Se quedó con ganas de más

El “Loco” dialogó en exclusiva con EL LIBERAL, hizo un repaso de su carrera y se refirió a la actualidad del básquet argentino. Elogió a Miguel Cortijo: “Es uno de los mejores de la historia de nuestro país”, dijo.

Hablar de Hernán Abel Montenegro es hablar de uno de los jugadores de básquet más brillantes y carismáticos que dio nuestra tierra. Dueño de un talento y un físico privilegiados, siempre supo complementarlos con inteligencia dentro del parqué. Así desarrolló una carrera que hoy, con 43 años, todavía no tiene un punto final, a pesar de que por ahora se dedica a la representación de jugadores de básquet y fútbol a través de HM Sport Agency, su agencia propia.

El “Loco”, que sorprendió a todos con su regreso a la actividad el mes pasado en Obras, jugó sólo dos partidos por culpa de un desgarro, pero todavía no habla de retiro. Ayer, el bahiense, primer argentino en llegar a la NBA pese a que no jugó oficialmente, le concedió una entrevista exclusiva a EL LIBERAL donde tocó el tema de su regreso y muchos otros. Al referirse a Santiago, se deshizo en elogios para Miguel Cortijo.

¿Estuviste entrenando en El Nacional después de la lesión?
Después del desgarro en México (fue de 15 cm) estuve parado 20 días y entrené un par de veces con El Nacional en Monte Hermoso. La idea era poder seguir jugando pero no se dio así que por el momento está descartada y vuelvo a mi actividad normal de agente.

¿Te gustaría jugar la temporada que viene?
Está la posibilidad. Si hay algo que realmente me interese, lo analizaré. Hay una posibilidad dando vueltas pero no quiero hablar mucho a ver si se quema.

¿Te fuiste mal de Obras?
Me quedé mal en algún sentido porque había quedado con Fabián Borro, el presidente del club, en que me iba a avisar ese mismo día. Después no se habló más del tema creo que no se manejó bien pero ya pasó y no quiero entrar en polémicas.

¿Qué balance haces de tu breve regreso al básquet profesional?
Se dio de manera casual, me puse a entrenar tres semanas, me sentí muy bien pero indudablemente los seis años de parate y la edad no me ayudaron mucho y tuve el desgarro. Jugué muy pocos minutos contra Lanús y en México contra el equipo brasileño que fue el día que me rompí. No da para sacar ningún tipo de conclusión.

¿Eso hace que de volver a jugar lo encares de otra manera?
Obviamente. Yo no tenía pensado jugar pero sucedió y me sentí muy cómodo. Disfruté mucho volver a ponerme los cortos y entrenar todos los días, me hizo muy bien a nivel personal y humano.

¿Qué recuerdos tienes de Santiago del Estero?
Del 85 me acuerdo que fuimos con Villa Mitre a jugar con Olímpico, eso fue la primera vez que volví de Europa porque yo me había ido muy chico. Perdimos allá y se nos fueron grandes chances de ascender. Recuerdo el estadio inmenso, lleno de gente con esa gran pasión por el básquet que hubo toda la vida en Santiago. Además, Santiago le dio a la Argentina uno de los más grandes jugadores que fue Miguel Cortijo. Santiago siempre dio grandísimos jugadores como Chazarreta en su momento, pero Miguel ha sido para mí uno de los tres o cuatro mejores de la historia de este país.

¿Qué más nos puedes decir sobre Miguel?
Miguel es un hermano para mí, del básquet y de la vida. Hace mucho que no lo veo pero primero fue un gran compañero, tremendo ser humano. Fue una guía porque yo debuté en la selección mayor a los 16 años y el ya tenía sus años. Era el tipo que marcaba y guiaba, siempre con mucha cabeza, mucha serenidad, siempre tenía la palabra justa. Tengo un gratísimo recuerdo de Miguel y un especial cariño porque sé lo que es como persona.

Fuente: Diario El Liberal

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