Derrotó 78 a 75 a Libertad en una final de Súper 8 increíble. El equipo marplatense estaba casi perdido a falta de tres minutos. Pero derrochó coraje y entre Safar y, sobre todo, Campazzo se puso de pie justo a tiempo para producir el milagro.
La fiesta fue completa. Todos se dieron (nos dimos) el gusto de ver a Nocioni con la camiseta de Peñarol y levantando su primer trofeo en el país. Pero el NBA de anoche fue Facundo Campazzo, héroe de una de las levantadas más increíbles en la historia del equipo marplatense.
En una final inolvidable, el conjunto de Sergio Hernández se impuso 78 a 75 a Libertad y se adjudicó por tercera vez el Torneo Súper 8. Ningún otro club lo ganó tantas veces.
Peñarol estaba casi perdido a falta de tres minutos. Perdía 70-62 y era dominado. Tenía a casi todos cargados de faltas. Pero metió como nunca y entre Safar y Campazzo clavaron cuatro triples en ese cierre increíble para producir uno de los más notables vuelcos de su historia.
Como a lo largo de todo el torneo, Peñarol volvió a sufrir el partido. Esta vez desde el vamos. Tras un inicio parejo, con un juego de ataque prolijo, generosísimo a la hora de compartir la pelota, Libertad de Sunchales se cansó de conseguir buenos tiros en el perímetro. De movida, anduvo con la mira torcida.
Cuando la enderezó, tres bombazos consecutivos de Saglietti, Treise y Bucknor le permitieron obtener una máxima luz de nueve puntos (26-17) cuando muy poco le quedaba al cuarto inicial.
El equipo marplatense llevó el partido parejo hasta la citada ráfaga. Es más, a falta de tres minutos pareció que iba a apoderarse de una ventaja importante porque Demti sentó al poderoso pivote Robert Battle, quien enseguida se puso con dos faltas.
Sin embargo, enseguida le siguió sus pasos, por el mismo motivo, Facundo Campazzo. Y el funcionamiento ofensivo de Peñarol se vino a pique. Sin base natural, el equipo marplatense cayó en una confusión peligrosa y Libertad, que entre los muchos méritos realizados le agregó el de haber sabido controlar a Nocioni a lo largo de toda la primera parte, lo aprovechó a la perfección para establecer un quiebre.
Pero no hay mal que dure cien años y en el segundo cuarto Peñarol se aplicó con todas sus fuerzas a solucionar sus problemas defensivos. Los sunchalenses, que habían anotado 28 puntos en el cuarto inicial, apenas sumaron nueve en todo el parcial. Y tuvieron además un solo tiro por avance porque el conjunto marplatense dominó claramente la lucha por el rebote.
Claro que al conjunto de Hernández, de todos modos, le costó remontar la cuesta. Recién se reencontró con su juego en la última parte del primer tiempo con Campazzo y Safar integrando la media cancha. Los dos jóvenes aportaron coraje, defensa y gol exterior y hacia el final de la etapa Peñarol había emparejado el duelo. Y hasta se llevó dos puntos de ventaja al descanso con un triple postrero de Leonardo Gutiérrez.
Libertad, no obstante, recuperó su contundencia desde el perímetro en el comienzo del segundo tiempo y volvió a apoderarse de las riendas del partido. Los problemas se agravaron aún más cuando promediando el parcial Martín Leiva cometió su cuarta falta personal. Por entonces, el equipo de Demti se imponía 49-44 y tenía otra vez confundidos a los locales.
Contra todo pronóstico, Peñarol se volvió a poner de pie. Con el liderazgo de Leo Gutiérrez. Y otra vez con gran agresividad defensiva y mucho carácter para capear el temporal. Así estableció un parcial de 10-1 y pasó al frente 54 a 50. Casi como un reflejo, Hernández sentó a Campazzo para cuidarlo en los últimos dos minutos y medio. Con Castets en cancha, el conjunto marplatense supo cuidar el margen y se fue al descanso corto 56 a 52 al frente.
