Fernando Malara llegó anoche a la Madre de Ciudades, acompañado por su mujer, Julieta y por su hija, Juana, de tan sólo 3 años. Pese al cansancio lógico del viaje, accedió a dialogar con EL LIBERAL y dejó en claro que no es un anotador, pero que está capacitado para tener participación en la ofensiva.
Este escolta bonaerense jugó la temporada pasada en Lanús, con el que llegó hasta cuartos de final tras eliminar a Sportivo 9 de Julio de Río Tercero, el equipo de su nuevo técnico, Gustavo Miravet.
Anoche, Malara se instaló en un hotel céntrico de nuestra ciudad, donde compartió con Matías Ibarra, a quien conoce desde hace mucho tiempo, según sus propias palabras. Mañana, se sumará a la pretemporada de su nuevo equipo y empezará a desandar otro capítulo de su carrera deportivo.
“Obviamente que cuando empieza la pretemporada, las sensaciones son todas distintas porque tengo expectativas de que sea un buen año. Estoy muy entusiasmado, con la idea de que nos vaya a bien a todos y de hacer un buen trabajo. Es una liga larga y muy competitiva, pero ya a esta altura uno está acostumbrado a jugarla. Hace más de diez años que vengo jugando la Liga Nacional y un poco ya nos conocemos todos”, expresó en el inicio de una entrevista exclusiva para EL LIBERAL.
-¿Estás al tanto de lo que significa el básquet en la provincia?
-Sé que acá se exige, porque se vive mucho el básquet. Tiene dos equipos en la máxima división y un clásico muy lindo para jugarlo. No va a haber ningún inconveniente, porque me gusta brindarme y estar a la altura de las circunstancias. Trataremos de hacer las cosas bien desde el lunes para que se pueda encaminar todo por una buena senda.
-¿Recuerdas como te fue la temporada pasada en el Vicente Rosales?
-Perdimos. Veníamos de una gira de varios partidos afuera con Lanús. Fue un partido duro, porque ellos se jugaban muchas cosas, porque estaban en una situación complicada y obviamente que querían ganar y necesitaban el triunfo de local. Fue un partido durísimo. La gente estuvo todo el tiempo alentando…
-Y peleándose con Taylor
-Sí, también. En realidad, el jugador tiene que guardar decoro y apaciguar las cosas, porque el hincha es hincha, aunque yo no lo comparto porque se tiene que comportar. Estábamos en un partido bastante parejo y traté de apaciguar las cosas para que el árbitro no tome represalias en contra de Lanús. Conozco a Terrel desde hace mucho tiempo, hemos compartido varios años juntos y sé que le puedo hablar porque él muchas veces me escucha. Ésta no tanto, pero me escucha.
-Aquel equipo de Lanús peleó arriba, ¿cree que le ocurrirá lo mismo en Olímpico?
-Sí, por ahí parece un poco que uno se pone el casette, pero en realidad sé que será así porque conozco a varios jugadores que van a integrar este equipo como Eduardo Villares, el “Lata” (Ibarra) y el “Kily” (Romero). He jugado en contra de Galindo en el último playoffs. Sé de las condiciones de Machuca. Cristian Amicucci es un batallador. A mi me gusta entrenar duro y tratar de hacer lo que el técnico pide dentro de la cancha. Conozco al técnico (Gustavo Miravet) de afuera del ambiente del básquet. Hemos compartido cenas con él, porque tenemos amigos en común en Córdoba.
Sabemos que el personal está. Después, obviamente que hay que trabajar duro. Y cada uno va a tener que tomar el compromiso de hacer las cosas bien, dentro y fuera de la cancha. Si todo va por ese rumbo, no tendríamos problemas de estar peleando entre los ocho de arriba. Obviamente que es una temporada muy larga y necesitás que muchos factores se acomoden. En esta liga es muy importante ganar de visitante para poder acomodarnos en los primeros puestos.
-Conociendo al entrenador y habiendo visto jugar a sus equipos, uno imagina que Fernando Malara va a ser su caballito de batalla en defensa.
-Yo vengo haciendo ese trabajo desde que comencé a jugar al básquet. Será una de las cosas que él me pida, pero también sé que él me puede llegar a dar la libertad para que pueda tener participación en la ofensiva. Estoy capacitado para hacerlo. No soy un anotador, pero eso no significa que no pueda anotar 8 o 10 puntos de promedio. Eso me va a servir para tomar confianza.
-La afición bandeña valora este tipo de jugadores
-Vengo, un poco inconscientemente, buscando ese reconocimiento, porque muchas veces se dice: ¿Quién jugó bien? El que hizo muchos puntos. Pero me parece que el que defiende es tan importante como aquel que anota. Sería bueno que la gente también lo reconozca, más allá de que el que meta 20 puntos siempre se destaque. Está bueno que se miren otros rubros. Si es así, bienvenido sea.
