento individual de todos. No pasa por uno u otro jugador, o sino sería muy fácil desligarse de responsabilidades y caer todo sobre un jugador. Está claro tenemos que encontrar el funcionamiento colectivo de la primera fase, e indudablemente tenemos que jugar mejor para ganar”.
Al brindar más detalles de su óptica sobre el encuentro con el “granate”, el DT comodorense opinó: “Perdimos un juego que pudimos haber ganado, por lo que nos vamos con mucha amargura. Si bien el juego fue disputado tuvimos nuestras chances de ganarlo”.
Y agregó: “Tuvimos un primer cuarto malo, después nos pusimos en juego, y llegamos a un último cuarto con ventaja en los últimos cuatro minutos. Cantero nos anotó 8 puntos seguidos, y eso nos costó caro, porque estábamos en juego”.
“Pero en un partido cerrado no se debe solamente a los puntos del último cuarto, ya que tuvimos desconcentraciones a lo largo de todo el partido, y cedimos 35 a 23 en rebotes y eso nos condicionó, ya que no tuvimos tantas posesiones como las tuvo Lanús, y eso nos jugó en contra también”, completó Casalánguida.
Antes de la despedida, y respecto al impasse en la LNB hasta el 6 de enero, Casalánguida negó que hará “borrón y cuenta nueva”, por el contrario sostuvo: “Hay que analizar porqué tuvimos este bajón, y qué tenemos que mejorar. Tenemos que tomar el receso en forma favorable. Los recesos son momentos cruciales de los equipos, que pueden potenciarte o a veces, cuando no se aprovecha bien, se baja el rendimiento. Así que nosotros tenemos que pensar en levantar nuestro rendimiento en el receso”.
Fuente: Diario Época
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