La acumulación de faltas personales, de todos modos, era grave a esa altura. Tenía a Leiva en capilla con cuatro y con tres a Mata, Campazzo y Gutiérrez a la hora de encarar la recta final.
Hernández cuidó un poco más a su base natural y en cuatro minutos Libertad, con su perímetro incandescente y Battle dominante, sacó una máxima de nueve puntos (65-56).
El regreso de Campazzo volvió a poner a Peñarol en carrera. Pero Treise, anotando o asistiendo, no permitía que Libertad se derrumbara.
El final fue de locos. Los santafesinos tenían ocho de ventaja a falta a de tres minutos. Parecía historia juzgada. Sin embargo, nunca hay que dar a Peñarol por muerto. Y en sólo 75 segundos, a pura bomba de Safar y Campazzo, ya se había puesto 73-74 abajo. A falta de 33 segundos, otro triple de Campazzo, héroe de esta increíble final, lo puso arriba 76-75.
Después Mata le hizo perder la pelota a Alloatti, el increíble base cordobés anotó dos tiros libres más para estirar al 78-75 definitivo y Nocioni lo aseguró todo en la jugada final con una tapa a Treise.
Milagro y delirio. Peñarol produjo una de las más increíbles levantadas de su historia para llevarse el Súper 8. Y se convirtió en el equipo más ganador en la historia de este certamen.
Síntesis
Peñarol (78): F.Campazzo 18, D.Roland 8, A .Nocioni 11, L .Gutiérrez 16 y M.Leiva 8 (FI); M.Mata 2, S.Safar 13 y M.Castets 2. DT: Sergio Hernández
Libertad (75): J.Treise 20, M .Saglietti 7, J.Pittman 10, J.Bucknor 14 y R.Battle 13 (FI); A.Alloatti 6, J.Fernández Chávez 3, S.Ginóbili 2. DT: Fabio Demti.
Estadio: Polideportivo ?Islas Malvinas?.
Arbitros: Pablo Estévez, Alejandro Chiti y Daniel Rodrigo.
Progresión: 21-28, 39-37 y 56-52.
Crónica: La Capital
Foto: Gentileza ligateunafoto.com
La fiesta fue completa. Todos se dieron (nos dimos) el gusto de ver a Nocioni con la camiseta de Peñarol y levantando su primer trofeo en el país. Pero el NBA de anoche fue Facundo Campazzo, héroe de una de las levantadas más increíbles en la historia del equipo marplatense.
En una final inolvidable, el conjunto de Sergio Hernández se impuso 78 a 75 a Libertad y se adjudicó por tercera vez el Torneo Súper 8. Ningún otro club lo ganó tantas veces.
Peñarol estaba casi perdido a falta de tres minutos. Perdía 70-62 y era dominado. Tenía a casi todos cargados de faltas. Pero metió como nunca y entre Safar y Campazzo clavaron cuatro triples en ese cierre increíble para producir uno de los más notables vuelcos de su historia.
Como a lo largo de todo el torneo, Peñarol volvió a sufrir el partido. Esta vez desde el vamos. Tras un inicio parejo, con un juego de ataque prolijo, generosísimo a la hora de compartir la pelota, Libertad de Sunchales se cansó de conseguir buenos tiros en el perímetro. De movida, anduvo con la mira torcida.
Cuando la enderezó, tres bombazos consecutivos de Saglietti, Treise y Bucknor le permitieron obtener una máxima luz de nueve puntos (26-17) cuando muy poco le quedaba al cuarto inicial.
El equipo marplatense llevó el partido parejo hasta la citada ráfaga. Es más, a falta de tres minutos pareció que iba a apoderarse de una ventaja importante porque Demti sentó al poderoso pivote Robert Battle, quien enseguida se puso con dos faltas.
Sin embargo, enseguida le siguió sus pasos, por el mismo motivo, Facundo Campazzo. Y el funcionamiento ofensivo de Peñarol se vino a pique. Sin base natural, el equipo marplatense cayó en una confusión peligrosa y Libertad, que entre los muchos méritos realizados le agregó el de haber sabido controlar a Nocioni a lo largo de toda la primera parte, lo aprovechó a la perfección para establecer un quiebre.
