Argentina necesitaba ganar para no tener que estar mañana con la calculadora ante Brasil, y lo consiguió dentro de un juego irregular, pero donde demostró, en el final, una gran personalidad.
El comienzo de los pibes sudamericanos fue tremendo. Tras un inicio parejo (6-6), Argentina pasó a comandar las acciones con buena mano desde posiciones externas (el gran déficit en varios de los partidos previos), y así se fue al primer descanso 16-12 arriba, controlando las principales vías de gol de su rival.
El arranque del segundo cuarto fue sencillamente espectacular. Con Garino confirmando que es uno de los grandes proyectos del país, la Argentina metió un parcial de 15-0 y se fue 19 arriba (31-12), presionando en defensa como nunca, no permitiendo segundas opciones y siendo muy ordenados tácticamente.
Encima, el pibe Giaveno entró derechísimo no solo con su tiro, sino con su defensa perimetral, lo que junto al protagonismo de Garino y la defensa, desarmó a los rusos, que no encontraban ni el más mínimo resquicio para recuperarse.
De todos modos, el entrenador ruso logró modificar el rumbo con un par de cambios y por el descanso que, obligadamente, necesitaron algunos de los chicos argentinos, que hicieron un enorme desgaste en ese rato.
Por eso, Rusia clavó un parcial inverso de 12-1 y, al menos, se fue al descanso largo con un resultado más amable: 39-26 para Argentina.
Argentina soportó bien los primeros 8 minutos del tercer período, ya sin tanta puntería quizá pero con una gran concentración y esfuerzo, pero en los 2 minutos finales sintió el gasto y Rusia lo aprovechó para empezar a poner en duda el resultado, sobre todo con la aparición de su gran goleador, Sergei Karazev.
Así, del 49-54 primero, y del 51-54 con el que terminó el tercer chico, pasó a liderar el tanteador 56-54 con un doble de Zaryazhko. El dominio ruso duró un rato más y llegó a ser de 5 (61-56).
Era el momento más complicado para los pibes de Tolcachier que, igualmente, no se enloquecieron. Un triple de Garino fue clave para que la fe no se esfumara, a pesar de que los rusos volvieron a sacar 5 (68-63) a 2m37s del final.
Argentina no tenía quizá el mismo gol exterior de antes, pero sí una enorme defensa. Y con eso, disimuló algunas falencias que se combinaron con aciertos de chicos muy dotados, como D´Elía y, sobre todo, Giorgetti, la gran figura argentina en el final.
El alero de Peñarol no solamente tomó algunos tiros de riesgo, sino que recuperó un balón clave molestando en defensa y metió un par de libres decisivos.
Argentina igualó en 68, defendió bien la siguiente bola y Massarelli, que no venía derecho, mostró ahí su sangre de goleador, penetrando ante los gigantes y sacando doble y falta para volver a poner al frente a Argentina después de mucho tiempo 71-68, a 1m18s del final.
Rusia se obnubiló, buscó empatar con triples, pero no pudo. Igual, achicó a 1 con 2 libres de Karasev, cortado para que no intentara el empate a 8 segundos del cierre. Giorgetti metió dos más de esos que pesan muchísimo (-7s2), Argentina quedó 3 arriba (73-70) y no necesitó cortar con falta en el último balón, porque defendió muy bien el tiro de tres y Rusia terminó tirando forzadísimo.
Enorme victoria 73-70 de Argentina, que mañana se enfrentará a Brasil ya clasificado, pero con la chance de, en caso de ganar, alcanzar el tercer puesto del grupo y evitar a Estados Unidos (único invicto del torneo), en cuartos de final. Garino, con 19 puntos (8 en el segundo cuarto), fue el goleador argentino. Giorgetti sumó 16 y D´Elía 14, más 8 rebotes.
Síntesis
Argentina (73): Massarelli 5, Basabe 6, Paredes 3, Giorgetti 16 y D´Elía 14 (FI); Gallizzi 0, Giaveno 7, Pérez 0, Díaz 3 y Garino 19. DT: Enrique Tolcachier.
Rusia (70): Zaryashko 10, Goldyrev 12, Karasev 25, Trushkin 12 y Gudumak 2 (FI); Varnakov 0, Vikhrov 0, Kulagin 6, Bekkiev 0 y Loginov 3. DT: Mikhail Soloviev.
Cuartos: 16-12, 39-26, 54-51 y 73-70.
Fuente: Basquet Plus
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