No es que no haya casos de haber vestido ambas camisetas en la profusa historia del clásico entre Peñarol y Quilmes. Pero suele ser noticia cuando un jugador con pasado en una de esas dos camisetas, pasa a defender la otra. Máxime cuando se trata de un marplatense. Y Selem Safar, después de brillar en el ascenso de Argentino de Junín, llegó a Peñarol. El jugador formado en Kimberley había debutado en la Liga para Quilmes, pero hoy le toca estar en la otra vereda. Vale conocer sus sensaciones y LA CAPITAL le preguntó por ellas y por la victoria sobre Gimnasia:
-La serie se había complicado pero terminaron pasando con claridad...
-Si, este tercer juego se complicó, nos fuimos seis puntos abajo al terminar el primer tiempo. Hablamos que la clave para ganar era salir a defender y lo hicimos. Dejamos al rival en 23 puntos en el segundo tiempo y pudimos llevarnos el partido y la serie.
-También fue muy importante una ráfaga de Tato Rodríguez en el tercer cuarto, ¿no es cierto?
-Sí, sí, cuando Tato entra en esas rachas, hay que meterle un "pick" y que tire nomás, porque tiene una mano terrible.
-Venís de una categoría inferior, con mucho protagonismo en Argentino de Junín y te encontrás en el plantel campeón de la Liga y rodeado de figuras. ¿Cómo te sentís?
-Estoy muy cómodo, muy contento. Desde que llegué me hicieron sentir uno más. Sé que no voy a tener el mismo rol que tenía en Junín, porque acá hay jugadores de sobra para llegar al gol. Voy a tener que ocuparme de defender y acomodándome de a poco al equipo y al juego que pretende Sergio (Hernández).
-Y al no estar el extranjero, disfrutando de más minutos en cancha.
-Seguro. También aprovechando eso. Tener más chances de jugar y de tirar, al menos hasta que llegue el americano.
-A esta altura todavía debía ser más o menos lo mismo. Les tocó Monte Hermoso Básquet. ¿Cómo lo ves?
-Nosotros nos planteamos ganar la Copa Argentina, como todo lo que juguemos, pero sabemos que es un torneo de preparación, y como tal, no nos importa tanto quién tenemos enfrente sino nosotros mismos, para ir creciendo como equipo.
-Traés un pasado quilmeño... ¿Cómo te recibió la gente de Peñarol?
-Muy bien, la verdad que les agradezco. Me tratan muy bien, siento el afecto de la gente y eso me hace sentir muy cómodo y tranquilo.
-Hubo gente de Quilmes a la que no le gustó que hayas festejado un triple en el clásico. ¿Te salió así o lo tenías pensado?
-No, para nada. Me salió, yo soy así. Quiero ganar en el equipo en que estoy. Además, yo soy de Kimberley. Me pasó lo mismo en Junín, cuando pasé de Argentino a Ciclista. Vivo el presente del equipo en que me toca estar. Grito los puntos y le pongo garra.
Fuente: Diario La Capital
Foto: Diario El Atlántico
-La serie se había complicado pero terminaron pasando con claridad...
-Si, este tercer juego se complicó, nos fuimos seis puntos abajo al terminar el primer tiempo. Hablamos que la clave para ganar era salir a defender y lo hicimos. Dejamos al rival en 23 puntos en el segundo tiempo y pudimos llevarnos el partido y la serie.
-También fue muy importante una ráfaga de Tato Rodríguez en el tercer cuarto, ¿no es cierto?
-Sí, sí, cuando Tato entra en esas rachas, hay que meterle un "pick" y que tire nomás, porque tiene una mano terrible.
-Venís de una categoría inferior, con mucho protagonismo en Argentino de Junín y te encontrás en el plantel campeón de la Liga y rodeado de figuras. ¿Cómo te sentís?
-Estoy muy cómodo, muy contento. Desde que llegué me hicieron sentir uno más. Sé que no voy a tener el mismo rol que tenía en Junín, porque acá hay jugadores de sobra para llegar al gol. Voy a tener que ocuparme de defender y acomodándome de a poco al equipo y al juego que pretende Sergio (Hernández).
-Y al no estar el extranjero, disfrutando de más minutos en cancha.
-Seguro. También aprovechando eso. Tener más chances de jugar y de tirar, al menos hasta que llegue el americano.
-A esta altura todavía debía ser más o menos lo mismo. Les tocó Monte Hermoso Básquet. ¿Cómo lo ves?
-Nosotros nos planteamos ganar la Copa Argentina, como todo lo que juguemos, pero sabemos que es un torneo de preparación, y como tal, no nos importa tanto quién tenemos enfrente sino nosotros mismos, para ir creciendo como equipo.
-Traés un pasado quilmeño... ¿Cómo te recibió la gente de Peñarol?
-Muy bien, la verdad que les agradezco. Me tratan muy bien, siento el afecto de la gente y eso me hace sentir muy cómodo y tranquilo.
-Hubo gente de Quilmes a la que no le gustó que hayas festejado un triple en el clásico. ¿Te salió así o lo tenías pensado?
-No, para nada. Me salió, yo soy así. Quiero ganar en el equipo en que estoy. Además, yo soy de Kimberley. Me pasó lo mismo en Junín, cuando pasé de Argentino a Ciclista. Vivo el presente del equipo en que me toca estar. Grito los puntos y le pongo garra.
Fuente: Diario La Capital
Foto: Diario El Atlántico
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