“Me da una tremenda alegría renovar y poder darle forma al futuro plantel”, dijo el técnico a EL LIBERAL. El tucumano siente que es un reconocimiento a su trabajo.
Ya es oficial: Carlos Eduardo Romano seguirá siendo técnico de Quimsa. Ayer, su representante llegó a un acuerdo con la dirigencia, que había empeñado su palabra en la búsqueda de resultados deportivos.
La Fusión llegó a semifinales y el “Negro” se ganó la continuidad, con la responsabilidad de consensuar con la dirigencia el armado de un equipo con pretensiones de luchar por cosas importantes, en todos los frentes.
Por eso, anoche era evidente su satisfacción frente a la noticia. “Si retorné este año cuando el equipo estaba muy mal fue porque tengo una excelente relación con la dirigencia de Quimsa y con su presidente. Volví porque la pasé bárbaro, porque entiendo cómo es este deporte y porque siempre digo que la palabra vale. Hoy me da una alegría renovar y poder armar el futuro equipo de Quimsa” , manifestó Romano en una entrevista exclusiva, cuando la noticia todavía estaba fresca.
-¿Siente que fue un reconocimiento a su trabajo?
-Sí, porque no hay que olvidarse que fue una temporada con muchos sobresaltos y sinsabores, que terminó de una manera muy buena a nivel institucional. No estuve en el armado de este equipo, pero no dejo de conocer toda la ambición de la gente de Quimsa de estar entre los cuatro primeros. Esta vez lo pude conseguir, con toda el agua que pasó bajo el puente.
-¿Usted va a armar el nuevo el equipo?
-Yo armé el equipo del año anterior, con el que conseguimos dos títulos y estuvimos arriba. Hoy voy a hacer lo mismo que aquel año, voy a consensuar con la dirigencia. El jueves ya estaremos a pleno diagramando lo que se atacará la próxima semana: qué jugadores deseamos tener de acuerdo con los objetivos que va a tener el club para el año que viene.
-¿Qué se habló respecto de las aspiraciones?
-Lo que hablamos a priori es que queremos estar entre los seis para arriba, pero con la chance de ir al campeonato.
-¿Qué te dejó esta temporada?
-Cuando llegué, el equipo era mentalmente un caos, confundidos los roles y con situaciones dañinas. Me puse de cabeza a ver cómo se salía de esta situación y realmente fue muy duro. Terminó el año y recuperamos la posibilidad de que Quimsa juegue internacional el año que viene y terminamos entre los cuatro primeros, pudiendo jugar una semifinal.
-¿Qué opinas sobre el periodismo especializado en básquet que tiene la provincia?
-Tengo una cualidad, yo no abro la boca. Quizá esa es una parte que el periodismo no gusta de mí. Yo entiendo que el periodismo quiera saber más, yo lo comprendo, pero a veces eso no ayuda. No me creo capacitado para criticar al periodismo de Santiago. Todo nuestro periodismo nacional está así. Vos y tus colegas me pueden hacer creer que soy muy bueno o muy malo y no creo que sea ninguno de las dos.
-En tu joven carrera de entrenador, ¿quiénes te influenciaron?
-Alberto Finguer fue mi primer entrenador, cuando estuve seis meses en YPF antes de pasar a Obras. Después, un top muy alto, un tipo sicológicamente muy fuerte, porque era campeón del mundo y campeón olímpico: Ranko Zeravica. También tuve el placer de tener en la selección a León Najnudel. Compartí en su mejor momento a Flor Meléndez. Y después toda una generación nueva, llámese Rubén Magnano, Julio Lamas y Sergio Hernández.
-¿Dijiste Julio Lamas?
-Yo te cuento una anécdota con Lamas. Fue a una clínica en Mar del Plata en el 96, cuando era técnico de la selección argentina. Y yo asistí de buzo y zapatillas. Todo entrenador pone diez jugadores para mostrar sus ideas. Le faltó uno de esos pibes y no se podía desarrollar la clínica. Yo salté de la platea y le dije: ´Julio, ¿lo puedo ayudar?´ Me pareció irrespetuoso que no tenga los diez jugadores para mostrar el ejercicio. Al año siguiente le pedí si podía ser el quinto o sexto asistente.
-¿Volvieron a hablar desde el último incidente?
-Todavía no, pero yo creo que para las finales iré a ver a mi hija unos días y lo voy a encontrar o presenciando los entrenamientos de la selección, lo voy a ver. Si hay algo para decirnos, se dirá. Y si no, quedará como una anéC_Dota más de un partido altamente caliente, cada uno buscando que su equipo gane.
-¿Peñarol y Atenas son los mejores equipos de la Liga?
