Peñarol, en su camino de retención del título, superó a Estudiantes de Bahía Blanca por 97 a 83 en un partido que liquidó en el primer cuarto. Si bien no podrá ser “1”, el “Milrayitas” dio una muy importante muestra de entereza
No podrá ser “1” porque Obras hizo bien los deberes y ya se aseguró esa posición. Pero a Peñarol no le importa. Sabe que si quiere retener el título, debe ganarle a todos, aún en desventaja de localía. Y ayer, dio una muy buena muestra de que no será sencillo arrebatarle la corona, aplastando a Estudiantes de Bahía Blanca por 97 a 83. Con una gran tarea de conjunto, definió el pleito en el primer cuarto. Luego lo manejó y llegó a sacar 24, pero el choque terminó con un resultado “mentiroso” porque el local se frenó.
Inesperadamente, Peñarol quebró al rival rápido. Repartiendo el goleo, después de 4 minutos, el “Milrayitas” comenzó a alejarse. Si bien tuvo una buena producción ofensiva, construyó el triunfo atrás. Aisló a “Pepe” Sánchez y solamente apareció Nelson en Estudiantes. Gil erró todo y ahí el local empezó a creer. Y cuando la pelota empezó a entrar, se sintió dominador mentalmente. Con un espectacular 5/7 en triples (3 de Gutiérrez, 1 de Mata y otro de Rodríguez, que además dio tres asistencias), sumados a la aparición de Lamonte (6 puntos) y también de Leiva con 4, el actual campeón borró de la cancha a un duro escollo y le ganó el primer cuarto 33 a 13.
El ingreso de Espil como escolta tirador en lugar de Gil, le dio la chance a Estudiantes de conseguir gol. Pero en defensa volvió a defeccionar y por eso no pudo terminar de afianzar su reacción. Ganó el segundo cuarto 24 a 21, porque el eterno goleador marcó 14 puntos (4/4 en triples y 1/1 en dobles, fallando dos libres), pero Davis y Nelson, que habían estado activos en el inicio, no acompañaron. Esa soledad de Espil, fue contrarrestada por la aparición de Leiva con 6 puntos y además, por la buena producción de los relevos. Estudiantes tenía una esperanza cuando entraron Diez, Lauría y Campazzo, pero los tres aportaron para que el equipo siga dominando con claridad. Hernández encontró variantes, algo que a Pisani le costó. En el rebote de Lauría, la posterior asistencia de Campazzo y el doble de Diez en bandeja pasada de zurda, se graficó la situación. El segundo parcial se fue con el triunfo local por 54 a 37.
Si bien Estudiantes siguió amagando con reaccionar, Leo Gutiérrez apareció y se encargó de sepultar las esperanzas en el tercer cuarto. Erró dos libres en su primera intervención, pero luego clavó dos triples, un doble y dio dos asistencias. Con él como eje, Peñarol sacó 21 (75 a 54). Jugó muy bien. Brilló por momentos, reduciendo al rival a la mínima expresión.
Davis y Nelson volvieron a tomar protagonismo pero era demasiado tarde.
Porque encima apareció Safar (5 puntos y una asistencia). Y con un triple de “Tato”, el local se alejó por la máxima de 24 (78 a 54). Finalmente, ganó el parcial 78 a 58.
En el cierre, Peñarol siguió floreándose. Aunque el rival pudo arrimarse bastante, mantuvo la intensidad y la concentración para marcar muy bien el territorio. Salvo Lamonte, que la rompió en el final, Hernández dejó en cancha a los suplentes, que defendieron con uñas y dientes la ventaja y el prestigio ganado.
Peñarol aplastó a un rival complicado, lo corrió a un costado y sigue su marcha. No podrá ser “1”, pero está firme en su misión de ser el mejor al final del camino y retener el título.
Síntesis
Peñarol (97): Sebastián Rodríguez 14, Kyle Lamonte 24, Marcos Mata 9, Leonardo Gutiérrez 21, Martín Leiva 14 (fi) Facundo Campazzo 3, Alejandro Diez 4, Selem Safar 5, Nicolás Lauría 2, Alejandro Reinick 1. DT: Sergio Hernández.
Bahía Estudiantes (83): Juan Ignacio Sánchez 9, Pablo Gil 2, Facundo Giorgi 4, Ed Nelson 17, Devin Davis 13 (fi) Lucas Faggiano 10, Juan Espil 18, Ariel Eslava 7, Mateo Gaynor 3, Santiago Torre 0. DT: José Luis Pisani.
