Cambia, todo cambia. Como la canción. Está probado que el paladar de los hinchas atenienses de los últimos años se aggiornó a los tiempos modernos.Es que los griegos ya no tienen entre sus jugadores las grandes luminarias del pasado y a sus mejores valores no le sobran lujos. Para conseguir un triunfo como el de ayer ante 9 de Julio de Río Tercero 86-76, celebrado con entusiasmo, hasta los aficionados tienen que ponerse el overol y transpirar la gota gorda. Sudor adentro y afuera de la cancha.
Este Atenas con aires juveniles empieza a entusiasmar. “La gente se está identificando con nosotros, con este grupo”, dijo Bruno Lábaque, el “veterano” de 33 años que encabeza un grupo de “carasucias” que está sacando fuerzas de flaquezas. Y la respuesta está en la tribuna, con unos 2.000 espectadores –al margen de unos 300 riotercerenses– que responden de la mejor manera ante el entusiasmo y la entrega del equipo verde.
Y así, ante un 9 de Julio que también se pasa de rosca en eso de no mezquinar esfuerzo, se dio un partido vertiginoso, entretenido, con más corazón que básquet y con ánimo de convertir en clásico a este duelo provincial.
A todo ritmo
Fue mejor 9 de Julio en el arranque, apoyándose en una marcación zonal que complicó la ofensiva local y en la gran tarea del paraguayo Bruno Zanotti (10 puntos en el cuarto). Los riotercerenses, con buena puntería desde el perímetro (4/7) se escaparon a siete (18-25) sobre el final del parcial inicial.
Con los ingresos de Mariano García, Miguel Gerlero (con la misión de bajarle el goleo a Zanotti) y Diego Gerbaudo (10 puntos en el parcial), la historia empezó a cambiar.
Un parcial de 11-2 para los de Sebastián González dio vuelta el marcador y Atenas pasó al frente 29-27 a los 2m 21s del segundo. En ese momento, con los chicos en cancha y todavía fresco el recuerdo de la victoria del viernes ante Olímpico con gran protagonismo juvenil, hizo su debut un aliento inédito en la historia del Griego.
El “vamos los pibes, la p... que lo parió”, se escuchó desde las tribunas históricamente habituada a corear los nombres de las grandes figuras. Pero el “9” no se entregaba. El estadounidense Jerome Meyinsse (9 en el parcial) mantuvo a su equipo en partido, que cerrar la primera mitad con un 48-44 para Atenas.
Clima de final
Vertiginoso, con roces y con calor de clásico se jugó el tercero. Como si fuera una definición de playoffs.
Zanotti recuperó protagonismo y volvió a adelantar a la visita 52-51 en el arranque del parcial. Atenas respondió desde lejos con un par de triples de Bruno Lábaque y otro de Juan Manuel Rivero, pero con todo el equilibrio no se rompía: el penúltimo capítulo se cerró con un 67-66 para Atenas.
James Williams apareció en toda su dimensión en el cuarto final, cuando más lo necesitaba su equipo, y a partir de su aporte el partido se inclinó decididamente del lado ateniense. El norteamericano, con 15 puntos y 15 rebotes resultó determinante en los 10 minutos finales.
Fue en este parcial en el que se notó claramente el porqué de la ubicación de cada uno en la tabla de posiciones. Atenas, con el regreso de sus figuras más experimentas, dio lo mejor en los minutos calientes, mientras que 9 de Julio se desinfló. Al final, Atenas festejó con más comodidad de lo que le había mostrado el parqué.
Síntesis
Atenas (86): Bruno Lábaque 15, Juan Manuel Rivero 13, Matías Lescano 13, Asim Mc Queen 3 y James Williams 15(FI); Diego Gerbaudo 10, Mariano García 13, Pablo Orlietti 0, Miguel Gerlero 4 y Felipe Pais 0. Técnico: Sebastián González.
9 de Julio (76): Gastón Luchino 6, Martín Melo 14, Bruno Zanotti 20, Leonardo Pomare 6 y Jerome Meyinsse 12(FI); Emiliano Rosales 0, Leonardo Segura 2, Emiliano Martina 10, Lucas Barlasina 4 y Juan Giaveno 2. Técnico: Gustavo Miravet.
Progresión: 20-25; 48-44; 67-66 y 86-76.
Arbitros: Fernando Sampietro y Mario Aluz.
Cancha: Polideportivo Carlos Cerutti
Fuente: Mundo D
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