-¿Quiénes crees que te pueden dar una mano con la adaptación?
-Sé de la calidad de personas que son. Con Eduardo (Villares) vengo teniendo contacto desde hace un mes y medio. Me ha dado una mano con la escuela de mi nena y con la mudanza. He mandado cosas de Buenos Aires para acá y él me las ha recibido. Al “Lata” Ibarra también lo conozco desde que éramos chicos, de jugar en selecciones juntos. Y como que uno se separó por mucho tiempo, pero al reencontrarse sigue habiendo la misma confianza. Con el “Kily” éramos compañeros de habitación cuando jugábamos en Atenas.
-En tantos años de Liga Nacional, ¿cómo te llevaste con los extranjeros?
-Bien. No sé inglés a la perfección, pero me hago entender. Por suerte hasta ahora no ha llegado ningún americano. Uno es venezolano (Axiers Sucre) y el otro portorriqueño (Alex Galindo). Siempre he tratado de integrarlos a los grupos de alguna manera, ayudándoles con la familia, con algún tema extrabasquetbolístico o orientándolos en la ciudad. Ellos están lejos de su casa y de sus familias. La idea es que sepan que hay un grupo humano respaldándolos para que se abran y puedan sentirse cómodos.
-¿Sabés algo de Sucre?
-No, no lo he visto ni jugar. Me dijeron que es potente, que juega en el puesto de 4 y que ha tenido buenas temporadas estos últimos años. Sé que ha jugado en la selección y que ha salido campeón con su equipo en Venezuela.
-¿Y te contaron algo sobre el misterio del extranjero que falta?
-No sé quién será. Sé que estaba complicada la búsqueda, porque es difícil encontrar un jugador que juegue tan profundo debajo del canasto. Los que juegan en la Argentina, ya han fichado en distintos equipos. Tendría que ser alguien que venga de Europa o de otras ligas de Sudamérica o Centroamérica.
-¿Cómo estás en lo físico para el inicio de la temporada?
-Vengo trabajando desde hace un tiempo. Después de que terminó la temporada con Lanús, descansé un mes para despejarme. Después estuve más de un mes en un gimnasio, en la parte de fortalecimiento. Básquet he hecho poco, pero estoy tranquilo porque la pretemporada va a ser larga y voy a tiempo.
Fuente: Diario El Liberal
Este escolta bonaerense jugó la temporada pasada en Lanús, con el que llegó hasta cuartos de final tras eliminar a Sportivo 9 de Julio de Río Tercero, el equipo de su nuevo técnico, Gustavo Miravet.
Anoche, Malara se instaló en un hotel céntrico de nuestra ciudad, donde compartió con Matías Ibarra, a quien conoce desde hace mucho tiempo, según sus propias palabras. Mañana, se sumará a la pretemporada de su nuevo equipo y empezará a desandar otro capítulo de su carrera deportivo.
“Obviamente que cuando empieza la pretemporada, las sensaciones son todas distintas porque tengo expectativas de que sea un buen año. Estoy muy entusiasmado, con la idea de que nos vaya a bien a todos y de hacer un buen trabajo. Es una liga larga y muy competitiva, pero ya a esta altura uno está acostumbrado a jugarla. Hace más de diez años que vengo jugando la Liga Nacional y un poco ya nos conocemos todos”, expresó en el inicio de una entrevista exclusiva para EL LIBERAL.
-¿Estás al tanto de lo que significa el básquet en la provincia?
-Sé que acá se exige, porque se vive mucho el básquet. Tiene dos equipos en la máxima división y un clásico muy lindo para jugarlo. No va a haber ningún inconveniente, porque me gusta brindarme y estar a la altura de las circunstancias. Trataremos de hacer las cosas bien desde el lunes para que se pueda encaminar todo por una buena senda.
-¿Recuerdas como te fue la temporada pasada en el Vicente Rosales?
-Perdimos. Veníamos de una gira de varios partidos afuera con Lanús. Fue un partido duro, porque ellos se jugaban muchas cosas, porque estaban en una situación complicada y obviamente que querían ganar y necesitaban el triunfo de local. Fue un partido durísimo. La gente estuvo todo el tiempo alentando…
-Y peleándose con Taylor
-Sí, también. En realidad, el jugador tiene que guardar decoro y apaciguar las cosas, porque el hincha es hincha, aunque yo no lo comparto porque se tiene que comportar. Estábamos en un partido bastante parejo y traté de apaciguar las cosas para que el árbitro no tome represalias en contra de Lanús. Conozco a Terrel desde hace mucho tiempo, hemos compartido varios años juntos y sé que le puedo hablar porque él muchas veces me escucha. Ésta no tanto, pero me escucha.