Estadio: Islas Malvinas (Mar del Plata)
Árbitros: Diego Rougier-Fabio Alaniz
Progresión: Peñarol 33-13, 54-37 y 78-58
No podrá ser “1” porque Obras hizo bien los deberes y ya se aseguró esa posición. Pero a Peñarol no le importa. Sabe que si quiere retener el título, debe ganarle a todos, aún en desventaja de localía. Y ayer, dio una muy buena muestra de que no será sencillo arrebatarle la corona, aplastando a Estudiantes de Bahía Blanca por 97 a 83. Con una gran tarea de conjunto, definió el pleito en el primer cuarto. Luego lo manejó y llegó a sacar 24, pero el choque terminó con un resultado “mentiroso” porque el local se frenó.
Inesperadamente, Peñarol quebró al rival rápido. Repartiendo el goleo, después de 4 minutos, el “Milrayitas” comenzó a alejarse. Si bien tuvo una buena producción ofensiva, construyó el triunfo atrás. Aisló a “Pepe” Sánchez y solamente apareció Nelson en Estudiantes. Gil erró todo y ahí el local empezó a creer. Y cuando la pelota empezó a entrar, se sintió dominador mentalmente. Con un espectacular 5/7 en triples (3 de Gutiérrez, 1 de Mata y otro de Rodríguez, que además dio tres asistencias), sumados a la aparición de Lamonte (6 puntos) y también de Leiva con 4, el actual campeón borró de la cancha a un duro escollo y le ganó el primer cuarto 33 a 13.
El ingreso de Espil como escolta tirador en lugar de Gil, le dio la chance a Estudiantes de conseguir gol. Pero en defensa volvió a defeccionar y por eso no pudo terminar de afianzar su reacción. Ganó el segundo cuarto 24 a 21, porque el eterno goleador marcó 14 puntos (4/4 en triples y 1/1 en dobles, fallando dos libres), pero Davis y Nelson, que habían estado activos en el inicio, no acompañaron. Esa soledad de Espil, fue contrarrestada por la aparición de Leiva con 6 puntos y además, por la buena producción de los relevos. Estudiantes tenía una esperanza cuando entraron Diez, Lauría y Campazzo, pero los tres aportaron para que el equipo siga dominando con claridad. Hernández encontró variantes, algo que a Pisani le costó. En el rebote de Lauría, la posterior asistencia de Campazzo y el doble de Diez en bandeja pasada de zurda, se graficó la situación. El segundo parcial se fue con el triunfo local por 54 a 37.
Si bien Estudiantes siguió amagando con reaccionar, Leo Gutiérrez apareció y se encargó de sepultar las esperanzas en el tercer cuarto. Erró dos libres en su primera intervención, pero luego clavó dos triples, un doble y dio dos asistencias. Con él como eje, Peñarol sacó 21 (75 a 54). Jugó muy bien. Brilló por momentos, reduciendo al rival a la mínima expresión.
Davis y Nelson volvieron a tomar protagonismo pero era demasiado tarde.
Porque encima apareció Safar (5 puntos y una asistencia). Y con un triple de “Tato”, el local se alejó por la máxima de 24 (78 a 54). Finalmente, ganó el parcial 78 a 58.
En el cierre, Peñarol siguió floreándose. Aunque el rival pudo arrimarse bastante, mantuvo la intensidad y la concentración para marcar muy bien el territorio. Salvo Lamonte, que la rompió en el final, Hernández dejó en cancha a los suplentes, que defendieron con uñas y dientes la ventaja y el prestigio ganado.
Peñarol aplastó a un rival complicado, lo corrió a un costado y sigue su marcha. No podrá ser “1”, pero está firme en su misión de ser el mejor al final del camino y retener el título.
Síntesis
Peñarol (97): Sebastián Rodríguez 14, Kyle Lamonte 24, Marcos Mata 9, Leonardo Gutiérrez 21, Martín Leiva 14 (fi) Facundo Campazzo 3, Alejandro Diez 4, Selem Safar 5, Nicolás Lauría 2, Alejandro Reinick 1. DT: Sergio Hernández.
Bahía Estudiantes (83): Juan Ignacio Sánchez 9, Pablo Gil 2, Facundo Giorgi 4, Ed Nelson 17, Devin Davis 13 (fi) Lucas Faggiano 10, Juan Espil 18, Ariel Eslava 7, Mateo Gaynor 3, Santiago Torre 0. DT: José Luis Pisani.
Estadio: Islas Malvinas (Mar del Plata)
Árbitros: Diego Rougier-Fabio Alaniz
Progresión: Peñarol 33-13, 54-37 y 78-58
Fuente: Diario El Atlántico
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