La gloria al alcance de la mano

Todo salió perfecto. Fue una fiesta. Desde lo que generó el equipo dentro del rectángulo de juego, hasta el colorido y la pasión que puso la gente que colmó el estadio de Once Unidos. Un cóctel ideal para un gran resultado que consiguió este Quilmes que acaricia cada vez más la posibilidad de regresar a la Liga Nacional de Básquetbol.

En definitiva le ganó sin problemas a San Martín de Corrientes por 101 a 68 y si mañana repite el resultado conseguirá el objetivo de regresar a la elite.

Con un primer cuarto de ensueño, con una producción colectiva e individual de lo mejor de la temporada, Quilmes dejó en ridículo a su rival y sacó una diferencia impensada por como venía el desarrollo de esta final.

Difícil de explicar el comienzo del encuentro. Principalmente porque Quilmes tomó una ventaja inicial de 11 a 4 cuando San Martín tuvo muy buenas ofensivas. Pero la baja efectividad de la visita y el fervor del local posibilitaron que a pesar de esa situación de juego Quilmes se quedara con la delantera. Y ese impulso inicial de tiros bien tomados, pero errados, por el equipo correntino fue ideal para agregarle defensa y muchos recuperos de balón de la mano de Eseverri.

El combo fue ideal porque además le agregó básquet de alto vuelo en la ofensiva y con todos sus jugadores aportando gol, el local quedó arriba 22 a 6. Así, aprovechando los porcentajes casi perfectos y sin hacerse mucho problema por la defensa cajón y uno sobre Hopson, Quilmes cerró el primer cuarto con un sorpresivo 34 a 17.

Como si fuera poco los relevos no desentonaron y la intensidad se mantuvo. Además Quilmes controló mucho mejor el rebote en su propio canasto, el déficit en los primeros dos partidos. Sepúlveda, intratable con los triples, Peralta marcando muy bien a Glover y Piñero, se sumaron a la ofensiva y muy rápido el local superó la barrera de los 20 puntos, 49 a 23. Un pequeño bache, normal después de 15 minutos sin fisuras, acercó un poco a San Martín con un parcial de 8 a 0 a través de los puntos de Glover desde la línea y las penetraciones de Saad.

Pero Quilmes estuvo muy concentrado, Pomare y Espinoza no dejaron que Ramírez Barrios tocara la pelota, Hopson hizo estragos cada vez que se lo propuso, y con una gran ovación el equipo de Maffei se fue al descanso largo con el partido virtualmente definido, 62 a 34.

Y así fue, porque el complemento estuvo de más. Quilmes jugó como si el partido estuviera igualado y nunca bajó la concentración. Metió un parcial inicial en el tercer cuarto de 14 a 3 y demolió al rival, 76 a 37. Una verdadera paliza, atípica para un partido de estas características. San Martín intentó defender más duro, jugar al límite de la falta y el refuerzo para esta final, Ariel Pau, convirtió un par de triples. Un parcial de 14 a 0 fue el amague de una reacción, pero igualmente la ventaja ya era muy importante y al cuarto final entraron, 76 a 51.

Un par de dobles de Pomare, por si hacía falta, sirvieron para calmar ese buen pasaje de la visita. Y Quilmes disfrutó de allí y hasta el final de un resultado que definió con un excelente primer cuarto y con uno de sus mejores rendimientos en lo que va de la temporada. Venció con total amplitud por 101 a 68 y ahora solamente le resta ganar mañana para volver a la Liga Nacional.

Sintesis

Quilmes (101): N.Ferreyra 11, M.Hopson 22, G.Eseverri 7, P.Espinoza 7 y L.Pomare 18 (FI); M.Sepúlveda 17, L.Peralta 4, F.Piñero 2 (x), D.Capitanich 5, J.Alessio 5, M.Iturrioz 3 y F.Cabezas 0. DT: Daniel Maffei.

San Martín Ctes. (68): J.Olmedo 3, Elías Saad 9, S.Castiñeira 12, Ramírez Barrios 2 y A.Glover 13 (FI); M.Ceruti 9, A.Rodríguez 5, R.Iglesias 0 (x), J.Abbadie 4 y A.Pau 11. DT: Ariel Rearte.

Cancha: Once Unidos.
Arbitros: Julio Dinamarca, Alejandro Trías y Cristian Salguero.
Progresión: 34?17, 62?34 y 76?51.

Crónica: Diario La Capital
Foto: Gemtileza Francisco Mendez (El Atlántico)

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