El rosarino Diego Lo Grippo había pasado casi desapercibido, de no ser por alguna que otra asistencia lujosa que dio para que Román González anotara. No había podido “castigar” con su tiro a distancia y tampoco desarrollar su juego en la pintura ante la marca de Guaita o Romero. Es por eso que miró desde el banco los últimos 3 minutos del tercer cuarto y los últimos 5 del parcial final.
Hasta que Richotti le dio la orden que volviera a la cancha. En ese momento, Quimsa perdía por ocho (56-48) y todo parecía demasiado cuesta arriba. Sin embargo, el ala pivote rosarino entró con la llave de la victoria en sus manos. Cuatro puntos seguidos le dieron vida a la “fusión”, y a partir de ahí, otra fue la historia. “Creo que la clave fue no perder nunca la calma.
Sabíamos que por ahí no habíamos jugado del todo bien, pero siempre tratamos de hacer una buena dinámica en equipo, y eso se potenció en el último cuarto donde pudimos anotar puntos y eso nos dio un poco de vida para el final del juego”, reconoció Lo Grippo.
“Fue un triunfo agónico porque siempre estuvimos abajo en el marcador. Repito, no jugamos bien y ellos (por Olímpico) distribuyeron mejor el balón. Pero nosotros siempre la estuvimos remando desde atrás y por suerte jugamos un poco mejor en el final, para obtener un gran triunfo en un clásico picante”, acotó.
Ya pensando en el segundo juego de mañana en el estadio Ciudad, Lo Grippo anticipó: “Hay que seguir trabajando porque esto recién comienza. De a poco nos vamos a ir adaptando a lo que el entrenador pretende. Debemos seguir en esta línea porque estamos haciendo bien las cosas a pesar de que en el clásico, por momentos, no jugamos del todo bien”, concluyó el ex Atenas de Córdoba.
Fuente: Nuevo Diario
Hasta que Richotti le dio la orden que volviera a la cancha. En ese momento, Quimsa perdía por ocho (56-48) y todo parecía demasiado cuesta arriba. Sin embargo, el ala pivote rosarino entró con la llave de la victoria en sus manos. Cuatro puntos seguidos le dieron vida a la “fusión”, y a partir de ahí, otra fue la historia. “Creo que la clave fue no perder nunca la calma.
Sabíamos que por ahí no habíamos jugado del todo bien, pero siempre tratamos de hacer una buena dinámica en equipo, y eso se potenció en el último cuarto donde pudimos anotar puntos y eso nos dio un poco de vida para el final del juego”, reconoció Lo Grippo.
“Fue un triunfo agónico porque siempre estuvimos abajo en el marcador. Repito, no jugamos bien y ellos (por Olímpico) distribuyeron mejor el balón. Pero nosotros siempre la estuvimos remando desde atrás y por suerte jugamos un poco mejor en el final, para obtener un gran triunfo en un clásico picante”, acotó.
Ya pensando en el segundo juego de mañana en el estadio Ciudad, Lo Grippo anticipó: “Hay que seguir trabajando porque esto recién comienza. De a poco nos vamos a ir adaptando a lo que el entrenador pretende. Debemos seguir en esta línea porque estamos haciendo bien las cosas a pesar de que en el clásico, por momentos, no jugamos del todo bien”, concluyó el ex Atenas de Córdoba.
Fuente: Nuevo Diario
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