-Atenas estuvo en la final del Super 8, en la final del Interligas. Peñarol fue regular todo el año, fue un equipo top. Y Obras tuvo la mala suerte de chocarse con nosotros, en un gran momento del equipo. l
Fuente: Diario El Liberal
Ya es oficial: Carlos Eduardo Romano seguirá siendo técnico de Quimsa. Ayer, su representante llegó a un acuerdo con la dirigencia, que había empeñado su palabra en la búsqueda de resultados deportivos.
La Fusión llegó a semifinales y el “Negro” se ganó la continuidad, con la responsabilidad de consensuar con la dirigencia el armado de un equipo con pretensiones de luchar por cosas importantes, en todos los frentes.
Por eso, anoche era evidente su satisfacción frente a la noticia. “Si retorné este año cuando el equipo estaba muy mal fue porque tengo una excelente relación con la dirigencia de Quimsa y con su presidente. Volví porque la pasé bárbaro, porque entiendo cómo es este deporte y porque siempre digo que la palabra vale. Hoy me da una alegría renovar y poder armar el futuro equipo de Quimsa” , manifestó Romano en una entrevista exclusiva, cuando la noticia todavía estaba fresca.
-¿Siente que fue un reconocimiento a su trabajo?
-Sí, porque no hay que olvidarse que fue una temporada con muchos sobresaltos y sinsabores, que terminó de una manera muy buena a nivel institucional. No estuve en el armado de este equipo, pero no dejo de conocer toda la ambición de la gente de Quimsa de estar entre los cuatro primeros. Esta vez lo pude conseguir, con toda el agua que pasó bajo el puente.
-¿Usted va a armar el nuevo el equipo?
-Yo armé el equipo del año anterior, con el que conseguimos dos títulos y estuvimos arriba. Hoy voy a hacer lo mismo que aquel año, voy a consensuar con la dirigencia. El jueves ya estaremos a pleno diagramando lo que se atacará la próxima semana: qué jugadores deseamos tener de acuerdo con los objetivos que va a tener el club para el año que viene.
-¿Qué se habló respecto de las aspiraciones?
-Lo que hablamos a priori es que queremos estar entre los seis para arriba, pero con la chance de ir al campeonato.
-¿Qué te dejó esta temporada?
-Cuando llegué, el equipo era mentalmente un caos, confundidos los roles y con situaciones dañinas. Me puse de cabeza a ver cómo se salía de esta situación y realmente fue muy duro. Terminó el año y recuperamos la posibilidad de que Quimsa juegue internacional el año que viene y terminamos entre los cuatro primeros, pudiendo jugar una semifinal.
-¿Qué opinas sobre el periodismo especializado en básquet que tiene la provincia?
-Tengo una cualidad, yo no abro la boca. Quizá esa es una parte que el periodismo no gusta de mí. Yo entiendo que el periodismo quiera saber más, yo lo comprendo, pero a veces eso no ayuda. No me creo capacitado para criticar al periodismo de Santiago. Todo nuestro periodismo nacional está así. Vos y tus colegas me pueden hacer creer que soy muy bueno o muy malo y no creo que sea ninguno de las dos.
-En tu joven carrera de entrenador, ¿quiénes te influenciaron?
-Alberto Finguer fue mi primer entrenador, cuando estuve seis meses en YPF antes de pasar a Obras. Después, un top muy alto, un tipo sicológicamente muy fuerte, porque era campeón del mundo y campeón olímpico: Ranko Zeravica. También tuve el placer de tener en la selección a León Najnudel. Compartí en su mejor momento a Flor Meléndez. Y después toda una generación nueva, llámese Rubén Magnano, Julio Lamas y Sergio Hernández.
-¿Dijiste Julio Lamas?
-Yo te cuento una anécdota con Lamas. Fue a una clínica en Mar del Plata en el 96, cuando era técnico de la selección argentina. Y yo asistí de buzo y zapatillas. Todo entrenador pone diez jugadores para mostrar sus ideas. Le faltó uno de esos pibes y no se podía desarrollar la clínica. Yo salté de la platea y le dije: ´Julio, ¿lo puedo ayudar?´ Me pareció irrespetuoso que no tenga los diez jugadores para mostrar el ejercicio. Al año siguiente le pedí si podía ser el quinto o sexto asistente.
-¿Volvieron a hablar desde el último incidente?
-Todavía no, pero yo creo que para las finales iré a ver a mi hija unos días y lo voy a encontrar o presenciando los entrenamientos de la selección, lo voy a ver. Si hay algo para decirnos, se dirá. Y si no, quedará como una anéC_Dota más de un partido altamente caliente, cada uno buscando que su equipo gane.
-¿Peñarol y Atenas son los mejores equipos de la Liga?
-Atenas estuvo en la final del Super 8, en la final del Interligas. Peñarol fue regular todo el año, fue un equipo top. Y Obras tuvo la mala suerte de chocarse con nosotros, en un gran momento del equipo. l
Fuente: Diario El Liberal
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