La conducción, la solidez e intensidad defensiva fueron las grandes claves. Bruno Lábaque (8 puntos, 1 rebote y seis asistencias) cambió el chip y volvió a ser el base determinante, encarador, pensante y motivador. Su puño apretado en cada una de sus jugadas logradas marcó a las claras la necesidad de buenos resultados individuales. Por el bien del equipo, mostró su “vuelta”. También, Facundo Sucatzky, Miguel Gerlero y Rubén Garcés se repitieron entre los puntos altos de los dirigidos por Sebastián González.
En la primera mitad, la defensa no fue constante ni certera, y a eso lo pagó Atenas. En ofensiva, el solitario Garcés volvió a su tarea de todo terreno e hizo lo que pudo hasta que en la rotación, los ingresos de Gerlero y Sucatzky le dieron vida a los cordobeses. El escolta fue fundamental con su intensidad en los dos costados y el base aprovechó con su buen ojo para alimentarlo y explotar sus arranques, con lo que el 18-17 fue el scorer vía al descanso corto.
A la vuelta, se vio lo mejor de Lábaque. En el momento de mayor zozobra del local, el capitán encabezó una agobiarte defensa, propuso un uno contra uno frente a Carabajal, armó juego con el panameño Garcés y Mariano García como principales laderos. Con su librito sacó una máxima parcial de 51-41 al término del cuarto. Mientras, Fabián Elías Saad (11 puntos en la mitad y 3/4 en triples) hacía lo imposible por mantener en juego a los correntinos.
Después, lo quebró. A la vuelta de los vestuarios fue el Atenas que todos pretendían. La intensidad estuvo a flor de piel, mordió en todo el rectángulo, puso la bola donde debía y explotó cada uno de sus jugadores en el momento oportuno. Si bien hubo nombres particulares con puntos altos, lo sucedido en estos diez minutos (80-62) fue para el elogio colectivo. A su manera, y por primera vez en la temporada, literalmente lo liquidó antes de tiempo.
Los últimos diez sirvieron para terminar de florearse y alimentar la importancia de los jugadores correntinos. Un encontronazo derivó en las expulsiones de Ángel Álamo y Maxi Maciel. A partir de allí los ánimos quedaron caldeados, pero nada cambió. El Griego manejó los hilos y terminó haciendo realidad el triunfo con el categórico 103-75.
Síntesis:
Atenas 103: Bruno Lábaque 8, Juan Manuel Rivero 7, Matías Lescano 9, Mariano García 17, Rubén Garcés 18 FI; Facundo Sucatzky 9, Miguel Gerlero 16, Marcus Melvin 13, Ángel Álamo 0, Bruno Colli 3, Agustín Jure 3, Marco Bosch. DT: Sebastián González.
San Martìn 75: Agustín Carabajal 3, Ronald Davis 6, Maximiliano Maciel 4, William McFarlan 18, Hakeem Rollins 7 FI, Fabián Elías Saad 17, Ariel Eslava 16, Federico Aldama 2, Emilio Vallejos 0, Lucas Victoriano 0. DT: Leandro Ramella.
Descalificados: Maciel y Álamo. Por faltas: Carabajal.
Parciales: 18 - 17; 51-41 (33-24); 80-62 (29-21); 103-75 (23-13).
Árbitros: Osvaldo Bautista y Javier Mendoza.
Cancha: Polideportivo Carlos Cerutti.
Crónica: Diario La Mañana - Foto: Gentileza Mundo D
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