Pero no hay mal que dure cien años y en el segundo cuarto Peñarol se aplicó con todas sus fuerzas a solucionar sus problemas defensivos. Los sunchalenses, que habían anotado 28 puntos en el cuarto inicial, apenas sumaron nueve en todo el parcial. Y tuvieron además un solo tiro por avance porque el conjunto marplatense dominó claramente la lucha por el rebote.
Claro que al conjunto de Hernández, de todos modos, le costó remontar la cuesta. Recién se reencontró con su juego en la última parte del primer tiempo con Campazzo y Safar integrando la media cancha. Los dos jóvenes aportaron coraje, defensa y gol exterior y hacia el final de la etapa Peñarol había emparejado el duelo. Y hasta se llevó dos puntos de ventaja al descanso con un triple postrero de Leonardo Gutiérrez.
Libertad, no obstante, recuperó su contundencia desde el perímetro en el comienzo del segundo tiempo y volvió a apoderarse de las riendas del partido. Los problemas se agravaron aún más cuando promediando el parcial Martín Leiva cometió su cuarta falta personal. Por entonces, el equipo de Demti se imponía 49-44 y tenía otra vez confundidos a los locales.
Contra todo pronóstico, Peñarol se volvió a poner de pie. Con el liderazgo de Leo Gutiérrez. Y otra vez con gran agresividad defensiva y mucho carácter para capear el temporal. Así estableció un parcial de 10-1 y pasó al frente 54 a 50. Casi como un reflejo, Hernández sentó a Campazzo para cuidarlo en los últimos dos minutos y medio. Con Castets en cancha, el conjunto marplatense supo cuidar el margen y se fue al descanso corto 56 a 52 al frente.
La acumulación de faltas personales, de todos modos, era grave a esa altura. Tenía a Leiva en capilla con cuatro y con tres a Mata, Campazzo y Gutiérrez a la hora de encarar la recta final.
Hernández cuidó un poco más a su base natural y en cuatro minutos Libertad, con su perímetro incandescente y Battle dominante, sacó una máxima de nueve puntos (65-56).
El regreso de Campazzo volvió a poner a Peñarol en carrera. Pero Treise, anotando o asistiendo, no permitía que Libertad se derrumbara.
El final fue de locos. Los santafesinos tenían ocho de ventaja a falta a de tres minutos. Parecía historia juzgada. Sin embargo, nunca hay que dar a Peñarol por muerto. Y en sólo 75 segundos, a pura bomba de Safar y Campazzo, ya se había puesto 73-74 abajo. A falta de 33 segundos, otro triple de Campazzo, héroe de esta increíble final, lo puso arriba 76-75.
Después Mata le hizo perder la pelota a Alloatti, el increíble base cordobés anotó dos tiros libres más para estirar al 78-75 definitivo y Nocioni lo aseguró todo en la jugada final con una tapa a Treise.
Milagro y delirio. Peñarol produjo una de las más increíbles levantadas de su historia para llevarse el Súper 8. Y se convirtió en el equipo más ganador en la historia de este certamen.
Síntesis
Peñarol (78): F.Campazzo 18, D.Roland 8, A .Nocioni 11, L .Gutiérrez 16 y M.Leiva 8 (FI); M.Mata 2, S.Safar 13 y M.Castets 2. DT: Sergio Hernández
Libertad (75): J.Treise 20, M .Saglietti 7, J.Pittman 10, J.Bucknor 14 y R.Battle 13 (FI); A.Alloatti 6, J.Fernández Chávez 3, S.Ginóbili 2. DT: Fabio Demti.
Estadio: Polideportivo ?Islas Malvinas?.
Arbitros: Pablo Estévez, Alejandro Chiti y Daniel Rodrigo.
Progresión: 21-28, 39-37 y 56-52.
Crónica: La Capital
Foto: Gentileza ligateunafoto.com
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