-Aquel equipo de Lanús peleó arriba, ¿cree que le ocurrirá lo mismo en Olímpico?
-Sí, por ahí parece un poco que uno se pone el casette, pero en realidad sé que será así porque conozco a varios jugadores que van a integrar este equipo como Eduardo Villares, el “Lata” (Ibarra) y el “Kily” (Romero). He jugado en contra de Galindo en el último playoffs. Sé de las condiciones de Machuca. Cristian Amicucci es un batallador. A mi me gusta entrenar duro y tratar de hacer lo que el técnico pide dentro de la cancha. Conozco al técnico (Gustavo Miravet) de afuera del ambiente del básquet. Hemos compartido cenas con él, porque tenemos amigos en común en Córdoba.
Sabemos que el personal está. Después, obviamente que hay que trabajar duro. Y cada uno va a tener que tomar el compromiso de hacer las cosas bien, dentro y fuera de la cancha. Si todo va por ese rumbo, no tendríamos problemas de estar peleando entre los ocho de arriba. Obviamente que es una temporada muy larga y necesitás que muchos factores se acomoden. En esta liga es muy importante ganar de visitante para poder acomodarnos en los primeros puestos.
-Conociendo al entrenador y habiendo visto jugar a sus equipos, uno imagina que Fernando Malara va a ser su caballito de batalla en defensa.
-Yo vengo haciendo ese trabajo desde que comencé a jugar al básquet. Será una de las cosas que él me pida, pero también sé que él me puede llegar a dar la libertad para que pueda tener participación en la ofensiva. Estoy capacitado para hacerlo. No soy un anotador, pero eso no significa que no pueda anotar 8 o 10 puntos de promedio. Eso me va a servir para tomar confianza.
-La afición bandeña valora este tipo de jugadores
-Vengo, un poco inconscientemente, buscando ese reconocimiento, porque muchas veces se dice: ¿Quién jugó bien? El que hizo muchos puntos. Pero me parece que el que defiende es tan importante como aquel que anota. Sería bueno que la gente también lo reconozca, más allá de que el que meta 20 puntos siempre se destaque. Está bueno que se miren otros rubros. Si es así, bienvenido sea.
-¿Quiénes crees que te pueden dar una mano con la adaptación?
-Sé de la calidad de personas que son. Con Eduardo (Villares) vengo teniendo contacto desde hace un mes y medio. Me ha dado una mano con la escuela de mi nena y con la mudanza. He mandado cosas de Buenos Aires para acá y él me las ha recibido. Al “Lata” Ibarra también lo conozco desde que éramos chicos, de jugar en selecciones juntos. Y como que uno se separó por mucho tiempo, pero al reencontrarse sigue habiendo la misma confianza. Con el “Kily” éramos compañeros de habitación cuando jugábamos en Atenas.
-En tantos años de Liga Nacional, ¿cómo te llevaste con los extranjeros?
-Bien. No sé inglés a la perfección, pero me hago entender. Por suerte hasta ahora no ha llegado ningún americano. Uno es venezolano (Axiers Sucre) y el otro portorriqueño (Alex Galindo). Siempre he tratado de integrarlos a los grupos de alguna manera, ayudándoles con la familia, con algún tema extrabasquetbolístico o orientándolos en la ciudad. Ellos están lejos de su casa y de sus familias. La idea es que sepan que hay un grupo humano respaldándolos para que se abran y puedan sentirse cómodos.
-¿Sabés algo de Sucre?
-No, no lo he visto ni jugar. Me dijeron que es potente, que juega en el puesto de 4 y que ha tenido buenas temporadas estos últimos años. Sé que ha jugado en la selección y que ha salido campeón con su equipo en Venezuela.
-¿Y te contaron algo sobre el misterio del extranjero que falta?
-No sé quién será. Sé que estaba complicada la búsqueda, porque es difícil encontrar un jugador que juegue tan profundo debajo del canasto. Los que juegan en la Argentina, ya han fichado en distintos equipos. Tendría que ser alguien que venga de Europa o de otras ligas de Sudamérica o Centroamérica.
-¿Cómo estás en lo físico para el inicio de la temporada?
-Vengo trabajando desde hace un tiempo. Después de que terminó la temporada con Lanús, descansé un mes para despejarme. Después estuve más de un mes en un gimnasio, en la parte de fortalecimiento. Básquet he hecho poco, pero estoy tranquilo porque la pretemporada va a ser larga y voy a tiempo.
Fuente: Diario El Liberal
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